26

107 26 0
                                    

Hyungwon entró con sigilo a la habitación. Minhyuk ya no se encontraba en la misma posición que lo había dejado, ahora el rubio tenía la mitad de la cama ocupada abrazándose de una almohada.

El alto se dirigió al baño para deshacerse de la ropa que había usado para la fiesta y la cambió solo por unos shorts. Salió con su ropa en mano y fue a dejarla sobre el sofá. Estaba tan agotado, mañana debía regresar nuevamente a Seúl y en esos momentos solo quería dormir.

Se encaminó a la cama y observó con atención la imagen del rubio; su respiración tan tranquila, con una ligera sonrisa en sus labios y unos cuantos cabellos despeinados. Subió con cuidado a la cama acomodándose de costado de manera que quedó frente al chico durmiendo.

—Eres un tonto, Lee Minhyuk... —su voz salió en un susurro y una sonrisa se hizo presente. Con su diestra quitó algunos de los cabellos que cubrían los ojos del rubio.

Se acostó por completo en la cama. Desde que comenzó el viaje a casa de su hermana, no había tocado para nada aquel colchón. Era la primera vez en todo el día que se acostaba en la cama. El viaje en auto le había dejado agotado; tampoco había dormido, hacía más de veinticuatro horas que no lo hacía, pero no era como si no estuviese acostumbrado a ello. No duró siquiera dos minutos con los ojos cerrados, cuando ya había caído en un profundo sueño.

Al amanecer, el primero en abrir poco a poco sus ojos fue el rubio. Los abrió por completo y miró por encima de su hombro alrededor en la habitación. No tenía idea de qué hora era pero debía despertar a Hoseok ya que ese día regresaban a Seúl. Se dio la vuelta para quedar de frente al pelinegro, pero su sorpresa fue que él no era quien estaba a su lado.

Chae Hyungwon se encontraba aún en un profundo sueño. Una amplia sonrisa se dibujó en los labios del rubio y de quedó mirándolo embobado. Luego recordó la noche anterior que estaban trabajando en un documento y otras cosas de la empresa, entonces se preguntó si Hyungwon había terminado de hacerlo ya que no supo a qué hora había caído dormido, ni siquiera recordaba haber caminado a la cama.

—Será posible que... —susurró con su corazón latiendo un poco acelerado—. Pero tampoco puedo preguntarle si lo hizo o no.

Suspiró. Hyungwon permanecía boca arriba y sus mejillas las sintió arder cuando se dio cuenta de que parte de su pecho estaba descubierto; sin ropa.

Bajó de la cama con cuidado y vio que sus zapatos estaban a pocos centímetros de él así que no perdió tiempo y se los llevó en la mano. No quería quedarse en la habitación esperando a que el alto despertara por lo que salió sin hacer el mínimo ruido. Cerró la puerta con cuidado y se dio cuenta de que Chae SunHee también iba saliendo de su habitación. Las mejillas del rubio ardieron más, ni siquiera sabía que aspecto tenía. La hermana de Chae lo miraba un poco crédula; no quería que se hiciera ideas que no eran ciertas.

—Buenos días, Minhyuk —sonrió amplio.

—Buenos días, SunHee —hizo una reverencia.

—¿Dormiste bien? Después de lo de anoche, yo terminé muy agotada —soltó un suspiro.

El rubio agachó la mirada recordando con quién había despertado esa mañana. Para ese entonces, no podía dejar más en evidencia su sonrojo.

Una puerta se escuchó abrir nuevamente, era la que estaba a un costado de Minhyuk. ChaeHyungwon hizo presencia en un abrir y cerrar de ojos. SunHee miró a ambos con los ojos completamente abiertos y el rubio caminó a grandes zancadas hacia la habitación donde seguramente Hoseok seguía dormido.

Entró sin previo aviso y cerró con seguro la puerta a sus espaldas. Fue a buscar ropa para cambiarse la que traía puesta. No le importaba hacer mucho ruido, entre más rápido se despertara el pelinegro, mejor para Minhyuk. Fue al baño a darse una ducha rápida, se quitó toda su ropa y entró bajo el agua que ya estaba regulada a una agradable temperatura hacía un par de segundos.

La verdad que no estaba entendiendo ni un poco a cerca del comportamiento de Chae Hyungwon. Quizá ni él mismo se entendía. Lo único que lograba era confundirlo más y no tener una idea clara de lo que el alto podría estar sintiendo porque siquiera ambos eran capaces de decirse tal cosa.

Pero Minhyuk comenzaba a sentir un coraje por dentro. Su corazón latía fuerte de solo imaginar las cosas que podría llegarle a decir a Chae Hyungwon respecto a sus sentimientos por él y sus extraños comportamientos; frustración, era lo que sentía con todo eso.

—¿Puedo pasar? —la voz de Hoseok lo hizo respingar y salirse de sus pensamientos.

—Seguro —respondió el rubio y escuchó el ruido en la parte exterior de la ducha. Pasados un par de segundos, se aclaró la garganta—. ¿Hoseok?

—Sí —pronunció. Había empezado a lavarse los dientes.

—¿Tú crees que Hyungwon llegue a sentir algo por mí? Sabes a lo que me refiero, pero supongo que después de gustarle puras chicas... yo lo dudo.

Hoseok escupió la pasta y enjuagó su boca antes de incorporarse para responderle. En ningún momento miró hacia donde estaba el menor y suspiró manteniendo su mirada en el espejo frente a él.

—No sé con exactitud si siente algo o no, pero lo sospecho. Tampoco quiero que tus ilusiones crezcan si resulta ser lo contrario —hizo una pausa—. Pero puedo decirte que el día de ayer me demostró que quizá sí siente algo, pero le da miedo reconocerlo por sí mismo. Solo ha salido con chicas; se iba a casar con una... y que de la noche a la mañana venga un chico a confundirlo respecto a sus sentimientos... lo hace entrar en conflicto consigo.

Minhyuk asintió apesar de que el pelinegro no podía verlo. No dijo ni una sola palabra más y se quedó observando un punto fijo, tratando de analizar lo que había dicho Hoseok y pegarlo con todo lo que había estado sucediendo. Armar sus propias teorías no iba a funcionar ya que tarde o temprano debía enfrentar cara a cara a Chae Hyungwon. 

In a heartbeat - Hyunghyuk Where stories live. Discover now