19.

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Ese martes salí del trabajo antes de que terminara mi turno, por lo que no me encontré con Jisung. Recién venía de dónde fue mi antiguo hogar, ya que tenía algunas pertenencias por recoger aún. Le entregué la llave a su nueva dueña y le pedí que no se deshiciera del mobiliario, a lo que ella aceptó diciendo que aún no planeaba moverse a la casa.

Me molestó oír esto último, sin embargo, no dije nada y sólo me fui. ¿Por qué tendría que sacarme en un mes si todavía no se movería? Ahora estaba incomodando a otras personas, aunque los señores Han son un amor y no parecían tener ningún problema con mi presencia.

Iba con el corazón pesado porque extrañaría mi hogar, el lugar que guarda tantos recuerdos y con el cuál tengo una fuerte conexión emocional.

—¿Necesitas ayuda? —escuché la voz de Seungmin frente a mí, quien venía acompañado de dos chicos.

—Hola. —agité mi mano con cierta desgana y le sonreí de la misma forma.

—¿A dónde vas?

—A la tintorería que está aquí cerca. Esperaré a un amigo ahí.

—¿A Jisung? —se acercó y tomó la manija de la maleta más grande.

—Sí —miré a los dos chicos que venían junto a él y les sonreí con amabilidad. Los dos poseían cabello oscuro, pero uno lo traía más largo que el otro—. Hola.

—Ah mira, ellos son Jeongin y Hyunjin.

—Hola. —replicó el más alto mientras que el otro dijo un "mucho gusto".

—¿Dijiste que ibas a la tintorería? —inquirió Seungmin otra vez, a lo que yo asentí y entonces los cuatro emprendimos rumbo— Y dime, ¿has pensado en lo que te dije?

—¿Lo que me dijiste?

—Cuando me preguntaste porqué te regalo flores y te respondí con "el número uno". ¿Lo has descifrado?

—Ah, eso... No, aún no logro entender a qué te refieres.

—Te estoy dando la respuesta y aún así no lo entiendes —rió burlesco—. Lenta.

—Hey, no soy buena con las adivinanzas, ¿okay? —me coloqué frente a él, yendo de espaldas— ¿Y si te dejas de misterios y me lo dices ya?

—Nop, no está permitido. Además, me gusta jugar contigo.

—¿Ustedes entienden a lo que se refiere? —ladeé la cabeza y miré a sus amigos que venían atrás.

—¿Que pienses en el número uno? —Hyunjin se colocó pensativo— ¿Ha...

Seungmin siseó agresivamente para callarlo.

—Si lo entiendes, no lo vayas a decir. —le advirtió Seungmin en tono amenazante.

—Yo no lo entiendo —Jeongin se encogió de hombros—. ¿Qué tiene que ver el número uno con que le des flores?

—¡Lo mismo me pregunto! —exclamé impaciente.

—Dejen que lo adivine ella.

—Eres muy complicado, Seungmin. —refunfuñé entre una mueca de desagrado.

Me quedé callada en la mayor parte del trayecto y hasta llegar frente a la tintorería porque iba abstraída en su estúpido acertijo.

—¿Que ese no es Jisung? —le oí decir. Alcé la vista y, en efecto, era él aproximándose a nosotros.

—Sí es. Muchas gracias por ayudarme, Seungmin —agarré la maleta—. Adiós, Hyunjin y Jeongin.

—Hasta luego. —dijeron al unísono y agitando su mano.

just another day ; Han JisungWhere stories live. Discover now