Cap 31

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Una semana paso cuando Gustavo hizo presencia en el hospital, estaba bastante enfadada con el y aunque llamaba todos los días me negava a cogerselo y al final tubo que bajarse los pantalones y si quería saber algo de su hermana  tenía que llamar a Laira y esta venia todas las tardes estaba conmigo, escuchaba mis penas.

Esa visita hizo que mi rabia con Gustavo se alejara un poco aunque no del todo, lo veia triste hablaba con su hermana y lloraba, las esperezas con Laira fueron a menos se veía preucupado por el embarazo.

Estubo dos semanas en las que pude descansar y pasar por la oficina, el se quedaba por las noches y yo las tardes.

Pero se tenia que ir sus obligaciones no las podía dejar, empezaron una relación con Laira, ver a su hermana así hizo que reaccionará un poco y viera que en esta vida somos poco o nada y en cualquier momento ya no estábamos, le pidió perdón a Laira esta era reticente tenía miedo y la obligue que se fuera con él un tiempo hasta que el arreglará sus cosas allí y pudieran volver y volví a quedarme sola con Gillian en esa habitación que se había convertido en mi casa.

Su amigo y asistente personal en la fundación tampoco había día que no llamará, ese chico era una gran persona, quería verla y lo tuve que obligar a venir, lo tuve una semana entera metido conmigo en la habitación, esa semana comi mejor se ocupo de mi obligándome a comer, bajábamos a desayunar y comíamos juntos, era de lo más gracioso y conseguía sacarme sonrisas donde no las tenía, me contaba anécdotas de ellos dos, me entristeció cuando tubo que marcharse me volví a sentirme sola.
A veces perdia la esperanza de que volviera a despertar, los médicos decían que reaccionaba bien a los medicamentos que estaba estable dentro de su gravedad sus órganos reaccionaban bien pero su cuerpo no quería despertar , esos ojos de gato no querían abrirse y la veía consumirse, su cuerpo estaba débil había perdido muchos kilos.

Treinta cinco días habían pasado, yo caminaba por la habitación con el móvil colgado con uno de mis socios, la máquina empezó hacer unos pitidos extraños, me asuste mucho, lo primero que pensé es que se me iba pero entonces mire su mano un dedo se movia al principio era casi inapreciable y luego un poco más, se me saltaron las lágrimas y empezó a llamar a un médico.

-Un médico un médico!!!

Salí de la habitación gritando,una enfermera vino corriendo.

-Que pasa? Que son esos gritos?

-Se ha movido ha movido un dedo!

-Esta segura?

-Si!

-Voy a llamar a su médico este tranquila.

Volví a entrar a la habitación con mi mirada fija en su mano y lo volví a ver no lo había soñado no eran alucinaciones mías por mis ganas.

No tardaron nada en pasar su médico y tres enfermeras.

-Señorita debe esperar fuera.

-No me muevo de aquí.

-No puede estar aquí, este tranquila cuándo la reconozca el doctor yo misma saldré a informarla.

Sin ganas y muy a mi pesar  tuve que salir de la habitación, mis lágrimas volvían a brotar de mis ojos, con sentimientos de emoción y miedo a la vez.







Intentaba abrir los ojos no podía pesaban demasiado, nunca había tenido un sueño tan pesado, lo peor de todo no podía moverme tenía que ser un sueño por que escuchaba ruidos pitos una voz muy lejana y moví un dedo que me estaba pasando.

Quería despertar de este sueño no me gustaba nada, los zumbidos no se iban luego voces distintas .

Preguntavan cosas sin sentido, no entendía por que preguntaban quien era si ni siquiera sabía yo quienes eran esas voces.

- Mira mueve tu dedo un movimiento es un si y dos un no lo entendiste?

Moví una vez el dedo.

-Te llamas Gillian?

Moví otra vez el dedo.

-Sabes dónde estás?

Dos movimientos.

-Tranquila es normal no te preucupes, estás en el hospital.

Hospital que hacía ahí.

-Te acuerdas que te habían operado.

Un movimiento.

-Estuviste dormida unos días pero pronto estarás mejor.

-Ahora vamos a quitarte el tubo que tienes en la garganta te encontrarás mejor estas preparada?

Un movimiento.

No enténdia demasiado bien pero de pronto note como manos por mi cara y luego me entro tos pero ni fuerzas para eso, me encontraba muy cansada y las voces  iban  desapareciendo de mi cabeza.








La enfermera como había prometido salió en mi busca.

-Como esta desperto?

-Si parece que está saliendo del coma pero no va ser facil?

-Por que no se despierta uno y ya está?

-No eso solo es la televisión y cada persona es un mundo, Gillian ha perdido mucho peso apenas esta con treinta kilos apenas tiene fuerzas ni para abrir los ojos.

-Entonces?

-Necesita tiempo calma y paciencia ahora solo puede mover un dedo el médico le he estado haciendo unas preguntas sencillas y ella ha contestado con movimientos en el dedo pero solo unos minutos se ha vuelto a quedar dormida.

-En coma otra vez?

-No sólo tendrá sueños muy largos y vigilias muy cortas pero sus constantes están respondiendo muy bien... Ahora solo toca esperar

-Cuando volverá a despertar?

-No se puede saber seguramente un rato diario.

-Puedo pasar a verla?

-Si claro.

Volví a entrar a la habitación Gillian seguía igua en la misma posición, lo único diferente era el tubo de la garganta este había desaparecido pero ella seguía en calma, cogí su mano que momentos antes se habían movido pero nada dormía profundamente.

Decidí llamar a su hermano tenía el que saber que se había despertado aunque fueran solo unos minutos.

No tardo en descolgar.

-Malú, mi hermana ha pasado algo?

-Desperto Gus desperto.

-Como! Dime la verdad.

-Te lo estoy diciendo despertó.

-Quiero hablar con ella.

-No Gus no podemos .

-Por que.

Le explique con detalles lo que había pasado lo que me había contado la enfermera que no iba a ser cosa de un día esto iba para largo, era una recuperación de meses.

-Me queda poco para terminar esto yo creo que si me doy prisa en dos semanas estoy ahí con Laira, no pienso en volver a irme.

-Eso espero Gus os hecho mucho de menos....

-Nosotros a ti también.... Gracias Malú por cuidar a mi hermana como si fuera la tuya.

Si tu supieras lo que pienso y siento por tu hermana no creo que estés de acuerdo pensé para mí.





Volví a escuchar una voz, me era muy familiar, parecía la de Malú, no podía ser que hacía ella aquí, mis ojos volvían a pesar no quería dormir, quería seguir escuchándola aúnque esa voz fuera producto de mi imaginación, mi cuerpo no quería hacerme caso y mis lágrimas salían sin poder evitarlo y unos dedos cálidos y luego unos besos bebían mis lágrimas o también era un sueño.







Cuando colgue mi móvil mire a Gillian tenía la cara empapada en lágrimas, con mis dedos fui quitando el rastro de las lágrimas saladas pero eran tantas que luego fueron mis labios las que las secaron con besos, me bebí cada lagrima mientras de mis ojos brotaban las mías.

Mi jefa Where stories live. Discover now