CAPÍTULO 45

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Suspiró mientras acomodaba su ropa en la mochila que siempre usaba para las misiones. Llevaba solo seis cambios de ropa, de la cual, tres eran su ropa de Kunoichi y los otros tres eran ropa casual que en ocasiones usaba cuando tenía un descanso.

Estaba nerviosa de lo que sucedería en los próximos días.

Le habían dicho que iría a una isla en donde aprendería a controlar el poder del Kyubi para que pudiera protegerse de Madara. Al menos, ese era el plan. Durante los tres años que estuvo bajo la tutela de Jiraiya, ambos habían intentado controlar al zorro. Lamentablemente, nunca pudieron llegar a cumplirlo. Solo pudieron controlar un porcentaje mínimo, que Jiraiya había calculado cómo un 8% del poder del zorro. era algo insignificante, que incluso era fácil de combatir, pero era lo más seguro para Naruto como para los demás. Entre los distintos entrenamientos y ejercicios que hicieron, hubo un en particular que había dejado con graves heridas a Jiraiya. Fue cuando Naruto sacó el poder de cuatro colas del Kyubi. Eso era mucho menos la mitad del poder del zorro. Al final dejaron de lado ese entrenamiento. No quería más heridas. La última vez que el poder del Kyubi salió y tomó control de Naruto fue en la batalla contra Pain.

Suspiró mientras terminaba de guardar su ropa. Miró alrededor y encontró un par de libros: uno con la cubierta naranja, otro de azul y uno último de amarillo. Los tomó y solo leyó el nombre del autor. Sintió un nudo en la garganta mientras veía las letras escritas. «Jiraiya». Eran los libros eróticos que leía Kakashi y que había escrito Jiraiya a lo largo de los años. Solo leyó el primero; lo dejó porque la trama no le llamó la atención en los primeros cinco capítulos. Guardó los tres libros en un pergamino de almacenamiento. Hizo lo mismo con la mochila que tenía su ropa. Luego se ató su bolsa para kunais en el muslo izquierdo y metió allí los pergaminos.

Salió de la tienda que compartía con Sakura. Miró alrededor por un par de segundos. Luego escuchó un par de pasos que se acercaban a ella. Se giró para ver quiénes eran. Sonrió cuando vio a Sasuke y Sakura. Sasuke venía con las manos en los bolsillos y con el típico entrecejo fruncido. Sakura, por el otro lado, venía con una suave sonrisa en su rostro. Traía una bata de hospital y se le notaban las ojeras. A pesar de ello, aún se le veía con tanta energía cómo cuando era niña.

—¡Hola, Naruto! —saludó Sakura.

—¡Hola, chicos! —Devolvió el saludo. Sakura se acercó un poco más rápido que Sasuke. Este solo miraba al frente mientras ladeaba un poco la cabeza para mirar a ambas chicas—. Sasuke, deja tu cara de amargado. —gruñó.

—Solo déjame, rubia idiota —amonestó Sasuke.

Naruto le entrecerró los ojos mientras hacía un juramento mental de que iba a golpear a Sasuke cuando regresara de la Isla Tortuga.

—Dejen de pelear por un minuto —suspiró Sakura, con un tono aún más cansado que el de Kakashi—. Sasuke, deja de ser tan enojón por al menos unas horas en lo que Naruto se va de aquí —dijo. Naruto sonrió triunfante, aunque después Sakura se giró hacia ella—. Y tú, Naruto, no lo provoques.

—¿De qué lado estás? —preguntó algo ofendida Naruto.

—De Ningún lado. Solo estoy cansada de sus discusiones y ya me duele la cabeza por todo el trabajo en el hospital.

A pesar de las palabras, ambos seguían viéndose con dagas. Sasuke sonreía con arrogancia mientras Naruto apretaba sus labios en una línea delgada.

Un par de segundos después, ambos dejaron de mirarse uno al otro y se enfocaron en Sakura. Naruto le dio una gran sonrisa, a lo que ella le devolvió una más pequeña. Sasuke solo resopló.

Una cálida sonrisa | Naruto Fem x ItachiWhere stories live. Discover now