Cap 89

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Ya habían pasado dos semanas que había entregado los papeles de adopción cuando recibí la llamada esperada, podiamos empezar con la adopción, podíamos ir a varios centros y elegir a nuestras niñas.

Salí de la oficina a toda prisa a casa, ya que Gilian hacía varias horas que se había marchado a casa.

Al llegar la agarre en mis brazos levantandola del suelo, la base por todas partes de la cara, besos y mas besos, Gilian ponía cara de no entender nada.

-Gorda que pasa......

La deje en el suelo ahuecando mis manos en su cara.

-Amor han llamado....

-Quien ha llamado explicate.

-Podemos ir a los centros mañana!

-Si? Dios mío!!!

Ahora fue ella la que me abrazo a mi y me beso.

-Estas feliz Amor..... Se que tu no lo tienes muy claro.

-Lo hemos hablado Malú, tengo miedo.

-Yo también lo tengo mi amor.

-Ya gorda pero tu miedo es otro el mío es si podré quererlas....

-Lo harás y serás una gran madre mejor que yo ese es mi miedo no estar a la altura de las circunstancias voy a necesitar mucha ayuda de tu parte.

-Ven siéntate.

Me asuste un poco cuando me dijo que nos sentararos, sentí miedo de que se hechara atrás por que una cosa tenía clara no me veía capaz de hacerlo sola, yo en los negocios me hago grande me gusta lidiar pero hacerlo con niños y sola.

Gilian me agarra de la mano y me mira a los ojos.

-Malú me embarcó contigo en esto pero te conozco muy bien y te quiero implicada al cien por cien..... Espera dejame que termine antes de que me prometas, hacer una familia es para todo no es que llegues tarde de la oficina y sea yo la que me tenga que encargar de las niñas sola por que eres tu la que desea ser madre y no yo.

-Te prometo que cumpliré pediré ayuda en el trabajo delegare en mi gente de confianza.

-No me falles Malú.

-No lo haré te lo prometo.... Pero no quiero que se lo digamos a nadie de momento, es un proceso largo mejor no decir nada ni a mi familia ni a la tuya, mejor que quede entre nosotras de momento.

-Esta bien me parece perfecto gorda.





Pasamos la noche nerviosas sin apenas poder conciliar el sueño, Malú no paraba de hacer planes a lo grande, vendería sus propiedades de Madrid para comprar una casa más grande ya que esta era pequeña según ella, planificando las habitaciones de las niñas como pintarlas comprar ropa y accesorios y yo rodaba los ojos.

-Quieres parar ya gorda, aún no nos las han dado ni que edades tiene, relájate gorda o te dará algo antes de hora.

-Ya sabes cómo soy amor.

-Una compradora compulsiva lo se.

-Si pudiera pagar mañana mismo pagaría a jueces y al que fuera para tener a las niñas en casa.

-Malú quieres no correr la vida no todo es un negocio no todo se paga con dinero, por favor te lo pido no cometas ninguna locura y espera como todo el mundo a ver por tus ganas se hechan atrás..... Me prometes que te portaras bien?

-Si.......

Que poco me fiaba de ella, para Malú todo se pagaba con dinero y como tenía no le importaba gastarlo para su beneficio.

Íbamos a ir a dos centros de acogidas en el día de hoy, me iba repitiendo todo el rato que serían ellas las que nos eligieran a nosotras no nosotras a ellas.

En el centro nos esplicaron como funcionaba todo, una de las cuidadoras nos haría un tour por todo el centro de acogida para que viéramos el sistema de funcionamiento.

Había niños y niñas por todas partes y de todas las edades, nosotras lo que teniamos pensado era adoptar de cuatro años para abajo no iba a ser fácil.

Mirábamos por todos los lados hasta que vi una niña sentada en una mesa pintando ella sola mientras los demás corrían y gritaban por su alrededor.

Parecía tener unos cuatro años con el pelo rubito y los ojos verdes tenía una mirada triste, se veía timida, me atrajo mucho, le dije a Malú de acercarnos a ella.

Al vernos nos sonrió y me pareció la sonrisa más bonita del mundo aunque lo hizo de manera timida.

-Hola pequeña como te llamas?

-Alexa......

Nos dijo de manera muy timida.

-Que dibujo más bonito.

Le dijo esta vez Malú y la niña volvió a sonreír

-Te gusta pintar por  que no estás jugando con los demás?

Esta vez le pregunte yo.

-Es que.... No gusta correr... Por que si caigo y lloro me... Regañan... No me gusta que me... Griten....

Se nos partió el alma al escucharla decirnos eso, acaricié su pelo y le di un beso en su cabecita rubia.




Era una niña preciosa nos cautivo su sonrisa en un primer momento, Gilian también se había quedado prendada de ella, nos despedimos de ella de manera cariñosa, se veía una niña con mucha falta de amor y cariño, en sus ojos había timidez y miedo a los gritos.

-Hay niños más pequeños?

Le pregunté a la cuidadora.

-Si están en otra sala si me quieren acompañar.

Gilian y yo íbamos detrás de la cuidadora a una sala contigua donde habían niños de dos años para abajo y de repente no se por donde apareció un torbellino pequeña, tropezó conmigo y cayó de culo, enseguida fui ayudarla para levantarla y la pequeña se reía a carcajadas, su risa era cautivadora y pegadiza , no dijo nada más siguio su camino corriendo.

-Míriam deja de correr!!

Le grito la cuidadora.

-Esta niña es un demonio no para ni un momento quieta.

Volia a rependerla pero a la niña poco    le importó los regaños, la verdad es que estas dos niñas nos habían enamorado desde el primer momento pero tampoco nos podíamos precipitar.

Terminamos la visita en el primer centro con un buen sabor de boca, teníamos en mente a esas dos chiquillas y como suele pasar cuando algo te gusta que ya no ves más, en el otro centro aparte de que eran niños más mayores ninguno nos llegó al corazon.

-Que hacemos amor?

-Me gusta Alexa y Míriam y a ti.

-Si ya las veo como nuestras pequeñas, tendremos que comprarles ropa y la pequeña aún necesitará un carro.

-Malú no empieces primero hay que volver hablar con la directora haber que dice igual estamos haciéndonos ilusiones y esas niñas aún tiene sus padres y no podemos adoptar, no corras tanto que el batacazo puede ser peor.

Tenía razón pero la paciencia no era mi virtud, nos volvimos al primer centro y pedimos hablar con la directora, tuvimos que esperar un buen rato hasta que pudiera atendernos.

Entramos en su despacho y le explique la situación queria adoptar a dos niñas y nos habían gustado dos.

Primero nos explicó los trámites, los papeles para rellenar, los días de visita eran sábado y martes donde podríamos estar un par de horas con ellas, con el tiempo se podía alargar y en medio año un par de fines de semana podían salir y pasarlo con nosotras, la adopción tardaría más de, un año, todo un mundo había que tener mucha paciencia el proceso era muy largo, yo tenía que pasar por un psicólogo y a una visitadora social pasaría en unos días por casa para serciorarse que a las niñas no les faltará nada.

-Y ahora buscaré los expedientes de las niñas y hablaremos de ellas.

Mi jefa Where stories live. Discover now