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 Edificios enormes fue lo primero que vio Minhyuk al salir del auto. Supuso que eran más enormes a comparación de otros que ya había visto antes.

Un hombre de uniforme se acercó al dueño del auto y éste último le entregó las llaves de su auto. ¿Se podía confiar así en una persona? ¿Tanta podría ser la confianza para entregarle las llaves de tu auto?

Sin más, el de traje caminó hasta el rubio una vez que su auto fue conducido al estacionamiento. Minhyuk se quedó observando cómo el vehículo desaparecía hasta que fue interrumpido por la gruesa voz del de lentes.

—Camina. No debo perder más tiempo —mencionó acomodando su traje para verse más presentable.

Minhyuk anduvo detrás de él, viéndose pequeño a comparación de todo el personal a través de las puertas de cristal.

—Alto ahí —dijo el de seguridad al rubio, logrando que se asustara. Nunca antes había estado en una situación así. Quizá lo metían a la cárcel. Sus nervios estaban a flor de piel.

—Está bien —habló el moreno que ya estaba al otro lado de la puerta—. El muchacho viene conmigo y no porta ningún tipo de arma. Yo mismo me he encargado de verificarlo.

Aquello último sonrojó ligeramente las mejillas del rubio. El de seguridad lo miró un poco indeciso pero aún así le cedió el paso. El interior era realmente impresionante, las oficinas de los siguientes pisos alcanzaban a verse desde la planta baja.

—Buenos días, joven Chae —saludó con una reverencia otro hombre de traje.

Al escuchar eso, Minhyuk se sorprendió y miró a su alrededor en busca del hombre que mencionó el ajeno, pero no vio a ninguno alrededor, solo estaban algunas mujeres secretarias y otros de seguridad, hasta que por alguna extraña razón, vio que el de traje que andaba delante suyo se inclinó un poco, respondiendo el saludo del .

¿Ese hombre podría ser alguien importante en la empresa? Podría ser algún ejecutivo importante, algún socio del dueño de la empresa, hasta podría ser el hijo del dueño de esa empresa.

—Buenos días —solamente dijo eso y se encaminó a uno de los ascensores.

—¿Listo para la junta de hoy? —preguntó con una sonrisa que al rubio se le hizo demasiado fingida.

—Algo así. Nos estaremos viendo ahí.

Minhyuk estaba a punto de caminar detrás de él, pero el de traje lo detuvo poniendo apenas una mano en su pecho. El rubio se sorprendió e inmediatamente volteó a ver a Chae que andaba por el pasillo sin ninguna preocupación.

—¿Y tú qué haces en un lugar como este? —preguntó aquel hombre mirándolo como si de un bicho raro se tratara.

—Está bien. Viene conmigo —dijo el alto, dándose vuelta y ver que el rubio fue detenido por uno de sus socios.

El otro dudó por un segundo y examinó con la mirada a Minhyuk.

—Debería pasar por una revisión con los de seguridad. No confío en la gente de su tipo.

Chae rodó los ojos al escucharle decir eso.

—No es necesario eso. Él es inofensivo —el otro asintió y Chae le hizo una seña con la cabeza a Minhyuk—. Andando.

El rubio se encaminó cabizbajo hasta donde se encontraba el alto con gafas oscuras. ¿Hasta cuándo se las iba a quitar? En todo caso, ya no había sol puesto que estaban bajo techo. Antes de que las puertas del ascensor se cerraran, alcanzó a ver que una de las mujeres de recepción le miraba, por lo que él le regaló una amplia sonrisa mientras que ella sólo rodó los ojos y se volteó a otro lado. Haciendo una mueca, Minhyuk se dijo que quizá no le agradó o ella vivía demasiado amargada. Quizá no le gustaba ese trabajo. O quizá. . .

In a heartbeat - Hyunghyuk Where stories live. Discover now