Cap 104

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Subí las escaleras de tres en tres por que mis piernas no daban para más y menos que no eran muchas por que una me mato por el camino o llego sin aire e incapaz de hacer lo que quería.

Al abrir la puerta Gilian estaba en medio de la habitación, sus ojos destellaban las ganas que tenía,cerré la puerta  agarre su brazo tire de ella la empotre contra la pared poniendo mis manos en su cara.

-Amor solo tenemos cinco minutos, están viendo la tele.

-Sabes que no me gustan así rápidos me dejan con más ganas.

-Te prometo que cuando se vallan a dormir te compensaré.

Me lance a su boca devorandola como si no hubiera un mañana, mientras con mis manos bajaba sus pantalones y sus braguitas.

Deje su boca para poder quitarle la ropa más rápido, el tiempo era horo con esas dos niñas ahí abajo.

Ya con la parte de abajo totalmente fuera de su cuerpo y esparcida en cualquier parte de la habitación, me arrodille ante ella me puse su pierna en mi hombro para tener mejor acceso a su sexo que ya brillaba ante mis ojos.

-Agárrate al mueble mi amor.

Mientras sus manos se agarraban al mueble, yo me adentre en su sexo lamiendo y mordiendo su clitoris sin parar, sus gemidos no tardaron en escucharse, mi mejor banda sonora.

Una de sus manos tiraban de mi pelo haciendo presión en mi cabeza para que no saliera de ahí.

Comi su sexo la hice explotar en un órgasmo, sus piernas temblaban del placer que había recibido, como pude me levante, mi boca con su sabor, Gilian con los ojos cerrados, la cabeza apoyada en la pared, su mano que se agarraba al mueble estaba blanca de la fuerza que hacía, subí a su boca para compartir su sabor con ella, por que joder que bien sabía.

-Como estas.....

Le pregunte después de besarla y escondiendo mi cara en su cuello.

-Mejor..... Aliviada..... Con ganas de más.

-Tranquila amor esto solo es un anticipo te prometo que cuándo las niñas se duerman vas a pedir piedad.

-Ya lo estoy deseando gorda.

-Voy abajo... No me fio de estas.

-Me recompongo y voy.

Deje un tierno beso en sus labios y salí de la habitación, mi cuerpo seguía excitado a más no poder, se me iban hacer largas las horas que quedaban para volver hacerla mía, para volver a tener su cuerpo bajo el mío y mis manos recorriendo cada parte de su piel.

Y claro las cosas no salen como uno quiere y tiene previsto y más si tienes prisa, hoy las niñas habían decidido cenar despacio, siempre lo hacían como si se lo quitaran de la mesa y siempre regañandolas que así no se come y hoy que quieres que lo devoren no lo hacen, pienso que saben que sus mamas quieren hacer guarradas.

Me desesperaba y si encima Gilian te provoca con sus sonrisas con sus piernas rozando las mías a propósito y con su manía de llevar poca ropa dentro de casa, ahora era yo la que tenía las hormonas demasiado subida.

Tenía que mirar a las niñas ajenas al dolor de su madre para calmarme por lo menos intentarlo.

Una eternidad fue lo que tardaron y Elif se puso hasta arriba de salsa de tomate, hubo que bañarlas y luego su sesión de cuentos, Alexa no tardo en caer pero esta pequeña es tan puñetera que no había manía de caer, tuve que avisar a Gilian que ni se le ocurriera dormirse hasta que yo llegara por que pensaba despertarla si o si esa era mi amenaza

Mi jefa Where stories live. Discover now