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Había transcurrido una semana desde el encuentro de Hoseok con Kihyun. Ese mismo día, por la noche, Kihyun le contó lo que había pasado a su amigo y éste inmediatamente se disculpó por haberle dicho al pelinegro dónde podría encontrarlo; después se defendió diciéndole que dejase de huir del pasado y enfrentara el presente.

Kihyun ya comenzaba a fastidiarse de ver todos los días al pelinegro por la puerta de su cafetería. Ya se le hacía normal y lo veía como un cliente más aunque siempre recibía miradas por parte de Shownu y Changkyun, decidía ignorarlas, así como también decidía ignorar al chico que se sentaba en la mesa del fondo esperando a que el dueño del lugar lo atendiera.

Una noche en la que ya era hora de cerrar, Jooheon sacaba las bolsas de basura por la puerta trasera que daba a un pequeño callejón, de ahí vio a Shin Hoseok recargado en el capó de su auto, mirando su celular. Su semblante se puso serio y su mandíbula se tensó. Caminó hacia la salida se aquel callejón y lo enfrentó, casi estaban llegando a los golpes cuando Kihyun y Shownu salieron por la puerta principal de la cafetería para ver cómo ambos se gritaban; Changkyun ya se había ido a casa y Kihyun lo agradecía. No quería que el menor presenciara algo tan bajo como eso.

—¿Qué está pasando aquí? —llegó corriendo Kihyun y detrás del él, el más alto— ¿Qué les pasa? —se puso en medio de los dos, estirando ambos brazos para crear distancia.

—Él solo vino y comenzó a atacarme con palabras —escupió Hoseok, con la respiración agitada.

—Jooheon, ya hemos hablado mil veces de esto. No vale la pena —Kihyun lo miró.

—Vamos amigo, terminemos nuestro trabajo — Shownu se acercó a él y lo tomó con cuidado del brazo.

Jooheon no despegó la mirada del pelinegro hasta que estuvieron lejos de ese lugar. Antes de entrar de nuevo a la cafetería, Jooheon se soltó con fuerza del agarre del delgado.

—Deja de estarlo provocando —entre dientes, Kihyun apuntó el pecho de Hoseok.

—¿Estarlo provocando? ¿De qué demonios estás hablando? —el ceño del pelinegro se frunció y acomodó su chaqueta—. Yo estaba muy tranquilo en mi auto, esperándote y tu amigo salió de la nada a atacarme con palabras, ¿qué querías que hiciera? ¿Que me quedara de brazos cruzados dejando que me insulte y que dijera cosas que no tienen caso?

—Solo te pedí una cosa desde que pisaste este lugar. Te dije que te fueras, que no volvieras... ¿Qué tengo que hacer para que entiendas que ya no te quiero en mi vida? Lár-ga-te.

—¡Dame una maldita razón para que así sea ahora! —alzó la voz, exasperado. Kihyun retrocedió. Entonces el pelinegro suspiró y tomó con un poco de fuerza el brazo del menor para llevarlo hasta el callejón del que había salido aquel otro chico—. ¿Tienes algo con él? Dime, maldición... ¿Es por él que ya no quieres verme, que ya no quieres darme una maldita oportunidad? —lo mantenía sostenido de los hombros para que no intentara escapar— ¡Dímelo! —con la mano en puño, golpeó la pared a un costado del más bajo, haciendo que se sobresaltara un poco.

—Ese es el maldito problema —agachó la cabeza y sus ojos no soportaron más así que las lágrimas comenzaron a brotar—. ¡Ese es mi maldito problema! —con coraje, Kihyun golpeó sus manos en el pecho de Hoseok para después sujetar su chaqueta y atraerlo más hacia el—. Desde el primer día en que te conocí y hasta ahora, tienes todo de mí.

—¿Te das cuenta de todo lo que se fue a la basura por unos rumores que no tenían validez?

—Creí en ellos porque... todos hablaban de eso, todos conocieron todo de ti en el pasado... incluyendo Minhyuk. No tenía pruebas y tampoco dudas de que pudiste haberlo hecho —esta vez lo empujó lejos de él, soltando el agarre en su chaqueta.

—Si no hubiera cambiado por ti, no estaría aquí pidiéndote una nueva oportunidad, no estaría enfrentándome con quien nada tiene que ver con nosotros —hizo una pausa y pasó una mano por su cabello, inútilmente peinándolo hacia atrás, puesto que algunos mechones cubrieron su frente—. No me has respondido la pregunta que te hice... ¿tienes algo con ese chico?

—No Hoseok, no tengo y no he tenido nada con nadie desde que terminé contigo, ¿satisfecho? —preguntó, recibiendo una respuesta diferente a la que esperaba.

Hoseok se quedó en silencio por un par de segundos, tratando de pensar si esa correcto o no lo que quería hacer; conociendo al menor, su temperamento no era el mejor. Sin embargo no le importó, se acercó antes de que Kihyun pudiera hacer o decir algo, lo tomó de las mejillas ejerciendo un poco de fuerza para evitar que se zafara. La tensión entre ambos se hizo presente cuando sus respiraciones se mezclaron; ambos lo deseaban, Hoseok estaba seguro de ello.

—Debo irme —dijo en voz baja el pelinegro, mirando hacia los labios del menor.

Kihyun asintió y Hoseok lo soltó poco a poco. Sin voltear atrás, se apartó del cuerpo ajeno y caminó a su auto.

Cuando escuchó el motor encenderse y el vehículo alejarse, Kihyun dejó caer la espalda contra la pared, tratando de regular su respiración. Fue entonces que miró hacia la dirección de donde salió Hoseok, dándose cuenta de que aquel chico se había llevado consigo su aliento.

Shin Hoseok aún causaba sensaciones en su interior; las mismas que causó hace un par de años atrás.

In a heartbeat - Hyunghyuk Where stories live. Discover now