Una cálida sonrisa | Naruto Fem x Itachi

CAPÍTULO 22

—Bien, bien, para por un minuto —interrumpió Jiraiya—. He notado algo extraño, y es que parece que se te dificulta mucho moldear el chacra de la forma más sencilla, y eso no es normal. Según los reportes de Kakashi ya podías caminara por zonas verticales, pero con lo que veo no hay posibilidad alguna de que puedas hacerlo.

—¡Claro que puedo viejo pervertido! —bramó mientras cruzaba sus brazos.

—Pues no has podido mejorar en más de cuatro horas. Esto cada vez se hace más aburrido.

Naruto nuevamente empezó a caminar por el agua sus cuatro pasos y cayó. Jiraiya se acercó a la orilla a paso lento y cuando Naruto salió a la superficie le hizo un ademan para que fuera hacia él. Cuando estuvo parada frente a él, pareció observarla un segundo antes de alzar su camisa, eso la sorprendió y asusto, pero tan rápido como eso, en su mano se formó algo de chacra en cada dedo y le dio un golpe en su sello. Gruñó ante el golpe y el leve ardor que provocó el choque del chacra con su piel. Se levantó para gritarle, pero este simplemente la ignoró y se le dijo que intentara caminar nuevamente por el agua. Ella obedeció y para su sorpresa, fue bastante fácil de completar.

—¡Lo hice! —gritó victoriosa— ¿Qué hiciste en mi sello?

—Había un segundo sello que interfería con tu red de chacra primaria. Al ser la jinchuriki del Kyubi, tu chacra y la de él se fusionan con el tiempo, por lo que cuando se bloqueó al Kyubi, hubo un desequilibrio en ti, por ello no podías caminar en el agua. Supongo que Orochimaru fue el que te hizo eso, pero ya me deshice de ese problema. Tu sello original se mantendrá por algunos años, pero llegará un punto en el que será bastante débil y deberás tener en control absoluto a la bestia, así que entrena para cuando llegue ese día Naruto.

—Lo haré. Dominaré al Kyubi y así me convertiré en la Hokage Dattebayo —expresó feliz.

—Bien allí. —Le dio una caricia en la cabeza.

Naruto volvió a empezar a entrenar para mejorar todo lo posible en el ejercicio de caminar por el agua. Ahora estaba aún más determinada a entrenar para mejorar en su vida como Kunoichi.

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Estaba completamente frustrada cuando no pudo invocar más que un misero renacuajo. Jiraiya la había hecho firmar el Contrato de los Sapos unos días antes para el examen Chunin. Fue algo bastante extraño, ya que un gran pergamino salió de la boca de un sapo con el tamaño de un caballo. No bastó mucho para convencer a Naruto de firmar. Sacó un poco de su sangre de su pulgar y puso su nombre junto a las huellas de sus cinco dedos. Desde ese momento ha estado intentando invocar algo más que renacuajos, y su mayor logro hasta ahora ha sido ya han sido dos patitas.

—Vaya, así que realmente no puedes lograrlo mocosa —musitó Jiraiya.

—¡Esto es muy difícil! No entiendo cómo puedes invocarlos de forma tan sencilla —suspiró.

—Creo que tengo una idea de que hacer. Sígueme —dijo Jiraiya para empezar a caminar más dentro del bosque.

Naruto lo siguió hasta que llegaron a un acantilado bastante profundo. Era realmente impresionante para Naruto, sobre todo porque parecía como si una gran explosión hubiera ocurrido allí. Naruto por curiosa se acercó más, algo que favoreció a lo que tenía planeado Jiraiya. Este sin dudarlo la empujó para que cayera por el abismo. Naruto solo sintió un leve golpe en la espalda antes de que estuviera en caída libre.

«¿¡Pero que acaba de hacer eso viejo de mierda!?» pensó asustada y frenética. Su visión solo veía el oscuro fondo del abismo y con miedo solo se le ocurrió hacer el jutsu de Invocación para al menos tener un sapo que se trepara a la pared. Antes de que pudiera hacer las posiciones de mano, sintió que su mente se desvanecía y su visión se tornaba borrosa. En un parpadeo apareció en un lugar completamente distinto.