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 El rubio estaba estresado porque no encontraba algo bueno entre la ropa que llevó. Además sentía un vacío dentro, como si algo se le estuviera olvidando.

Pasaron un par de segundos cuando cayó en cuenta de lo que se le estaba olvidando. Ahora se dedicaba a buscar con desespero su celular.

—No tengo qué ponerme y además olvidé llamarle a Kihyun —dijo más para sí.

Pero era demasiado tarde cuando nuevamente se dio cuenta de lo que acababa de decir. Había olvidado el lugar y con quién estaba en ese momento.

Hoseok estaba buscando la ropa que se pondría cuando al escuchar ese nombre, fue como si le hubiese caído encima un balde de agua fría. Su corazón se detuvo por un instante, sus ojos se abrieron por completo y se dio la vuelta para mirar al rubio. Creía que había escuchado mal pero al ver el rostro del menor, no pudo deshacerse de ese pensamiento.

—¿A quién dijiste que olvidaste llamar? —preguntó Hoseok, tembloroso acercándose al rubio, esperanzado de no haber escuchado mal.

—¿Eh? ¿Qué? —un Minhyuk nervioso se hizo presente—. A nadie, a nadie. Hace tiempo que no sé de él y... y... pues...

—Cuando nos volvimos a encontrar... tú me dijiste que no hubo más comunicación entre ustedes dos desde que terminó conmigo.

—Eh, yo...

—¿Qué es lo que está pasando realmente, Lee Minhyuk? ¿Dónde está Kihyun?

El rubio respiró profundo antes de poder mirar directamente a los ojos al pelinegro. Soltó el aire contenido en forma de suspiro, un suspiro pesado.

—Escucha, en estos momentos no puedo explicarte las cosas —dijo al fin, pensando con cuidado sus siguientes palabras y las posibles consecuencias que atraería el hablar de Kihyun con Hoseok—. Al caer la noche y cuando volvamos a la habitación te explico todo, ahora no pienses mucho en eso y vamos a cambiarnos.

Aunque Hoseok asintió, Minhyuk sabía que le estaba pidiendo un imposible. Se maldecía una y otra vez por haber pensado en voz alta y que el nombre de su mejor amigo quedara al descubierto con Hoseok presente. Sin embargo, trataba de tranquilizarse a sí mismo diciendo que eso tarde o temprano iba a suceder; Kihyun debía aceptar que no podría esconderse tanto tiempo del pelinegro.

Ya habían pisado una vez la cafetería de su amigo, algún día Hoseok iba a descubrir dónde se escondía Kihyun.

Hoseok fue el primero en meterse a la ducha y en ese tiempo, Minhyuk aprovechó para salir de la habitación y marcarle a su mejor amigo. Al principio estuvo completamente disgustado porque ya habían pasado varias horas desde que no le hizo una llamada o le mandó algún mensaje.

—Lo lamento, pero estoy bien —dijo en voz baja, estando al pendiente del ruido en el interior de la habitación.

—¿Por qué hablas en voz baja? Parece que te escondes de alguien.

—Por el momento no lo hago —río por lo bajo—. Te mantendré informado de cualquier cosa en cuanto tenga el tiempo disponible.

—Está bien, con que me mandes una carita sonriendo sabré que estás bien.

—Lo estoy. Los extraño mucho, saluda a los chicos de mi parte.

—Lo haré. Ten cuidado.

—Sí.

Colgó y entró de nuevo a la habitación. Hoseok acababa de salir solo con la ropa interior puesta, pero a Minhyuk no le importaba aquello. Sí, no había tenido la misma reacción con Hyungwon, pero tampoco se atrevía a mirar el cuerpo semidesnudo del pelinegro. Tomó su ropa y se dirigió al baño, debía darse prisa si quería estar listo.

—No cierres la puerta —le indicó Hoseok.

—¿Cómo que no? Me iré a duchar.

—Solo no la cierres.

—No le pondré seguro, pero toca antes de entrar.

—Está bien.

Entró y cerró la puerta a sus espaldas. Se quitó rápidamente la ropa antes de que a Hoseok se le ocurriera ir y tocar; entró a la ducha y cerró la puerta. Agradecía que no fuera de esas transparentes.

—Por cierto —escuchó la voz del pelinegro luego de que abrió la puerta. Aunque no lo podía ver a través de la puerta, Hoseok respetó su privacidad no mirando hacia la ducha— ¿Por qué estabas durmiendo conmigo? ¿No tenías una habitación para ti?

—Sobre eso... resultó que la última habitación estaba ocupada por Chae Hyungwon. No podía quedarme a dormir ahí de todos modos.

—Lo sabía —dijo apenas entendible, ya que estaba lavando sus dientes con su cepillo personal. Escupió la pasta sobrante y se incorporó para volver a cepillar.

—¿El qué? —preguntó el rubio terminando de enjuagarse el cabello lleno de espuma.

—Que Hyungwon estaba aquí. Creí que iba a llegar más tarde, pero cuando fui a dejar el auto del otro lado, vi el suyo.

—¡Y en qué momento me lo ibas a decir!

—No hubo tiempo de hablar. SunHee nos subió de inmediato. Quizá a ella también se le olvidó que su hermano ya estaba aquí y no dijo nada —dicho aquello, el pelinegro limpió bien su boca.

—Siempre quedo como un tonto frente a Hyungwon en circunstancias como esta. Ni siquiera sabía que tenía una hermana.

—Da igual. Date prisa.

La puerta se escuchó cerrarse al mismo tiempo que también cerró los grifos del agua. Esta vez se aseguró de que la puerta estuviera bien cerrada luego de salir de la ducha envuelto en una toalla.

Se dedicó a secar completamente su cuerpo para después empezar a vestirse. Había elegido un pantalón negro y una camisa de vestir holgada color blanco. De calzado se pondría las vans con las que llegó y con las que se iría ya que había sido el único calzado que llevaba.

Salió del baño con el cabello ligeramente húmedo. Se quedó impresionado cuando vio lo elegante que iba Hoseok y le sonrió ampliamente.

—¿Irás a una junta con ejecutivos importantes o cómo? —se burló el rubio yendo por sus vans.

—¿Y tú? ¿No irás vestido así o sí?

—Bueno, creo que mi outfit es algo casual y me siento cómodo vistiendo esto. Además de que pasaré desapercibido con los invitados que, evidentemente, no conozco.

Hoseok se encogió de hombros. Al final tenía razón, pero dudaba que el rubio fuese a pasar desapercibido. De igual forma, trataría de no separarse de él para que no se sintiera incómodo.

Ambos chicos terminaron de arreglarse y salieron de la habitación. Hoseok cerró la puerta a sus espaldas y en ese momento otra se abrió llamando la atención de los dos. Hyungwon también estaba saliendo de su cuarto ya bien vestido.

Minhyuk desvió la mirada esperando al pelinegro que avanzara primero para seguirlo después. Y eso hizo, pero el alto también caminó hacia ellos en dirección a las escaleras. El rubio en ningún momento lo volteó a ver ya que se sentía avergonzado por haberlo presenciado hace un par de horas atrás, solamente envuelto en una toalla.

In a heartbeat - Hyunghyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora