Cap 98

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Pasan las semanas, las niñas están más tranquilas, Alexa aún esta receptiva con sus miedos, somos una familia, somos felices, no siempre todo es perfecto, decidimos o casi lo decidió Malú en que yo me quedara en casa con las niñas hasta que fueran un poco más grandes, por mi salud no es muy bueno tanto estrés, dice que en casa puedo trabajar, ella no se da cuenta por que no está casi que las niñas dejan poco tiempo y claro que me agobia, esto  de ser madre no estaba en mis planes y a esas niñas las amo no las cambio por nada pero a veces me entra el agobio de si soy buena madre no solo me pasa a mi, Malú también tiene sus dudas las niñas no es un negocio como lo suyo donde ella se desemvuelve a las mil maravillas.

Malú me prometió que estaría todo lo posible en casa no quería perderse la infancia de sus hijas,  reconozco su vida ha sido siempre el trabajo es una adicta a el se le van las horas en el sin darse cuenta, se pierde y no llega pronto, se queja de que no las ve lo suficiente, me promete y promete que estará en casa y no cumple y eso me pone de mal humor.

Yo soy así, se me nota a kilómetros de que estoy enfadada y cuándo lo estoy es mejor no decirme nada y hoy es un día de esos.

Sábado, se va temprano a la oficina llegaré a la hora de comer, llega la hora y no viene, ni una llamada ni un mensaje de llego tarde cosa que habitualmente lo hace y yo como soy bastante orgullosa tampoco lo hago.

Prometió que llegaría y ahí está su plato frío, las niñas preguntan por su madre y me da rabia es la jefa puede hacer lo que le de la gana relegar trabajo en los demás y estar más con su familia.

Es media tarde cuándo entra en casa, las niñas corren hasta ella felices de verla, se besan se abrazan, Elif pide toda su atención Alexa quiere su tiempo para contarle todo lo que ha hecho hoy, le enseña sus dibujos me ha dibujado a mi a ella y a su hermana, Malú escucha atentamente y me mira de reojo, apenas un beso fugaz cuando entro, sabe que estoy enfadada y sabe el motivo y más cuando se da cuenta del plato frío de comida aún encima de la mesa de la cocina, lo he dejado aposta por si acaso no se daba cuenta del motivo de mi enfado, al verlo agacha la cabeza avergonzada.

Malú pasa lo que queda de tarde con las niñas, las baña y les da de cenar y yo alejada sola y malhumorada, ne salgo al patio a la sombra con mi música y un libro hasta que anochece, acuesta a las niñas y yo me meto en la habitación, no me apetece cenar solo meterme en la cama pero se que hay conversación pendiente y no lo puedo dejar pasar.

Entro en la habitación cabizbaja, yo me di la vuelta li di  la espalda por si aún no se había dado cuenta de mi molestia y fue ella la que empezó hablar.

-Amor..... Lo siento, se que estas enfadada conmigo, se que es mi culpa y lo siento mucho.

Me di la vuelta esta vez para mirarla.

-Se que esto no es en lo que quedamos, me he liado en el trabajo.

-Y si lo sabes por que lo haces, me prometiste que estarías en casa!

Ya iba yo alzando la voz.

-Lo se... Por eso te pido disculpas, ya sabes como soy el trabajo me absorbe y me pierdo en el tiempo.

-Ni un mensaje ni una llamada llegare tarde para que yo no me preucupe o poder decirle a tus hijas por que no vienes!!

-Lo siento...

-No es solo sentirlo Malú es actuar, eres la maldita jefa puedes hacer lo que te de la gana!! Relega trabajo para que les pagas para que no hagan nada.

-Tienes razón amor, se que esto te desborda y te pone de mal humor.

-Tu eras la que querías ser madre la que querías adoptar formar una família y nunca estas en casa luego te quejas si las niñas me quieren más a mi, yo soy la que estoy todo el día con ellas y también agota, yo te necesito en casa, necesito a mi pareja, necesito a la madre de las niñas en casa por que no quiero que sean hijas de nadie y tu más deberías saberlo que no has tenido el amor de tu padre, no les hagas esto a las niñas.

Malú bajo la cabeza muy avergonzada.

-Malú quiero que me digas una cosa, que seas sincera dime si te vas a comprometer de verdad o voy a tener que hacerlo yo sola, por que no lo voy a tolerar más.

Vino a mi y me abrazo.

-No estes más enfadada, no volverá a pasar más te lo prometo, las cosas van a cambiar.

Y entonces paso me beso como solo ella sabe hacerlo, me hizo perder el sentido en segundos, enseguida entramos en combustión.

-Tranquila amor siente no hay prisa.

Solo ella sabía con solo besarme y caricias llevarme al límite pero hoy íbamos a probar otra cosa, hacía días que tenía manía, Malú tenía un aparatito con mando a distancia  le dije que quería probarlo y la sonrisa se le ensancho no podía sonreír más, me explico como funcionaba, me lo encajo en mi sexo, empezó con la intensidad cada vez más fuerte y con sus caricias y sus besos y el aparatito pensé que me había meado del tremendo órgasmo al que me llevó, fue increíble y menos mal que las paredes están insonorizadas por que mis gemidos y mi grito final hubieran llegado a toda la isla y eso más le ponía a mi chica.

Malú nunca tiene bastante saca energías donde no las hay por que a mi me deja muerta pero con más caricias y besos vuelve a encenderme la mecha y esta vez volvió a ponerme el aparato y se acostó encima de mi cuerpo encajando su sexo con el aparatito para sentir lo que yo, empezó con intensidad floja y fue aumentando hasta que llegamos a otro sonoro órgasmo y no menos brutal que el primero.

Se dejó caer a mi lado las dos sudadas  del esfuerzo, las dos mirándonos sonríendo por que cada vez era diferente, ninguno era igual, Malú es una diosa, sabe hacer magia con sus manos y su boca, sobre todo me sabe demostrar que no es solo sexo en cada acto, en cada caricia y beso sin falta de palabras me  dice lo mucho que me ama, tiene sus defectos, nadie es perfecto pero intenta cambiar y no solo ella yo también lo hago para las dos todo esto es diferente y tenemos que luchar juntas para que funcione, por que la vida no nos regala nada sin luchar y esto lo vamos a construir con nuestras manos.

-Te amo.....

Me dice en el momento que mi cabeza se apoya en su pecho.

-Te amo.....

Le contesto yo.

Mi jefa Where stories live. Discover now