Soulmates AU: El nombre de tu alma gemela se encuentra como tatuaje en tu piel
-Buenos días, Hawks-san.
-No me llames así que tenemos la misma edad.- Molestó el rubio, dando la vuelta en su silla-. ¿Estás aquí por la reunión?
-Alguien debe mover tu trasero ¿no?
-Uh, y que bueno que seas tú.
-Déjate de bromas y muévete, tenemos un día muy pesado.
-Si, si~.
La joven mujer llevaba trabajando en la agencia de Hawks desde hace un par de años atrás, habían congeniado muy bien pues al rubio le parecía mejor tener una secretaria que fuera de su edad que todos esos viejos atrás de él. Era coqueto con ella, invitándola a salir apenas se conocieron, pero estaba consciente de su lugar, por lo que declinaba todas aquellas invitaciones.
Bueno, eso hasta ahora, puesto que después de tantos años había comenzado a ceder con él, y es que Hawks era tan insistente que llegaba a ser molesto.
-¿Después de esta aburrida reunión podemos ir a comer algo?
-Si te portas bien con los de la otra agencia, sí.
-Bien~. Daré lo mejor de mi, entonces.
-No te hagas ilusiones, Hawks. Es una salida de amigos, amigos.
-Aguafiestas ¿cuando aceptarás salir conmigo en una cita?
-Cuando aprendas a comportarte.
-Aburrida.
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-Llevamos años conociéndonos ¿me dirás algún día el nombre de tu alma gemela?
-Hawks, se supone que esas cosas son confidenciales.
-Pero soy yo, a mi me puedes decir todo eso ¿no?
-No debería...- Bufó, mirándolo de reojo. Su mirada caramelo recorrió su cuerpo, expectante por lo que le diría-. Pero... Ah, está bien.
-¡Genial!
-Solo porque estamos los dos.
Y es que ese día habían alquilado una pequeña sala para comer barbacoa, el lugar estaba vigilado, así que tenían la privacidad suficiente. Se levantó de su asiento, dándose la vuelta para desabotonar su camisa lentamente, provocando una sonrisa en el rostro del rubio.
-¿Oh~? Pero si pedí un nombre, no tremendo espectáculo.
-Eres insufrible, su nombre está en mi espalda baja.- Rodó los ojos, alzando ahora si su camisa.
-¿Takami... Keigo?
-Sí, aunque nunca he conocido a alguien que se llame así.
Hawks se quedó en silencio, sin saber qué decir. Toda expresión de burla se esfumó de su rostro, el calor subiendo a sus mejillas ¿él era su alma gemela?
Nunca creyó en las almas gemelas, no cuando el nació sin ninguna marca, sin nada que dijera que estaba atado a alguien, por eso creía que todo aquello era una mentira. Pero sí se había enamorado de ella, de su paciencia, de cómo hacía su vida mejor.
