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Los meses que Lee Minhyuk llevaba trabajando —perdiendo el tiempo— en la empresa de Chae Hyungwon, el alto pudo conocer algunos hábitos del menor.

Tenía un parpadeo irregular. También parecía ser amante del arte o algo por el estilo, ya que una de las muchas veces que Hyungwon llegaba de alguna reunión, encontraba al menor dibujando algún paisaje. Se asustaba o ponía nervioso cada que llegaba a su oficina sorpresivamente.

Últimamente le daba por meterse en la vida privada de las personas o escuchar detrás de las puertas. Miró a su alrededor para asegurarse de que estaba solo.

¿En qué estás pensando, Hyungwon? Él no estará por ahí escondido detrás de un árbol escuchando todo lo que dices.

Soltó un suspiro. Y es que el menor era demasiado torpe la mayoría del tiempo. Era una vitamina que deseaba a veces dejar de consumir, pero no podía porque sabía que igualmente la necesitaba.

Se acostó en el césped y cerró sus ojos dejando que el ruido de la naturaleza lo inundara interiormente. Quería poder ser capaz de aclarar sus ideas, poder aclarar una y mil cosas que rondaban en su cabeza.

—Hyungwon.

Escuchó su nombre en un suave susurro, como si la persona que lo llamó estuviera a tan pocos centímetros de él. No movió ningún músculo en lo absoluto, quería volver a escuchar ese suave llamado. De inmediato su mente viajó días atrás, en otra de las mil y un cosas torpes que hacía Lee Minhyuk.

Había sido muy tedioso ir por Minhyuk los días que tardó en acomodar los archivos que le había encargado acomodar al menor. Le sorprendía encontrar las cosas mayormente ordenadas y al rubio lleno de polvo, cada que se dirigía a anunciarle que ya era la hora de salida.

—Hyungwon...

Iban andando lejos de la bodega cuando el alto escuchó algo a sus espaldas, parecía que alguien había dicho su nombre en voz baja pero lo ignoró y siguió andando.

En su vida, solo había sido golpeado una vez en secundaria por un chico de tercer grado. Pero esto había sido completamente diferente ya que sintió un golpe algo fuerte en su espalda; sobresaltado y molesto se dio la vuelta solo para ver la figura empolvada de Lee Minhyuk con su zapato en mano y mirándolo con una amplia sonrisa.

—¿Pero es que usted está loco? Acaba de agredir físicamente a su jefe, ¿no le teme a la muerte? —alzó la voz acercándose de manera violenta al rubio.

—¿Temerle a la muerte? —preguntó confundido y asustado por la reacción que tuvo el alto. Luego de unos segundos chasqueó la lengua y frunció el ceño—. Le hablé un par de veces en voz baja para que se detuviera y usted me ignoró. A lo único que temía era que este animal le hiciera daño —se alejó del alto y se agachó para tomar de una pata la araña que yacía muerta—. ¿Lo ve?

Hyungwon se había quedado sorprendido por el tamaño de la araña. No tenía idea de cómo había llegado ese animal a su espalda. Sin embargo, por dentro estaba agradecido de que Lee hubiese estado ahí para matarla... eso, luego de querer matarlo a él por golpearlo sin más. Había sido también su culpa por ignorarlo.

—¡Hyungwon! —la voz de su hermana se hizo presente inmediatamente sacándolo de aquellos recuerdos; abrió los ojos— ¿En quién pensabas que estabas sonriendo?

—¿Estaba sonriendo? —preguntó ignorando el hecho de que sentía una sonrisa tonta mientras recordaba aquello.

—La decoración está lista. Son casi las tres de la tarde y la ceremonia es en tres horas. ¿Por qué no vas por Lee Minhyuk y Hoseok? Quizá sigan dormidos.

—Que así se queden —dijo con pesadez, levantándose del césped—. ¿Casi las tres de la tarde? ¿Cuánto tiempo pasó exactamente desde que salí?

—No lo sé. Pero hay que darnos prisa. SeoYeon ya se está arreglando y yo debería estarlo haciendo también —mencionó con una enorme sonrisa.

El camino a casa fue silencioso. SunHee se fue hacia la sala de estar donde la peinarían y también la maquillarían. Mientras que Hyungwon subió casi corriendo las escaleras ya que también debía estar listo para la boda de su hermana.

No iba a hacerle caso a su hermana, pero aún así fue a la habitación de Hoseok donde posiblemente también se encontraba Lee Minhyuk. Relamió sus labios antes de tocar.

No hubo respuesta. Eso le molestó y decidió abrir la puerta de todos modos. La imagen que vio en aquella cama, le causó un nudo en el estómago.

Ambos chicos se encontraban dormidos, pero en una posición algo comprometedora.

Hoseok ponía una pierna encima del regazo del rubio y lo abrazaba tan cómodamente como si de un peluche o almohada se tratara. Su rostro se encontraba escondido en el cuello del menor y ni uno se movía.

—Tsk.

Decidido, caminó hacia el lado donde se encontraba Hoseok. Observó la tranquilidad en la que ambos dormían y le dio por interrumpirla. Tomó el brazo del pelinegro que rodeaba a Minhyuk y lo jaló con fuerza logrando que éste cayera al suelo, solo así se despertó y el rubio también.

—¿Qué te pasa hombre? —preguntó Hoseok medio dormido y confundido—. Pudiste solo moverme, no era necesaria la agresión.

—Dense prisa. Son pasadas las tres y en menos de dos horas es la boda de SunHee con SeoYeon —miró a ambos.

Minhyuk se levantó inmediatamente para ir por la ropa que se pondría para el evento.

—Debo ducharme rápido —dijo el rubio buscando ropa más o menos decente para usar.

—¿Quieres que nos duchemos juntos? —preguntó el pelinegro, captando inmediatamente la atención de su mejor amigo.

—No seas idiota y ve a cambiarte tú también.

—¿No debes ir a cambiarte tú también, Hyungwon? —preguntó Hoseok poniéndose de pie y estirando un poco—. Dormí como un bebé —sonrió ampliamente al alto y le dio palmaditas en el hombro—. Si nos disculpas, aquí hay dos chicos que se quieren dar prisa —le guiñó un ojo y lo guió hasta la puerta.

—No tengo qué ponerme que se me vea presentable —escuchó al menor decir.

—Seguro hay algo, ¿quieres modelar para mí? —se escuchó decir a Hoseok antes de que cerrara la puerta dejando al alto fuera.

También escuchó cuando la puerta fue asegurada por dentro. Sin más, se dirigió hasta su habitación con un sabor amargo en la boca; tantas cosas que decir hace un par de segundos y ninguna palabra salió. 

In a heartbeat - Hyunghyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora