Capítulo XXIII

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Me quité el uniforme y lo dejé todo ordenadamente, guardé y recogi todas mis cosas para irme a mi departamento, estaba más que agotada.

-Bueno, ya todo está listo. Cuando llegue la señora Ana dile que ahí dejé el registro de todo en el mostrador y que...

-¿Ya te vas? -me preguntó sin escuchar nada de lo que dije.

-Si, estoy cansada, quiero bañarme y dormir porque mañana debo ir al trabajo.

Tomé mi bolso y me acerqué al frente de el.

-No te vayas a aún, espera a mamá que se pondré triste si te vas así... -Agregó poniéndose de pie.

-Luego vuelvo, en serio solo quiero dormir.
Me acerqué a la puerta y desde ahí me despedí. -Hasta luego, Lisandro. Cuídate.

Abrí la puerta y sin decir o esperar algo más salí del sitio directo a la parada.

El día había salido como no lo imaginé, teniendo que presenciar cosas tan desagradables como el señor grosero y a la... Bueno, solo salió desagradable y agotador.

***Narra Lisandro***

Mientras andaba en mi móvil, no habían pasado tantos minutos de la salida de Hedel cuando entró mamá.

-¿Y mi querida Hedel? -Fue lo primero que dijo al entrar.

-Ya se fue, que se sentía cansada y quería descansar porque mañana debe trabajar.

-¿La dejaste ir? -mamá repuso con asombró.

-Ella quería irse...

-¡La virgen pero que tonto...! -Murmuro para si pero pude escucharla.

De allí mientras ella estába buscando unas cosas, le empecé a hablar y contar sobre unas cosas que me habían sucedido con Blanca pero ella solo decia "Ea, ea", no quería oirme, estaba molesta y no entendía el motivo.

-¿Pasa algo?

-No, nada. Ya me voy.

Me fui junto con ella a casa y a pesar que intenté hablarle ella seguía callada.

-Y algo gracioso que aconteció era que Hedel creía que Blanca y yo éramos novios.

-Cualquiera pensaría eso viendo como ella te envuelve con las piernas y los brazos. Es una lanzada y tu deberías de mantenerla en su sitio. -Me dijo seria.

-No digas eso de Blanca, ella te aprecia mucho.

-Pues a mi ella no me agrada en nada. -Respondió sin dejarme terminar.

Ante aquella respuesta incline un poco la cabeza, lleno de mucho asombró por su reacción. -Mamá pero... ¿Por qué te pones así?

Ella no me contestó y escuché como entró a su habitación dando un portazo.

-Primero Hedel, luego mamá... ¿Pero quien las entiende?

Me fui a mi habitación ante todo el show con mi mamá, pensando que no sé que les habrá hecho molestar, hasta que volvió a mi mente lo que me había estado diciendo Blanca.

Cada que podía me susurraba que me extrañaba y que deseaba estar aunque sea una noche conmigo. Haciéndome esas caricias con sus dedos y uñas largas. Cuando se iba fue cuando más parecía implorarme...

**Flashback**

-¿Iras esta noche? -Me preguntó otra vez- Ya te dije que estaré sola.

-Me habías dicho que le serias fiel a tu novio ¿que pasó con eso? Mira que no quiero lios.

Los ojos del corazónWhere stories live. Discover now