Prólogo

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Era una tarde de primavera; Chae Hyungwon se encontraba en una floristería comprando un ramo de doce claveles.

Se presentaba una de las ocasiones especiales para él, puesto que le propondría matrimonio a la chica con la que llevaba tres años de noviazgo. Se había estado preguntando si ya era de hora de hacerlo; pronto su padre lo dejaría al mando de su empresa y entre más pronto le diese nietos, mejor para él.

Salió del local con el ramo de doce claveles y se dirigió hasta su auto; colocó las flores en el asiento del copiloto y condujo hasta el edificio donde se encontraba el departamento de su novia.

Días anteriores ella le había dicho que no se encontraba bien de salud y Hyungwon le insistía en ir a verla pero ella, honestamente, se negaba a que lo hiciera pues podría contagiarlo de un terrible resfriado. Patrañas, pensaba Hyungwon. Él iría a verla para saber exactamente qué era lo que tenía.

Una vez frente al edificio, salió del auto con el ramo en una mano y antes de avanzar al interior, se aseguró de llevar el anillo dentro del bolsillo. Caminó al interior y saludó al portero con un asentimiento de cabeza.

Estaba emocionado por verla luego de casi una semana de no hacerlo; se estaba comportando infantil, pero ella era la única perChaea que lo hacía ponerse cursi.

Esperaba a que el ascensor bajara luego de llamarlo un par de veces pero fue imposible, pues nunca lo hizo. Lo único que quedaba era tomar el camino por las escaleras; subir seis pisos era pan comido para él pues uno de sus pasatiempos era ir al gimnasio a ejercitarse o relajarse luego de un duro día de trabajo. Subió los escalones casi corriendo.

En el transcurso, iba pensando en la expresión que pondría ella al verlo con un ramo de flores y una pequeña caja que contenía un anillo en señal de propuesta de matrimonio. Y es que habían compartido tantos momentos juntos durante los tres años de novios que realmente la amaba.

O eso era lo que él pensaba hasta ahora. Lo que vio enseguida hizo que el alma se le cayera a los pies.

Era su novia en la entrada de su departamento despidiéndose muy cariñosamente de un completo desconocido. Ella llevaba puesta solo una camiseta que apenas lograba ocultar su ropa interior. Aquella escena le dio completo asco.

Muchas emociones y sentimientos se mezclaron al ver a ese par: celos, rabia, tristeza, decepción. Lanzó el ramo hacia un lado, acto que captó la atención de la chica.

—Hyungwon —logró decir ésta.

En cambio, él no dijo ni una sola palabra. Se acercó a los dos y con toda la rabia que sentía, le soltó un golpe en el rostro al otro logrando tirarlo al piso.

—¡Hyungwon! —gritó sorprendida.

—¡Tú cállate! —espetó él señalándola— ¿No que estabas muy enferma? ¿Desde cuándo has estado viéndome la cara de estúpido? —la tomó de los brazos con fuerza sacudiéndola.

—¡Me lastimas! —chilló.

—No más de lo que tú lo estás haciendo ahora conmigo —la soltó con brusquedad.

—Por favor, déjame explicarlo. Entra conmigo al departamento.

—¡Qué cínica eres! No quiero escuchar ni una sola palabra. Ahora entiendo más que nunca las veces en las que fingiste estar enferma gravemente —les miró con odio— ¡Me dan asco!

Dicho esto, se dio media vuelta y se marchó rápidamente de aquel lugar.

¿Qué había hecho mal? ¿Es que no lograba abastecer sus caprichos? Tres años de noviazgo echados completamente a la basura. Salió del edificio y tiró la pequeña caja a uno de los contenedores de basura que había por ahí cerca.

¿Cuánto tiempo le había estado viendo la cara? ¿Por qué lo había estado haciendo? ¿Qué había hecho mal?

Había sido destruido en menos de un minuto. Se alejó en su auto de aquel edificio, pues era capaz de regresar y matar a ambos. Se sentía triste, pero las lágrimas no rodaron por sus mejillas; no valía la pena llorar por alguien así. No, no lo haría.

Se dio cuenta la clase de chica que realmente era y eso le daba una sensación de asco. ¿Cuántos más habían estado en la misma cama que una vez ellos compartieron?

Trató de ya no pensar en eso, pues solo se seguiría lastimando.

Y así fue que al pasar los meses, Chae Hyungwon siguió en búsqueda del amor de su vida, pero éste nunca llegó de nuevo. Decidió dejar las conquistas de lado, ya que ahora era responsable de toda la empresa que le había dejado su padre. Ahora su prioridad eran los negocios y al terminar el día siempre se dirigía al gimnasio a ejercitarse un poco.

Su vida había cambiado radicalmente desde aquella gran decepción que vivió con la que creía que era el amor de su vida.

Los días de luz de Hyungwon se habían convertido en penumbras.









Tengo mas fics nuevos que estaré publicando los siguientes días así que hasta que no termine de subirlos se reanudarán las actualizaciones de "Papá soltero" 💕

In a heartbeat - Hyunghyuk Onde histórias criam vida. Descubra agora