Las Crónicas de Ashbury: El Libro

7. Feliz navidad y próspero año nuevo (pt. 1)

HOLA A TODOS! ANTES DE QUE EMPIECEN, QUIERO DISCULPARME POR NO HABER ACTUALIZADO EL VIERNES. PODRÍA CULPAR AL RESFRIADO QUE TENGO DESDE EL VIERNES, O A LA CANTIDAD DE TRABAJO QUE HE TENIDO ÚLTIMAMENTE -QUE TAMBIÉN PODRÍA SER EL CASO-, PERO LA VERDAD ES QUE FUE UN CAPRICHO MÍO.

HABÍA ESPERADO QUE EL CAPÍTULO ANTERIOR TUVIERA UNA MAYOR ACOGIDA, Y NO FUE ASÍ. ME DISCULPO POR HABER DEJADO QUE ESO ME AFECTARA, Y LOS PERJUDICARA A USTEDES POR ESO. SIN EMBARGO, ESTOY DE REGRESO, CON LAS PILAS RECARGADAS, Y LISTA PARA OÍR SUS COMENTARIOS SOBRE ESTE NUEVO CAPÍTULO!

LOS AMO, MIS QUERIDOS LECTORES, NO LO OLVIDEN. DISFRUTEN ESTE CAPÍTULO, Y VOTEN, COMENTEN, Y COMPÁRTANLO CON TODOS SUS AMIGOS Y CONOCIDOS SI LES GUSTÓ! NO SIENDO MÁS...

El veinticuatro de diciembre en la mañana, mamá deja una bandeja con una humeante taza de café y un plato de waffles con chips de chocolate sobre mi escritorio antes de abrir la cortina de par en par, dejando entrar la radiante luz del sol.

-¡A despertar, querida! Los pájaros cantan, el sol brilla en un cielo azul inmaculado... Es maravilloso, ¿no lo crees?

-¿No está muy temprano para tanto júbilo, mamá? - Me siento en la cama con dificultad, pues la cantidad de luz me ha dejado cegada.

-Tonterías, mi cielo. Es un día maravilloso, y el clima es espléndido, para variar. Además, creí que debías ir a la Biblioteca. De nuevo.

Volviendo un poco en el tiempo... El día después de la pelea con Samuel, recibí una llamada del despacho de la Bibliotecaria, en la que su secretaria me pidió que regresara hoy. ¡Hoy! ¡Hoy de todos los días! Por supuesto no podía dejarle ver a mis padres lo feliz que me hacía la idea de tener una excusa para no pasar -por lo menos la mañana-envuelta en cintas y arreglos navideños, esperando a que nuestros familiares llegaran de todos los rincones de la costa. Este año incluso vendrá la abuela Rose, y pondrá un pie en Ashbury por primera vez desde que mamá y papá se casaron.

-Cierto, eso... ¿Qué hora es?

-Son... van a ser las doce, bella durmiente. Pensé en traerte algo para almorzar y no para desayunar si dormías un par de minutos más. Deberías darte prisa para llegar a tiempo. ¿Sabes, Abril? Tienes suerte de que no sea una madre celosa, porque si lo fuera, no estaría "encantada" precisamente con el hecho de que pases más tiempo con Dubh que conmigo últimamente.

-Mamá, eso nunca. Sólo he ido un par de veces, además todo esto es por el Libro.

-No, no te lo tomes a mal. Sólo lo digo porque considero importante que pienses un poco en lo mucho que te has alejado de tu familia últimamente.

-Prometo que voy a tratar de cambiarlo.

-Abbie, ¿estás lista? - Pregunta papá, asomando la cabeza por la puerta, mientras anuda la corbata que mamá le compró para navidad el año pasado. - Si no te apresuras llegaremos tarde. Estaré esperando abajo.

-Ya oíste a papá, linda. Anda, no te retengo más. - Mamá va saliendo de mi habitación pero se voltea y añade:-Ah, y feliz navidad.

-Lo mismo para ti. - Le sonrío y le doy una rápida mordida a un waffle, antes de empezar a prepararme.

No me tardo más de un par de minutos en reunirme con papá en el primer piso de la casa, con grandes gotas de agua aun escurriendo de mi pelo. Mamá quiere acompañarnos, pero papá y yo tratamos de disuadirla, recordándole que la familia comenzará a llegar en un par de horas y que no querrá que deban esperarnos.

-Está bien, pero traten de no demorar demasiado. Aún hay mucho que hacer, y sería maravilloso recibir un poco de ayuda para variar. - Papá y yo intercambiamos una mirada y nos despedimos de ella antes de que reconsidere su posición y decida subir al auto con nosotros. Es lo único en lo que parecemos estar de acuerdo últimamente: mamá no necesita regresar a la Biblioteca, al menos por el momento. Ese es un punto muy sensible todavía, y si podemos ahorrárselo, será mucho mejor.