Yo no fui

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NOTA: Este capítulo será narrado en tercera persona (o algo así) ya que Nicole no aparecerá y será Naruto el que pelee y tal vez sea corto.

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Todos en las gradas veía como el rubio casi pierde la conciencia antes de que iniciara la pelea, tanto así que Kiba estuvo por salir de la arena mientras se burlaba del rubio, pero esto no fue así, lo que detuvo los pasos del Inozuka fue el aura no muy amable y la mirada que se posaba en su nuca, asustado giro la cabeza y pudo ver a Naruto, pero se sentía más diferente de lo usual, no era tan radiante como otras veces e incluso daba miedo su sola presencia. 
Todos en las gradas guardaron silencio, ninguno se atrevía a decir palabra alguna por lo que estaba sucediendo, más bien nadie podía dar crédito a lo que presenciaban, pero bien era sabido que el rubio era conocido por dar más de una sorpresa así que por el momento solo observarían lo que se avecina. 

El rubio poso una sonrisa ladina en su rostro, burlándose del castaño. 

—¿Doy tanto miedo que en cuanto me ves quieres huir?— Preguntó haciendo que la cara del contrario enrojezca debido al enojo.

Kiba bufo, molesto y regreso a la arena, algo inseguro de sus pasos porque sus instintos le decían que no debía de estar cerca de aquel que solía ser su amigo, pero su ego era más grande y sentirse perdedor no era propio de un Inozuka, aunque claro, si él supiese desde un inicio que  las cosas no serian favorables para el desde un inicio ciertamente yo correría.

—¿Tenerte miedo? ¡Ja! Por favor, no me hagas reír ¿Quién huiría de un debilucho cómo tú?— Firme, se puso frente al rubio y con esa sonrisa egocéntrica que le caracterizaba.

Pobre alma.

La pelea dio inicio y ninguno se movió primero, Kiba tenía la guardia alta al contrario de Naruto quien solo mantenía sus manos en el bolsillo mirando al rededor, con una mirada bastante aburrida y aquello hizo enfadar al castaño quien dejo su guardia y corrió hacía donde estaba el rubio con la intención de atacarle, este solo le miro y cuando estaba a poca distancia sonrió, con maldad, y saco una mano de sus bolsillos, señalo al contrario; con su mano simulo una pistola con la mano libre y luego de un momento una bala salió de la punta de su dedo, era de color rojo. 
Falló el tiro, o más bien el castaño lo esquivo pero le había rasguñado la mejilla cortándole y haciéndole sangrar, todos ahogaron un grito. Mirando en dónde había terminado impactando la bala y no había restos de que está hubiese chocado contra la pared.

—Lo siento, es lo más lejos que llegan por el momento— dijo como si nada mientras volvía a apuntar. 

Tras escuchar aquello el Inozuka arrugo la nariz, tratando de olfatear el aire y por alguna extraña razón pudo notar que el aroma de rubio no estaba, se había ido, como si hubiera desaparecido, miro a dónde estaba Naruto y solo pudo distinguir aburrimiento en su mirada, el ni siquiera iba en serio y por poco lo mata con un simple movimiento, el chico empezaba a preocuparse por su vida, pero como lo dije antes, su ego era más grande. 

Marcó una línea en la arena con su pie, si pasaba de aquel lugar era probable que recibiera otro ataque como el anterior y no quería arriesgarse a aquello, aún. El perro sobre su cabeza, por primera vez en un largo rato ladro, y éste inconscientemente se hizo a un lado, dónde antes estaba se escuchó un fuerte golpe y una nube de polvo se levanto en el lugar, cegando su vista y olfato, aunque no pudiese reconocer el aroma, volvió a retomar la guardia, aún más preocupado que antes y cuando el humo se disipo pudo observar un cráter en el suelo y sobre este a un muy molesto Naruto. 

—¿Quieres dejar de moverte? Ahora que tengo el control deseo acabar rápido con esto, irme de aquí y salir a explorar la aldea—Dijo. Las manos estaban en sus bolsillos otra vez y si miraban más de cerca su pie estaba justo arriba del cráter. 

El castaño gruño con molestia, aquel perdedor le estaba retando y aquello no le gustaba para nada, era obvio que toda está situación no le daba para nada una buena vibra pero no se rendiría tan fácil, sabía, o al menos quería creer, que Naruto era el mismo imbécil que hace años y que nunca le superaría. 

—Por supuesto cabeza hueca, yo también quiero acabar con esto rápido e ir a dormir un momento que tú me aburres demasiado— su usual tono, con burla y desprecio al de ojo azul. 

—Bien, por lo menos estamos de acuerdo en algo— sonrió como suele hacer. 

Nadie supo lo que paso después, ni siquiera los jonnin o el Hokage supo explicar lo que paso, pero tras aquellas palabras, todo paso tan rápido, Kiba estaba inconsciente en el suelo y Naruto a unos cuantos pasos de él, retirándose de la arena con una sonrisa triunfadora. 

Cabeza hueca 3 - 0 Niño perro 


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