Una cálida sonrisa | Naruto Fem x Itachi

CAPÍTULO 25

Soltó un gruñido cuando llegaron más papeles a su mesa. Frente a ella estaba Itachi con la misma cara de ella, completamente estresado y cansado. Ya no era necesario las presentaciones como en el inicio de su mandato, donde caras nuevas siempre llegaban a su oficina, entre ellas la de Itachi, pero después de tres años ya era normal su llegada cada viernes para entregar informes.

Como siempre, la saludaba cordialmente antes de entregar lo más pronto posible los archivos y así, continuar con su trabajo propio como jefe de su clan. Tsunade podía ver lo agobiado que siempre estaba, y es que era normal, desde una corta edad hacerte cargo de muchas personas era un trabajo extenuante.

—¿Eso es todo lo de esta semana? —preguntó mientras arqueaba una ceja hacia Itachi.

—Si. No ha habido muchos casos en los que la policía tuviera que meterse, por lo que los informes son pocos —respondió de forma serena, aunque a leguas se notaba su cansancio.

—De acuerdo, los revisaré en un momento —lo vio con detenimiento por un segundo—. Deberías ir al médico, tus ojeras cada vez se marcan más. Seguramente no has dormido bien, debes al menor tomarte un descanso de vez en cuando.

—He tratado, pero las circunstancias me lo impiden —musitó—. Bueno... debo retirarme.

Tsunade solo asintió cuando Itachi se despidió formalmente y procedió a salir de su oficina. Solo negó con la cabeza mientras tomaba entre sus manos los archivos que Itachi le había entregado. En ellos estaban los reportes de la semana de la policía Uchiha, y a decir verdad, las misiones que ellos completaban podría hacerlos un Chunin bajo, pero claro, no podía decir mucho debido a que ese era el trabajo de ese clan. Las misiones difíciles dentro de la aldea eran pocas, por lo que nunca se veía que la policía esté de un lado al otro.

Respiró mientras dejaba de lado la carpeta y se enfocaba en la carta que le había llegado en la mañana. Sonrió cuando vio el remitente.

Hola Tsunade. Espero no estés enojada por no haberte escrito durante varios meses, pero no hubo el tiempo suficiente, después de todo hemos estado de lugar en lugar conociendo y entrenando. Las cosas han marchado excelentes, y puedo decir que Naruto ha mejorado lo suficiente. Desde ya hacía tiempo que hemos estado planeando regresar a Konoha, pero no habíamos podido irnos de algunos lugares por temas de seguridad.

Naruto ha crecido bastante, y ahora no solo debo protegerla de las aldeas, sino de chicos que babean por ella. Es un fastidio eso. Aún recuerdo cuando Minato tenía a sus fanáticas detrás de él, y déjame decirte que era estresante estar escondiéndonos de ellas. Ahora, no es lo mismo con Naruto, Minato era mucho más tímido y aparte ya estaba enamorado de Kushina a esa edad, pero con Naruto, no sé si sea inocente o solo quiere divertirse, pero siempre la encuentro platicando con alguien. Esa niña trae dolores de cabeza como no te los puedes imaginar.

En este preciso instante estoy a unas horas de llegar a Konoha, por lo que pronto estaremos allí. Espero llegar el mismo día en el que llegue la carta. Bueno, nos vemos después Tsunade, esperamos verte pronto.

Jiraiya

Solo sonrió un poco cuando terminó de leer la carta. Supuso que no tardarían en llegar los dos, y es que ya se habían retrasado dos meses según la fecha establecida antes de que se fueran. Estaba ansiosa de ver a Naruto y como esta había cambiado en su adolescencia. Esperaba que el viaje fuera exitoso en cuanto el entrenamiento, y con ello, poder ver cómo pondría las misiones para Naruto. Durante todo el día no se le pudo borrar esa sonrisa del rostro, algo que hizo curiosear a Shizune.

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Soltó una exhalación al aire cuando se encontró fuera del edificio Hokage. Su mente solo estaba enfocada en las cosas pendientes que tenían en su oficina. Su cerebro cada vez se amotinaba de información, y realmente no era agradable la sensación. Todos los días intentaba meditar algo, pero claro, ni el tiempo para ello le alcazaba.