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—Eres un completo idiota, ¿lo sabes?

Hoseok irrumpió en la oficina de Hyungwon, bastante molesto. Sin embargo, el alto suspiró pero no levantó la mirada para ver a su amigo.

—¿Se te ofrece algo?

—Sí, que me expliques de una vez qué mierda pretendes hacer con tu vida. ¿Acaso quieres terminar más miserable de lo que ya eres?

—¿Perdón? —por primera vez, el alto miró a su amigo con el ceño fruncido.

—En verdad te creía más inteligente. Te estás dejando manejar por tu padre y por ese estúpido viejo Jung.

—No te metas. Mejor enfócate en tu vida.

—¡Maldita sea, Hyungwon! —gritó y golpeó el escritorio— ¡Eres un imbécil! ¿Crees que no me doy cuenta de las cosas? ¡Tú no amas a esa chica, ni siquiera la quieres!

—Me voy a casar con ella, le guste a quien le guste.

—Deja de ser un cabrón arrogante —la respiración de Hoseok estaba agitada y se encontraba a punto de perder la paciencia.

No importara que el hombre frente a él fuese su mejor amigo, las ganas de partirle la cara no se las quitaría nadie hasta que lo hiciera. Mucho menos le importaba perder ese trabajo o enfrentar una demanda por parte de su padre; no se iba a arrepentir de haber golpeado a su amigo, porque eso era lo que necesitaba, una buena golpiza para que recapacitara y entendiera todo lo que estaba por cometer.

—¿Crees que la estás pasando bien? ¡Solo piensas en este maldito negocio y no en tu bienestar! No eres el único aquí que está teniendo malos días, imbécil. Si tan solo te hubieras detenido a pensar en las personas a tu alrededor, nada de esto estaría pasando; Minhyuk seguiría aquí y para este entonces ya te habría dicho lo que siente por ti.

—¿Lo que siente por mí? — Hyungwon preguntó sorprendido, se recargó en el respaldo de su silla— ¿Qué es lo que se supone que Lee siente por mí? Lo único que puede sentir ahora es odio... y realmente no me importa.

—Como lo supuse, no lo entiendes —Hoseok rió por lo bajo y negó—. El chico lleva enamorado de ti desde que lo trajiste aquí a trabajar para ti... y no me vengas a decir que tú no sientes nada por él porque lo he visto con mis propios ojos; el día que se casó tu hermana y no trates de negarlo porque cualquiera se hubiera dado cuenta de cómo te lo comías con la mirada.

—Cállate imbécil, esas son puras estupideces que estás inventando.

—Cree lo que quieras. Te confesé algo que Minhyuk nunca se hubiera atrevido a decirte en persona. Yo no le mentiría a mi mejor amigo, pero él se está mintiendo solo —dicho eso, Hoseok se incorporó y salió de su oficina dejándolo nuevamente solo.

Hyungwon enfrentaba mil y un sentimientos y emociones luego de que su mejor amigo se fue. No estaba del todo convencido de lo primero que había dicho, hasta sonaba absurdo.

Lee enamorado de él.

Lee enamorado de él... eso era lo más estúpido que le había escuchado decir a Hoseok.

Lee enamorado de mí.

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Simplemente estaba detestando la situación y la presencia de todos ahí. Chae Hyungwon no quería estar más rodeado de personas que celebraban algo que era completamente falso. Qué desperdicio, pensó.

Sentía la incomodidad, la tensión en el ambiente con solo tener a Jung Chaeyeon a su lado. Sin embargo, la chica no era capaz de decir algo que incomodara más de lo que ya estaba al mayor. Sus respuestas eran tan nobles y cortas, cuando él solo inventaba una excusa para librarse de esas preguntas básicas que les hacían a las parejas. Claro que todos se veían felices, pero la pareja principal no.

Hace un par de minutos que Hyungwon había salido de aquel abrumador ambiente, con una copa en mano hacia uno de los balcones. Tomar aire fresco era la opción más factible en esos momentos. Quería pensar en todo, lejos del ruido que hacían las personas en el interior hablando de negocios y cómo gastaban todas sus riquezas en cosas innecesarias.

-—¿Aburrido? —preguntó la inconfundible voz de Jung Chaeyeon. Hyungwon no volteó a verla.

—Solo estoy un poco cansado de todo el ruido ahí dentro.

—Entiendo —sonrió, pero el alto no se dio cuenta de eso, mantenían la distancia en aquel balcón. El silencio incomodó a Hyungwon y estaba a punto de hablar, pero la chica se adelantó—: ¿Sabes? No eres como mi padre te describió antes de presentarnos formalmente.

Hyungwon por primera vez en ese momento la miró directamente a los ojos, su ceño fruncido le hacía preguntarse cuántas estupideces inventó el viejo para hacerlo quedar bien frente a una chica de la que apenas lograba recordar su nombre.

—Me dijo que eras alguien encantador, muy esplendido y que irradiabas mucha energía positiva. Te describió como el hombre que cualquier chica quisiera tener a su lado —la chica suspiró. Hyungwon soltó una leve risa irónica porque no podía creer las cosas que le había dicho el bastardo del señor Jung a su propia hija—. Pero me he dado cuenta en este poco tiempo que llevamos saliendo que eres todo lo contrario... y no lo digo para que lo tomes a mal, es solo que no eres como el hombre que me dijo mi padre.

—Lamento haber roto tus expectativas y hacer que se le cayera el teatro a tu padre.

—Oh no, no lo has hecho —dijo inmediatamente ella—. Es solo que... tu cuerpo está aquí pero parece que tu mente se mantiene muy muy lejos, pensando posiblemente en alguien más —hizo una pequeña pausa—. No es de mi incumbencia pero escuché a mi padre hablar que el único hijo varón de los Chae era homosexual...

—Tienes razón, no es de tu incumbencia —dijo con un tono de voz duro, su mandíbula se tensó.

—Sea quien sea la persona que esté pasando por tu cabeza, debe ser alguien muy especial —la chica prosiguió, sin importarle la manera en la que Hyungwon le había hablado.

—No es nadie especial.

—Tal vez te cuesta aceptarlo. Tal vez lo amas, no sé de qué forma, quizá ni tú lo sabes..., pero ojalá algún día alguien se enamoré de mí como tú lo estás de ese chico —se tomó el atrevimiento de acercarse y darle un apretón en el hombro.

Hyungwon agachó la mirada, observando el líquido que yacía en su copa pensando una y otra vez en las palabras que la chica le había dicho.

—¿Sabes? Realmente lo detestaba cuando lo conocí; su manera de ser, la energía que trasmite, sus estúpidas aventuras cuando se dirigía a mi empresa... lo detestaba, todo de él lo detestaba. Hasta cuando otros chicos se acercaban a él y lo tocaban. —soltó una ligera risa, negando un par de veces. Ahora mismo no pensaba claramente y no quería hacerlo; debía expresarse—. Hasta hace poco que lo vi tan molesto, como si hubiera estado guardando ese coraje desde el momento en que me vio, me pidió su renuncia y por primera vez, después de meses solo volví a sentir un vacío enorme. Como si la persona más especial para mí se hubiera ido.

—A veces no siempre estamos seguros de si lo que sentimos es amor. Pero se convierte en eso cuando no ves más a esa persona o no hablas más con ella y te has acostumbrado tanto a tenerla cerca de ti que cuando se va... nos deja un sentimiento de vacío, tal como te sucede. Y deseas verla otra vez, cada día, porque la extrañas demasiado.

—Yo no lo extraño —dijo y Jung Chaeyeon soltó una ligera risa.

—Le diré a mi padre que yo terminé contigo. Quédate libre de todo compromiso conmigo, con él y su compañía.

—Chaeyeon...

—No, no te vayas a disculpar —la chica le regaló una cálida sonrisa—. Creo que ninguno de los dos es culpable de esta situación. Mi padre se encargó de montar todo este espectáculo, nosotros solo fuimos víctimas.

—Puede que tengas razón...

—Algún día espero encontrar a alguien que me ame tanto como tú amas a esa otra persona. Espero que seas muy feliz en la vida, Hyungwon.

In a heartbeat - Hyunghyuk Where stories live. Discover now