Cap 51

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El sexo con Gabriela era muy bueno, el mejor que había tenido hasta ahora , eramos de bastantes arrebatos  de aquí te pillo y a qui te mato, había algo en ella que como iban  pasando  las semanas me decía que no era lo que parecía, había momentos que me sentaba utilizada por ella.

Después del sexo siempre me pedía algo.

- Amor que blusa más bonita y esos tacones, me los podías dejar, tengo una cena con los compañeros de trabajo.

-Claro coge lo que quieras

Y así muchas veces ropa que nunca era devuelta y eso que yo le regalaba para que no se llevara lo mío.

Después de un buen polvo en mi casa, la vi revolver entre mis cosas.

-Que haces?

Le dije aún desnuda.

-Buscando algo de ropa Bonita.

-Gabriela no me gusta que revuelvas mis cosas, si quieres  algo me lo pides.

-Hay amor soy tu novia.

-Que seas mi novia no te da ningún derecho y sabes que me molesta mucho que lo hagas, te lo he dicho en repetidas veces.

Al final siempre cedia y ya tenía ella más cosas mías en su casa que en la mía.

El colmo fue una vez que fuimos a un centro comercial de compras, entramos en una tienda de zapatos para nada barata, empezó a probarse de toda  clase de zapatos de tacon, botas  hasta que encontró una a su gustó.

Te gusta mi amor?

Me pregunto, aburrida mirando el móvil ya que llevabamos horas en la tienda y ya me dolía la cabeza.

Las mire eran bonitas pero muy caras si a ella le gustaban y se quería gastar ese dineral pues aya ella.

-Son bonitas cogelas.

Pero cuando fuimos a pagar me dice toda seria delante de la dependienta.

-Cariño pagalas.

Cariño pagalas, había escuchado bien, la dependienta me miraba y Gabriela sonreia.

-Pues mira tu por donde no llevo las targetas encima, tendrás que pagarlas tu.

Se puso seria la sonrisa desapareció de su cara, miró a la dependienta y le dijo.

-Perdone guardelas voy a sacar dinero y vengo.

-Si no importa.

La dependienta las dejo a un lado, Gabriela se encamina a la salida y yo detrás y ya fuera y un poco alejadas me suelta bastante cabreada.

-Me has hecho pasar mucha vergüenza, eres una mentirosa si tienes la targeta.

-Si la tengo pero no tengo por que pagar tus caprichos eres una abusadora.

Me asesinó con la mirada me señaló con el dedo dudo en lo que iba a decir  y al final solo dijo.

-Me voy a mi casa.

-Bien.

-Bien.

Una de las veces después de hacer el amor, seguía besandome, me acariciaba  me susurraba cosas y yo ya me imaginaba lo que venía después

-Cariño... Amor... Sabes mi vida...

-Que pasa....

Le decía aún con la respiración agitada.

-Necesito dinero...

-Mira pues yo también si conoces alguien que me lo preste a mi también.

-Es enserio!! Joder Gillian no me tomas en serio.

Mi jefa Where stories live. Discover now