CAPÍTULO 34

1.9K 243 18
                                    

Cuando llegó de nuevo a la aldea, lo que la recibió fue una vista que nunca quiso ver. No había nada de lo que recordaba, todo yacía en ruinas. Sus ojos vagaron por todo su alrededor, pero lo único que aún se mantenía en pie eran los rostros tallados en la montaña. Sintió un nudo en la garganta, aunque supo controlar sus emociones rebosantes. Bajó su mirada para ver quien estaba cerca de ella. Un pequeño sapo morado estaba sobre Gamabunta y la miraba directamente.

—¿Dónde estamos? —preguntó Naruto esperando una respuesta positiva.

—Estamos en Konoha —contestó el sapo. Naruto sintió un dolor en su pecho, pero contuvo las ganas de gritar y llorar—, pero no es momento de pensar en todo esto, debemos detener a Pain.

Naruto giró hacia todos lados buscando al susodicho, pero no lo encontró. Su mirada se dirigió a la izquierda en donde vio a Tsunade aterrizar junto a un Anbu en el suelo. Tsunade parecía aliviada de verla de nuevo, pero a la vez muy cansada. Repentinamente algo borroso pasó entre ambas. Tsunade no pudo reaccionar, pues todo fue demasiado rápido que ni siquiera pudo ver con claridad lo que pasaba. Vio como algo se dirigía hacia ella, pero Naruto apareció justo antes de que eso la golpeara. Naruto destruyó por completo al atacante.

Bajo el puño de Naruto, uno de los Pain fue completamente destruido. Todos los presentes se asombraron ante eso. Los ojos de Naruto observaron a los cinco nuevos Pain que llegaron en cuestión de segundos. Naruto entrecerró sus ojos dando un vistazo a los cinco Pain, quienes mantenían una expresión neutral en sus rostros.

—Supongo que llegué algo tarde —murmuró Naruto.

—Por favor, Naruto, no hagas nada arriesgado —susurró Tsunade—. Conozco ese poder, has progresado tanto, pero no los subestimes.

Naruto no respondió por un par de segundos.

—Puedo sentir las diferentes presencias de las personas de toda la aldea —tomó un respiro Naruto—. No puedo sentir la presencia de Kakashi sensei. ¿Acaso él está en una misión?

Tsunade no respondió mientras fruncia los labios.

—Entiendo.

Naruto no quiso pensar en ello. En ese momento supo que debía lidiar con el asesino de ambos maestros.

—Abuela, vete de aquí —dijo en un tono seco Naruto.

—¡No, yo me quedaré...! —protestó Tsunade, aunque fue interrumpida por un gesto de la mano de Naruto.

—Llévatela a que tome el té o algo de su licor —le ordenó al Anbu al costado de Tsunade—. Yo me encargaré de ellos cinco.

Tsunade no pudo refutar la idea de Naruto, pues ella misma estaba agotada de todo. Había usado todo su chacra para proteger a todos los ninjas de Konoha con ayuda de Katsuyu. Le dio una pequeña Katsuyu a Naruto para mantenerla informada sobre todo lo que sabían de los Pain. Pronto un sapo la tomó y se la llevó lejos de allí. Solo pudo ver a Naruto preparándose para la batalla

Se quedó quieta cuando los cinco restantes se ordenaron para el combate. Pronto la de la izquierda golpeó el suelo mientras decía «¡Jutsu de Invocación!» y de allí salió un gran rinoceronte que fue a embestir a Naruto. Ella lo esperó, y cuando estuvo sobre de ella, lo tomó por el cuerno del frente y lo lanzó lejos. Pronto este desapareció por el golpe que recibió ante la abrumadora fuerza de Naruto. El mismo Pain no tardó en llamar a una nueva bestia, y pronto un perro con dos cabezas salió a la luz. Dos de los grandes sapos que llegaron con Naruto comenzaron a pelear con los perros.

Una cálida sonrisa | Naruto Fem x ItachiWhere stories live. Discover now