In a heartbeat - Hyunghyuk

Final

 Hyungwon se encontraba en la sala de estar, esperando a que el rubio terminara su ducha. Sus manos apoyadas en su mentón y sus codos sobre sus rodillas, pensativo.

En primer lugar, ¿qué había pensado en ir a buscarlo después de aquel revuelo que armó en su fiesta de compromiso? Lo normal era que hubiese ido a casa a descansar de todo aquello, pero no, había decidido ir en busca de la principal causa de todo aquello: Lee Minhyuk.

Gracias a él, estaba decidido a dejar todo atrás: su trabajo, su herencia, su padre... por supuesto que no estaba arrepentido de nada, solo no sabía qué era lo primero que mencionaría cuando el rubio saliera por aquella puerta del baño.

Se quitó el saco que llevaba encima junto con la corbata dejándolas a un costado, desabrochó cuatro botones de su camisa y terminó por recargarse completamente en el respaldo del sofá.

No sabía qué estaría por pasar en cuanto la figura de Lee Minhyuk saliera por aquella puerta y caminara hacia donde se encontraba él. Habían pasado muchas cosas y no encontraba la manera de describir cuál era su sentir en ese momento.

Por un lado sentía que se había quitado un enorme peso de encima al enfrentar a su padre y ya no tener más responsabilidades con la empresa, pero por otro lado seguía con el peso de hablar con Minhyuk y aclarar las cosas con él, a solas, sin nadie que los moleste y les impida hablar sobre sus sentimientos.

Sus nervios aumentaron cuando se escuchó la puerta del baño ser abierta y el rubio salía de ahí con su cabello húmedo cayendo por su frente, una camiseta holgada y unos pantalones de pijama también holgados. Minhyuk acostumbraba a vestir con ropa de ese estilo cuando trabajaba con Hyungwon en la empresa, pero sabía cómo combinar sus prendas. Ahora era todo lo contrario porque era como si le daba igual lo que trajera puesto y de alguna forma le parecía tierno.

El alto se incorporó cuando el menor de los dos se sentó en el sofá de enfrente, subiendo por completo sus piernas y cruzando las mismas. Echó un rápido vistazo a alrededor, como si todo fuera más importante que mirar al alto.

—Minhyuk, yo...

—Vaya directo al grano —interrumpió el nombrado.

Ahí estaba de nuevo, llamándolo de Usted. El cuerpo del alto se estremeció y su mandíbula se tensó. Ambos se miraron fijamente, era una especie de batalla, hasta que el rubio pareció perderla pues fue el primero en romper aquella conexión.

—Si así lo deseas —su semblante cambió por completo. Ahora parecía que los nervios estaban siendo remplazados por el enojo, pero trataba de controlarse. En ningún momento le apartó la mirada—. Si te traje aquí fue para hablar de una vez por todas. Quiero que todo termine y se aclare ya...

—¿Hablar de qué? Usted y yo no tenemos nada de qué hablar. Es más, si mal no recuerdo, debería estar ahora con su prometida.

—¿Puedes cerrar de una vez la maldita boca? —preguntó, odiaba ser interrumpido al hablar—. Maldita sea Lee, ¿crees que te he traído a mi apartamento para que me interrumpas cada que te venga en gana? Sigues siendo el mismo inmaduro desde que te conocí y desde que dejaste de trabajar para mí.

Hyungwon hizo una pausa, llevando sus manos hacia su rostro dándose cuenta de las estupideces que le hacía decir el rubio. Lo observó de nuevo, dándose cuenta de la expresión seria y de enfado que tenía. No tenía idea de cómo remediar aquello. Se puso de pie y comenzó a andar de un lado a otro pensando en lo siguiente que diría.

—Vaya forma de querer hablar —la voz de Minhyuk llegó a sus oídos. Cuando lo miró, el rubio estaba cruzado de brazos— ¿De qué quieres hablar exactamente?