Una cálida sonrisa | Naruto Fem x Itachi

CAPÍTULO 47

Llegaron a la Isla Tortuga después de cuatro días. Guy iba pálido y se la había pasado vomitando varias veces en el viaje en bote que hicieron. Itachi solo pudo pensar en lo que debían hacer cuando la guerra iniciase. Se tenia previsto que las tropas de cada aldea comenzaran a movilizarse cuando los dos Jinchurikis estuvieran en el refugio. Por ello, Itachi comenzó a escribir una breve nota que mandaría a Konoha con uno de sus cuervos.

Todo ha salido a la perfección. Esperamos más órdenes.

IU

Le dio la nota al cuervo y esperó a que este desapareciera a la lejanía. Después de varios segundos el cuervo ya no era visible para él. Se estiró un poco y volvió con los demás. Miró desde lejos a todos. Guy ya parecía más calmado y renovado, nuevamente era el mismo hombre hiperactivo y fuerte. Tenzou hablaba con algunos ninjas de Kumo. Eran dos hombres bastante altos, algo muy común en el País del Rayo. Allí, todos eran de tez negra, altos y muy fornidos. Itachi se veía pequeño al lado de ellos.

Miró a la izquierda y vio que Naruto estaba sentada, de piernas cruzadas, sobre una roca. Tenía en sus manos un libro que no tardó en reconocer. «Supongo que te lo dio Jiraiya», pensó. Se acercó y se quedó parado a un metro de ella.

—No sabía que te gustaba ese libro —comentó Itachi, con un tono suave—. Creí que solo Kakashi se atrevería a leerlo en público.

Naruto no le respondió de inmediato, solo hasta cuando terminó de leer un gran párrafo, dirigió su mirada a Itachi.

—Solo espero no convertirme en una descarada de ese nivel como Kakashi sensei —dijo Naruto con una sonrisa—. Y no me gusta mucho el libro o, bueno, las escenas eróticas. Se me hacen muy falsas. Parece que estoy leyendo más pornografía que un capítulo erótico. Pero, por lo que sé, solo son así las escenas en el primer libro, en los demás, la estructura mejora. Y espero que eso sea verdad —hizo una pausa mientras cerraba el libro—. Y ¿tú ya lo has leído?

—Sí —respondió, sorprendiendo un poco a Naruto—. Hace como dos años. Es un poco vergonzoso, pero leí los tres libros que hay. Puedo decir que hay partes malas, pero cumple con una función, entretiene —rio un poco por lo bajo—. Y tienen razón en cuanto a los otros libros, sí mejora la narrativa y la historia de los personajes. Supongo que las escenas eróticas no son muy realistas, pero no creo que a alguien le guste leer que le dio un calambre en pleno acto.

Naruto soltó una pequeña carcajada.

—Tienes mucha razón —admitió Naruto—. Pero al menos podía poner cosas más creíbles. ¿Qué es eso de senos de más de cien centímetros o penes de más de veinticinco? Siento que son cosas muy raras. A parte, no me siento cómoda leyendo eso.

—Bueno, no creo que muchos se sientan cómodos con eso —suspiró Itachi—. Kakashi es una excepción.

Ambos se quedaron platicando por algunos minutos más. Cambiaron de tema bastante rápido. Ya no hablaron de libros eróticos, sino de otras cosas absurdas que encontraron en distintos libros.

Los dos dejaron de hablar cuando Tenzou se les acercó. Este miró a Itachi y se detuvo.

—Ya hablé con los ninjas de Kumo —dijo—. Le enviarán una carta al Raikage para notificar nuestra llegada. Y mencionó que el Jinchuriki del Hachibi está, como decirlo, un poco indispuesto a entrenar a Naruto. Dicen que es un tipo extraño que se la pasa rapeando la mayor parte del tiempo. Que intentemos no prestarle mucha atención a eso. Y, por último, que podemos pasar a la fortaleza de piedra. Hay algunas habitaciones para nosotros en este lugar. También pueden dar un vistazo a los alrededores.