29

130 27 0
                                    

La mañana había llegado. Minhyuk apenas había logrado dormir un par de horas de los nervios. Era verdad que nunca se había atrevido a cocinar para alguien más, por eso aquella vez Hoseok logró reconocer el sazón de Kihyun, porque el rubio no metió ningún dedo en la cocina.

Aún así mantenía la motivación de querer llevarle algo rico a Hyungwon para desayunar. Kihyun se aseguró completamente de ayudarle a preparar lo necesario; había querido que el rubio le preparase hotcakes pero al alto no le gustaba lo dulce.

—¿En serio crees que se lo vaya a comer luciendo de esa forma? —preguntó Kihyun, soltando una ligera risa.

—¿Y por qué no lo haría?

—¿No crees que es muy obvia la referencia con una tortuguita verde y una blanco?

—Estamos hablando de Chae Hyungwon, no se da cuenta ni de lo que él mismo siente. ¿Crees que le dará un significado a un par de tortugas hechas de arroz?

Kihyun estaba por responder cuando sonó el celular de Minhyuk, indicando que era hora de irse a trabajar. Guardó con cuidado lo que preparó con ayuda de su amigo y se despidió de él, no sin antes haberle deseado mucha suerte.

Esta vez Kihyun le había prestado su auto para que así llegara más pronto a la empresa. Con un poco de suerte y estaba ahí antes que Hyungwon.

Con una enorme sonrisa adornando en sus labios, bajó del auto una vez que lo dejó en el estacionamiento; presentía que sería un buen día y que nada malo podría pasar. Se dirigió hacia el ascensor, el deporte nunca se le había dado bien al rubio y eso implicada subir escaleras.

Las puertas metálicas se abrieron más rápido de lo que esperaba y se sorprendió por un instante al ver al alto frente a él. Aún así le sonrió e hizo una reverencia dándole los buenos días.

—¿Irá a algún lado? —preguntó Minhyuk, siguiéndolo por detrás cuando el mayor salió del ascensor.

—Voy a casa.

—¿Ocurrió algo? ¿Irá a descansar?

—Olvidé unos documentos.

—Entonces no debería tardar en regresar, lo esperaré en su ofi...

—¿Vienes?

Minhyuk, quien ya había detenido su paso dispuesto a regresar al ascensor, se quedó congelado en su lugar al escuchar esa pregunta. Pocas veces fueron las que Hyungwon le llegó a preguntar algo así. El rubio no sabía qué responder; miraba la bolsa entre sus manos, indeciso e incapaz de hablar.

—¿Entonces? —resonó la voz del alto, haciendo que levantase la cabeza e inmediatamente asintió.

—¡Claro! Cualquier cosa que se le ofrezca, puedo ayudarle —dijo mucho más animado que antes. Caminó hasta estar frente a él y le extendió la bolsa entre sus manos.

—¿Qué es? —preguntó el alto frunciendo levemente el ceño y tomando la bolsa.

—Aquella vez no pudiste probar el desayuno que traje —de nuevo comenzaba a tutearlo—. Así que quise traerte otro desayuno y espero que te guste mucho. Me esforcé por prepararlo todo... aunque con un poco de ayuda.

—¿Seguro es para mí? —el alto alzó una de sus cejas antes de tomar la bolsa. Minhyuk asintió nuevamente.

—En cuanto puedas, cómelo.

Ambos caminaron hacia el auto del alto, se subieron a este y en segundos ya estaban saliendo del estacionamiento.

—¿Descansaste bien después de la fiesta? —la voz de Hyungwon resonó entre aquel silencio en el auto—. Desperté y ya no estabas en la cama.

In a heartbeat - Hyunghyuk Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu