Primero

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Ahora me siento en una película, era obvio que las cosas no saldrían como yo espero pero no pensé que me fuera a ir taaaaan mal, por no decir que como la mierda. Les hago un resumen rápido y mal narrado porque si no no es rápido. 

Luego de activar el chakra de Kurama y tratar de parecer alguien dura de vencer fue que todo cayó en picada, pues ahora peleaba, más bien, jugaban conmigo los chicos de Akatsuki me sentía como un ratón siendo perseguido por un gato que espera a que le de hambre para poder comer su presa, en fin, el primero en atacar fue Deidara con una pequeña bomba que solo te quemaría la piel, pero no funciono conmigo así que solo me cegó que ahora pensándolo bien puede que ese haya sido su objetivo desde el inicio, supongo que la experiencia hace al maestro pese a que era más grande que Naruto por unos cuantos años, yo en mi mundo tendría tal vez la misma edad que Itachi. 

¿O era el más joven que yo? 

Si mis cuentas no me fallaban, cuando Sasuke nació Itachi tenía seis años, y cuando el menor tenía seis u hermano tenía 12, se llevan seis años, entonces ahora el prodigio tiene 18 y no 21.

O por Dios soy una anciana. 

Un golpe en mis costillas con lo que parecía ser un tubo me hizo volar lejos, aun seguía impactada pero el golpe dolía como la mierda, mire a mi al rededor, ahora estaba rodeada de más árboles y probablemente muy perdida. 

Eres más grande que ellos. 

Suspire estresada, eso no podía ser cierto, digo Kakuzu tenía 100 años, había vivido un siglo y yo solo dos décadas y cinco sexenios. 

Nicole, tienes 21 años, ya eres de los tiempos de los dinosaurios, todos saben que estás vieja, por eso las ojeras en tus ojos no se van y la espalda te duele, las rodillas te truenan con el frío y tus muñecas no pueden siquiera levantar un vaso de agua durante mucho tiempo porque se pueden fracturar. 

Alce el rostro, viendo el cielo, unos niños me estaban dando una paliza, esto es tan humillante, de verdad que no quería pensar en mi edad porque luego vendrían más cosas como el estrés y la fatiga, el daño emocional, los traumas, los problemas. 

Tal vez el suicidio sea una buena idea. 

La oz de Hidan venía a mí a toda velocidad, yo solo agache la cabeza y me acosté. 

—No tiene sentido— murmure, pude escuchar sonidos de interrogación— Hidan, cuántos años tienes— alce mi cabeza, creo que podría llorar si me decía que era más joven que yo. 

Su cara demostró duda, luego confusión y finalmente una risa salió de sus labios. 

—La edad es algo sin sentido para mí— dijo como si nada, recargándose con estilo sobre su oz. 

Alcé una ceja dudosa, no tenía ni la más mínima idea de a lo que se refería, si esto fuera el mundo del que vengo bastaría con buscarlo en google, pero no, estoy aquí, sin tecnología, sin comodidades, sin que las personas sigan alguna moda o tenga que escuchar a los chicos peleándose por que equipo de fútbol era mejor, tampoco tenía que escuchar a las chicas gritar chillonamente cada de que veían una revista. 

Aquí los chicos se peleaban por saber quien era el mejor gennin o quien llegaría más lejos sin morir en el intento, apostaban sus vidas en un juego que era normal en mi mundo, qué tipo de vida llevan las personas aquí, si, no soy la persona más normal para dar un opinión, pero ahora noto porque el mundo no es normal, porque hay tanto conflicto. 

—Todos son niños, joder— leanté mi cabeza, decidida. 

Era mi momento, como la buena adulta que soy le daría una lección a estos chicos imprudentes delante de mí, ahora me comportaría como el típico anciano que creía tener la razón sobre todo y les inculcare mis creencias a estos chicos a base de madrazos. 

Perdóname Buda por golpear tan bellos rostros. 

Dije mientras juntaba mis manos y me acomodaba mirando el cielo. Me levanté poco a poco, el cuerpo me dolía como los mil demonios pero no importaba, era cuestión de tiempo para que Kurama lo curase y yo pueda seguir como si nada, a demás, e recibido peores palizas, esto no es nada. Todos me miraron expectantes, me había dejado de defender o querer intentar algo desde hace un rato y ahora solo estaba siendo golpeado pero está vez iría con la intención de poder golpearlos de verdad. Saque un kunai, o cubrí con chakra y lo levante a la altura de mis ojos, la punta del arma picaba con suavidad el interior de mi brazo que era visto por los oponentes. 

Me pondré seria desde aquí. 

Abrí mis piernas, doble mis rodillas e incline un poco mi cuerpo hacía adelante, me moví de prisa, lo más rápido que me era posible y mi primer objetivo era Deidara. 
El rubio era el más molesto por sus explosiones, pese a que no me hacían gran daño me obstaculizaban bastante la vista y el sonido, fui de frente, el sonrió con orgullo y metió sus manos a sus bolsas para sacar la arcilla, lance una bomba de humo y luego cambie de dirección, desde la derecha. 

Un clon apareció junto a mí, y luego otro junto a este, el último iría por el frente y, el segundo por la derecha y yo caería desde arriba, era la mejor estrategia que se me ocurría por le momento, pero si no funcionaba tendría que cortarle las manos y luego veremos que hacer. Deje caer cable por el lugar, tensándolo con chakra de viento, por lo que también era más filoso, estaba puesto en lugares estratégicos pero si las cosas salían mal tal vez le cortaría el cuello. 
El humo empezaba a disiparse y pude escuchar ruidos metálicos y ver luces y chispa, Deidara atacaba como podría y el clon igual, debía de encontrar el momento perfecto antes de que el segundo clon desapareciera o todo mi plan se iría por la borda. 

Y ahí estaba, Deidara se había quedado sin arcilla y ahora moldeaba más, me deje caer sobre el humo e hice un clon que trato de empujarlo a frente donde estaba el hilo pero reacciono a tiempo y una patada lo saco de combate. 

Pensé que era más competente. 

Lance un shuriken a él y luego un kunai, pudo esquivar el primero pero no el segundo y ahora iba un tercero escondido entre aquellos, retrocedió tan rápido como pudo y los hilos al sentir el peo extra se tensaron y después se movieron de lado a lado haciendo un ruido tan molesto, junte más chakra, era suficiente para mantenerlo amarrado pero  si quería moverse ería cortado en trozos. 

—Bravo— escuche detrás de mí, no hizo falta darme la vuelta para saber de quien se trataba, era Sasori— le tendiste una trampa desde el inicio— dijo como si nada viendo los hilos en mi mano y luego a mí. 

El no era mi segundo objetivo. 

Mi segundo objetivo y por difícil o complicado que parezca era la única chica del lugar, quien al tener ataques a distancia con papeles y estar echa ella de lo mismo sería un dolor en el trasero y no quiero arriesgarme a fallar en cuanto a la forma de deshacerme de ella sin matarla. 

Piensa rápido que el tiempo se acaba.



¡No Soy Él!Where stories live. Discover now