Mi jefa

Cap 49

No paraba de restregarne los ojos escocian como el demonio, las letras en el ordenados se me hacían imposible casi verlas.

-Chica y esos ojos!

Preguntó mi amigo Leo dramatizando como solo el sabía.

-No se Leo escuecen.

Intente restregarne con las manos recibiendo un manotazo de su parte.

-Ahhhhh!! Bruto!

-Bruto yo bruta tu pero no ves como los tienes rojos hinchados hasta ensangrentados.

-Ala eres más bruto Leonardo.

Me coge de la mano y me arrastra hasta al bañó.

-Mira compruébalo tu misma.

Me puse delante del espejo lo veía todo borroso, Leo tenía razón y me asuste.

-Nos vamos directos al hospital.

-Hospital no Leo se me pasará.

-Se me pasará y hostias.

Me volvió agarrar arrastras cogió mi bolso y todas mis pertenencias, me daba pavor ir al hospital, mis experiencias no eran gratas nunca y como siempre me temía lo peor.

Leo conducía yo no loca podía hacerlo, me llevó al hospital de la empresa, nos mandaron a una salita, me sentaron como una invalida en una silla de ruedas, Leo a mi lado en todo momento hasta que una enfermera dijo mi nombre, Leo arrastró la silla dentro de la consulta y una voz agradable , la cara la veía bastante borrosa, nos preguntó que me pasaba.

-Hola soy la doctora Gabriela que le pasa?

-Que le pasa, pero mire usted misma sus ojos!

-Leo calmate....

Creo que mi cara se puso roja como mis ojos el tan dramático.

-Si si ya los estoy viendo pero tengo que preguntar....vamos a mirarlos ayudela a tumbarse en la camilla.

Leo todo nervioso hizo caso me ayudo primero a levantarme y luego acostarme en la camilla, la doctora de voz agradable con una linternita enfoco mis ojos maltrechos.

-Buffffffffff tienes una gran conjuntivitis.

-Es grave? Se va a morir?

-Leo calla....

-Jajaja no tranquilo unas gotitas en los ojos y unos antibióticos en unos días estará muy bien, eso sí nada de trabajar en unos días ni ordenador ni teléfonos que dañen la vista esos ojos bonitos tienes que descansar.

Volví a ponerme roja al escuchar ojos bonitos.

-Te voy a poner unas gotitas y veras como en un rato podrás verme mejor y te alegraré la vista.

Más roja ya no podía estar y encima escuchar las risitas del idiota de mi amigo y tal como hizo me puso unas gotas.

-Os voy a dejar un rato, luego vuelvo a ver como esta.

Escuche como la médico cerraba la puerta y entonces Leo se acerco a mi cara.

-Has visto Gigi como te tira la caña?

-Que dices inconsciente solo quiere ser simpática.

-Cuando un médico es simpático, que le has gustado.

-Leo no me lies, como se va a fijar en mi con estos ojos.

-Tu no la has visto como te ha mirado, te ha sonreído todo el rato, si pudieras ver lo hubieras notado.