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Llegó a su departamento caminando con lentitud. Aún no tocaba el picaporte de la puerta cuando ésta fue abierta dejando ver a un Kihyun con un rostro de cansancio.

Tan pronto como vio al rubio, se abalanzó hacia él para abrazarlo.

—Me tenías tan preocupado, pequeño idiota —dijo tratando de que su voz no sonara entrecortada. Llevó una de sus manos hacia el cabello dorado y dejó varias caricias—. No me vuelvas a hacer algo así. Ayer ya no pude contactarme contigo porque me mandaba directo a la contestadora. ¿Dónde estuviste después del trabajo? ¿Qué te pasó en el rostro? —se separó de su amigo y tomó sus mejillas entre sus manos—. ¡Pero no te quedes callado! ¡Háblame!

—¿Puedo entrar primero al departamento y tomar una ducha? —preguntó sonriendo ligeramente. Tomó las muñecas de su amigo y las quitó de su rostro—. Te contaré al salir.

Kihyun no protestó más y asintió, siguiendo por la espalda al rubio. Estaba realmente preocupado por él. Se veía tan cansado y agobiado por algo, pero no preguntaría más porque su amigo ya le había asegurado que le contaría todo.

Ya dentro de la ducha, Minhyuk frotaba su cuerpo con la esponja llena de espuma, de una manera efusiva. Quería limpiar de su cuerpo todo sucio tacto que había tenido aquel hombre en su cuerpo.

Sus músculos quedaron relajados bajo la tibia agua. No quería salir de la ducha, pero sabía que en la sala de estar se encontraba su mejor amigo en espera de unas buenas explicaciones. Temía por su reacción. Ni siquiera sabía si contarle sobre que estaban a punto de abusar sexualmente de él, pero gracias a que Hyungwon llegó a tiempo, no le pasó nada.

—Es culpa suya —se dijo el rubio a sí mismo—. Él lo sabe, pero no quiso reconocerlo.

Tampoco hizo el intento de pedirle disculpas por haberlo expuesto así; por haberlo dejado andar solo en un lugar así. Era la primera vez de Minhyuk andando en un bar de noche, nunca pensó que especialmente fuese un hombre quien quisiera abusar de él. Aquel recuerdo lo volvió a atormentar. Parecía una pesadilla que nunca iba a dejarlo dormir tranquilo.

Salió de la habitación vistiendo una pijama, su favorita; la única que tenía. Desde el pasillo le llegó el delicioso aroma a chocolate caliente. Su mejor amigo estaba preparando un poco cuando Minhyuk entró a la cocina.

—¿Te sientes mejor? —preguntó Kihyun y el rubio asintió—. Te he preparado un poco de chocolate caliente. Sé que no te gusta el café.

—Gracias.

Kihyun tomó dos tazas en las que sirvió un poco del humeante chocolate caliente. Le tendió una a su amigo y ambos caminaron hasta la sala de estar. Tomaron asiento uno frente al otro. El castaño no quería volver a insistir en cuanto a las preguntas que tenía por hacer, así que esperaría a que Minhyuk tomase la iniciativa y le contara todo.

Luego de que pasaran un par de minutos en silencio, bebiendo del líquido caliente, Kihyun dio por hecho que no le iba a contar nada, así que estaba preparando una bomba de preguntas. Estando a punto de hacer la primera, se quedó callado cuando el rubio levantó la mirada.

—Anoche... Hyungwon me llevó a un bar a beber...

—Pero tú no has probado ni una gota de alcohol en toda tu vida —interrumpió el castaño— ¿Por qué te llevó a un lugar así?

—Lo sé —hizo una mueca, el tono de voz en su mejor amigo había cambiado por completo; estaba molestándose—. No sé la razón por la que me llevó ahí. Solo me ordenó como mi jefe que lo acompañara...

Continuó contándole el resto de la historia. No iba a omitir nada o a mentirle a su amigo y darle explicaciones innecesarias de los golpes que tenía en su rostro. Como era de esperarse, Kihyun estaba echando humo por las orejas.

—¡Pero ese tipo sí que es un imbécil! —Kihyun alzó la voz levantándose del sofá—. ¿Cómo se atreve a exponerte de esa manera? ¡Y peor aún! En un lugar de mala muerte.

—Pero Kihyun no pasó nada malo...

—No, por supuesto que no —dijo sarcástico y burlón—. Sólo que un tipo asqueroso intentó pasarse de la mano contigo y casi te deja marcado por el resto de tu vida. ¿Eso no te parece malo? —Minhyuk se encogió de hombros. Su mejor amigo estaba realmente molesto, pero tampoco era que le iba a ocultar las cosas; prefería contarle todo—. Con otra vez que Chae Hyungwon te vuelva a llevar a un lugar así o algo por el estilo, yo mismo me encargaré de matarlo con mis propias manos.

El rubio asintió. Tenía ganas de llorar, pero se iba a contener esas lágrimas. Realmente se había metido en problemas con su mejor amigo.

—Lo lamento —se disculpó Minhyuk, cabizbajo.

—Tú no necesitas disculparte por nada —comentó Kihyun, ya un poco más calmado—. El único imbécil aquí fue tu jefe. Es estúpido que te haya dado una maldita orden así. Que se vaya mucho al demonio —hizo una pequeña pausa—. Ahora ve a dormir y que mañana ni se te ocurra ir a trabajar a ese lugar.

El rubio sabía que no era buena idea discutirle una decisión a su mejor amigo, porque cuando tomaba una, nada lo haría cambiar de opinión. Aún así, solo sería un día que no iría a trabajar.

Se dijo a sí mismo que aquello había sido una mala experiencia que la puede vivir cualquiera. Lástima que esta vez le hubo tocado vivirla a él.

In a heartbeat - Hyunghyuk Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ