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Minhyuk llegó al departamento cerrando la puerta a sus espaldas y quitándose los zapatos. Soltó un suspiró y respingó al darse cuenta de que la luz en la sala de estar estaba encendida y Kihyun se encontraba leyendo un libro. El de cabello grisáceo volteó a verlo y le sonrió.

-¿Cómo te fue? -le preguntó en cuanto el rubio se recostó en el sofá.

-Nunca me había cansado tanto en el trabajo -soltó un nuevo suspiró y sonrió.

-¿Y por eso sonríes? -Kihyun frunció levemente el ceño, dejando el libro encima de la pequeña mesa de centro, y se cruzó de brazos recargándose completamente al respaldo del sofá-. ¿Qué cosas te contó Chae Hyungwon? ¿No era que querías saber más sobre él?

-Dime qué puedo llevarle de desayunar mañana -dijo evadiendo aquel tema. El rubio se incorporó en el sofá, entusiasmado-. Iré poco a poco. Me ha dejado que le lleve el desayuno el día de mañana y realmente quiero sorprenderlo. Tú tienes muchas recetas y te quedan deliciosas.

-Uhm -puso una mano en su mentón-. Aquí no tengo nada con lo que podamos prepararle algo. La mayoría de los ingredientes esenciales están en la cafetería, así que podemos ir mañana temprano a prepararle algo. Por cierto. En serio debemos despertar temprano, porque Jooheon necesitará el auto, el suyo está en el mecánico. Debe ir a su universidad a recoger algunos papeles.

-Está bien -asintió dando un par de pequeños aplausos.

-Ahora vamos a dormir, porque no sé si es peor despertar a Hyunwoo o a ti.

~🌱~

-Recuerda que en cuanto llegues, debes servirlo para que pueda comerlo como se debe.

-Sino, voy a la cafetería y que la cocinera lo caliente solo un poco -mencionó el rubio, mirando la bolsa que llevaba en mano. Dentro contenía un recipiente de plástico con el desayuno.

-¡Date prisa! Quizá llegues antes que él -dijo Kihyun dándole a su amigo media vuelta y guiándolo hasta la puerta de la cafetería-. Aun debo esperar a Changkyun y a Hyunwoo para que me ayuden a abrir la cafetería. ¡Anda!

Minhyuk salió del local caminando casi a zancadas. En serio esperaba estar antes en la oficina que Hyungwon, para que cuando éste llegase, ya encontrara el desayuno listo.

La imaginación del rubio estaba llevándolo a diversos lugares donde él y Hyungwon estaban solos en la oficina, como de costumbre, pero ahora entablando una conversación no laboral, sino de sus vidas personales. ¿Qué pasaría si el alto llegaba a sentir lo mismo que Minhyuk sentía por él? Eso lo haría el chico más feliz en todo el mundo.

Siempre escuchaba rumores entre las secretarias sobre que Chae Hyungwon había sufrido una terrible decepción. Aunque él no los creía porque así eran las personas; creaban y creaban chismes. Pero el que sí creía era que antes Hyungwon era una persona distinta a la que era ahora. Al menos Minhyuk lo conoció siendo demasiado reservado. Y lo creía porque Hoseok se lo había dicho.

-Él no es el mismo de antes -fueron las palabras que mencionó el pelinegro aquella vez.

Minhyuk aún veía la tristeza en los ojos de Hoseok.

Antes de entrar al edificio, el rubio reconoció a lo lejos el auto del dueño de aquella empresa. Hyungwon ya está aquí, pensó. Sentía un nudo en el estómago y una sonrisa adornó su rostro. Había llegado el momento de sorprenderlo con un desayuno preparado con ayuda de su amigo Kihyun.

No alcanzó a dar dos pasos cuando se detuvo en seco y aquella sonrisa se borró por completo y sintió que el alma se le caía a los pies. Sintió un extraño dolor en el pecho al ver que Hyungwon salía por las puertas de cristal en compañía de una mujer y como siguiente acto caballeroso, le abrió la puerta de copiloto para que ella entrase al vehículo.

¿Hacia dónde se dirigían? ¿Quién era esa mujer? ¿Podría ser una novia que tenía y que el rubio no sabía de su existencia porque el alto no le contaba nada? ¿De quién podría tratarse?

Sentía una tristeza en su corazón. Sabía que siendo él, no podía competir con un par de senos por delante y un cuerpo hermoso como lo era el de aquella mujer que acompañaba a Hyungwon.

El auto se alejó y se llevó consigo la felicidad con la que Minhyuk le había preparado el desayuno de aquella mañana.

Hyungwon quería que lo sorprendiera, pero el sorprendido fue él al verlo salir del edificio en muy buena compañía.

-¡Buen día, Lee! -saludó Hoseok una vez que el rubio entró. El pelinegro se detuvo frunciendo levemente el ceño al ver la cara del chico-. ¿Ha pasado algo de camino a la empresa? ¿O es que aún no despiertas bien? Has venido más temprano de lo habitual.

-Aún no despierto bien -comentó riendo por lo bajo.

-¿Qué traes ahí? -preguntó Hoseok, alzando una ceja.

-Ah, ¿esto? -alzó la bolsa y sonrió ampliamente-. Te he traído desayuno -en cuando mencionó esas palabras, el pelinegro alzó ambas cejas, sorprendido.

-¿Desayuno?

-Sí.

-¿Y eso? Creí que me odiabas después de lo que pasó con...

-Lo que haya pasado en ese entonces, ya quedó atrás. No quieras mezclar lo laboral con la vida personal y menos lo que pasó hace un par de años -dijo rápidamente inrerrumpiéndolo. Hoseok asintió y Minhyuk le extendió la bolsa.

-Espero que esté delicioso -comentó bromeando e hizo una seña con la cabeza al contrario-. Vamos a mi oficina. Sé que te pasa algo más y quiero que me digas qué es.

Minhyuk no podía mentir, era muy obvio en cuanto a sus expresiones y Hoseok se había dado cuenta de ello desde que lo conoció por eso sabía que le pasaba algo más. Sin otra cosa que decir, el rubio caminó detrás del pelinegro soltando un pesado suspiro.

~🌱~

-Pensé que tenías la suficiente vergüenza como para no pararte de nuevo en mi oficina -comentó con cautela, mirando a la mujer frente a él.

-Si no tuve la vergüenza para serte infiel, ¿crees que la voy a tener para darte la cara? -dijo burlona. Aquello solo le causó más coraje al alto-. Creo que estás muy equivocado, mi amor.

Mi amor. Cuánto asco le daba esa palabra viniendo de su boca.

Guardaron silencio cuando les fue dejado su pedido en la mesa. Hyungwon creía que una cafetería no era el lugar para hablar con esa mujer. Podría perder el control de sí mismo y tener el valor para matarla; un valor que no tuvo cuando la encontró con otro hombre. Claro que tampoco valía la pena convertirse en asesino por alguien que no valía nada.

-Estás muy equivocada si crees que caeré de nuevo ante tus malditas insinuaciones.

-¿Dudas que te pueda hacer caer de nuevo? -apoyó sus brazos en la mesa, dejando a simple vista su escote-. ¿Cuánto crees que pueda aguantar un hombre sin tener sexo?

Hyungwon soltó una sonora carcajada y negó.

-¿Piensas que después de ti, no hay ninguna otra mujer? ¿Qué me he estado dedicando solamente a mi empresa y no le pongo atención a mis necesidades personales? -preguntó con una sonrisa burlona.

-¿Y no es así? Me crees estúpida pero no lo soy, cariño.

Hyungwon no dijo nada, solo mantenía esa sonrisa burlona. No se permitiría a sí mismo dejarse envenenar por esa víbora. Aunque admitía que verla de nuevo, le recordaba el dolor que le hizo pasar aquella vez.

In a heartbeat - Hyunghyuk Where stories live. Discover now