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Después de aquel pequeño e incómodo momento que pasó Minhyuk, Hoseok y él fueron a explorar un poco el exterior de la casa antes de marcharse. Luego de que salieron del comedor, no vio más a Hyungwon pero cuando subieron sus maletas al coche del pelinegro, ahí seguía el suyo. Quizá se iba un poco más tarde.

Se despidieron y agradecieron a las dos chicas por su amabilidad y hospitalidad. Así también como les dieron los mejores deseos por su matrimonio.

-Minhyuk, cualquier cosa puedes llamarme -le dijo Sunhee, entregándole una pequeña tarjeta con su número telefónico.

-Sí, gracias -el rubio le regaló una sonrisa y se escuchó el sonido de la cajuela cerrarse.

-Estamos listos para partir -anunció Hoseok.

-Nos estaremos viendo pronto, chicos. Tengan un buen viaje -Seoyeon se despidió de los dos chicos agitando su mano.

Subieron al vehículo y a los segundos de que Hoseok encendió el motor, se alejaron de aquella casa. Minhyuk al fin pudo soltar un pesado suspiro; escuchó la risa del pelinegro y volteó a verlo.

-¿Cuál fue la gracia?

-Ya te lo había dicho pero no está de más decirlo otra vez y es que en serio eres el peor actuando. Sé que sentiste la pesada mirada de Hyungwon desde su ventana -rió más fuerte y Minhyuk se removió en su asiento, un poco incómodo.

-Eso no tiene nada de gracioso. Uno no puede andar tranquilo en ningún lado porque ese hombre aparece como si trajera una especie de rastreador -se cruzó de brazos y bufó recordando el par de veces en las que Hyungwon sabía dónde estaba el rubio.

-No me sorprendería que te lo haya puesto sin que te hayas dado cuenta -el pelinegro le siguió aquella broma.

Por un momento, Minhyuk no lo dudaba pero tampoco era posible. Desde el incidente en bar, Hyungwon comenzó a actuar de manera diferente. Despertó en su casa, incluso aún oculto en aquel cuarto después de escucharlo discutir con Eun Ji, supo que se encontraba ahí...

-¡Es una tontería!

Hoseok soltó más fuerte la carcajada. Era increíble que el chico a su lado hubiese creído tal estupidez. Encendió la radio para que hubiese algo de ruido en el camino, a un volumen moderado. Era un poco más de mediodía así que esta vez Minhyuk podía disfrutar más el paisaje que habían recorrido por la noche.

En ningún momento hicieron alguna parada, igual que en el viaje de ida. Cuando llegaron a Seúl, el sol ya se había ocultado y las luces de los edificios y calles de la ciudad se hicieron notar. Minhyuk ya estaba más tranquilo; solo estuvo fuera un par de horas lejos de sus amigos y sentía que habían sido meses.

-No creo que sea buena idea que vengas conmigo, Hoseok. Kihyun ya está en el apartamento -mencionó Minhyuk al pelinegro después de pedirle que se detuviera una cuadra antes de llegar al edificio donde vivía con su amigo.

-¿Cuándo crees que podríamos encontrarnos? En serio necesito verlo y explicarle todo. Sino quiere regresar conmigo, al menos que no se quede con una mala imagen mía.

-Después del tiempo que ha pasado, no creo que pueda suceder eso. Kihyun tienen una imagen manchada de ti desde hace años, ¿crees que en un par de semanas vaya a borrarla?

-Esperaré el tiempo que sea necesario para poder demostrarle que esos rumores no eran más que una vil mentira.

Minhyuk dio leves palmadas en el hombro ajeno que tenía a su alcance en señal de ánimos y le sonrió. Después de ello, el rubio tomó sus pertenencias y salió del auto. Hoseok no arrancó hasta que se aseguró de que el chico desapareció por la puerta de aquel edificio.

Lo primero que hizo Kihyun fue abrazarlo cuando lo vio al abrir la puerta de su departamento. Por fin ya estaba en casa y podría descansar bien en su cama.

-¿En verdad hizo eso? -preguntó un sorprendido Kihyun, sentado a un costado de la cama del rubio. Él asintió.

Y es que le había contado sobre el comportamiento extraño que había adoptado el alto el día de la boda y que inclusive le hubo sonreído.

-¿Crees que haya significado algo?

-No lo sé, que de la nada te haya sonreído mientras entregaba a su hermana al altar... -Kihyun hizo una pausa-. ¿Y si sus sentimientos están cambiando? ¿Te has puesto a pensar en ello?

-Sí. Inclusive Hoseok me lo ha dicho... pero quizá ni el mismo Hyungwon sabe lo que siente. Un día me sonríe y ¿qué pasará mañana al amanecer? ¿De nuevo me tratará como siempre?

-Mañana iremos los dos temprano a la cafetería. Le llevarás algo rico de desayunar y esta vez tú lo vas a cocinar.

-¿Qué? No, no y no... yo no sé cocinar, ¿qué tal si no le gusta?

-Patrañas. Asegúrate de despertar temprano. Descansa.

Sin más nada que decir, su amigo se levantó de la cama y dejó solo al rubio en aquellas cuatro paredes. La última vez que le trató de llevar desayuno a Hyungwon, Hoseok terminó por comerlo pero por razones justas... ahora estaba seguro de que quizá ni uno de los dos lo comería porque la cocina no se le daba bien.

Pero había algo que lo mantenía con una pizca de motivación para esforzarse en preparar un desayuno; Chae Hyungwon.

In a heartbeat - Hyunghyuk Where stories live. Discover now