¡Un día con Kurama!

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¡Por fin!

Era domingo, lo que significaba día de descanso, o eso era lo que tenían planeado, ya que al despertarme fui prácticamente arrastrada a mi espacio mental, donde tenía mi verdadera apariencia.

—Oye mocosa, hoy te ayudaré a entrenar, así que apúrate a desayunar y salgamos a el bosque— Pude escuchar la voz de aquel perezoso zorro en mi oído, pero sabía que no estaba fuera de su sello, solo que estaba dentro de la reja sobre la cabeza de aquel señor anaranjado y gigante.

Bufé molesta, por Dios era mi día libre y debería de estar durmiendo hasta las ocho de la noche, pero ni siquiera en mi mundo dormía. Me levantaba todas las mañanas a las cinco, hacía mi desayuno preparaba mis cosas y salía rumbo a la U, al llegar sacaba todo y adelantaba trabajos, cuando tenían una gran fracción se los enseñaba a el profesor y me daba sus puntos de corrección, luego dejaban los exámenes y las pruebas en la misma semana, era como si sus maestros gozarán de atormentarnos, ya que normalmente me dormía las tres de la madrugada por hacer los trabajos. Y ni hablar de cuando eran en equipo, todo era una mierda, siempre me tocaba con los más holgazanes, ellos reunían información básica pidiendo que de ahí saque la explicación, la historia, propósitos, hechos, avances, gráficas y muchas cosas más de un resumen de wikipedia, así que cuando descansaba lo que hacía era dormir, y esto ocurría entre clases, ya que los hobbis me atormentaban, así como el leer o escribir por lo que me llenaba con palabras infantiles, mala ortografía y redacción en mi cerebro.

Así que no podía quejarme de nada a demás de el dolor físico, ya que nunca, pero nunca nunca había hecho tanto ejercicio como en el último periodo de tiempo, siempre estoy una mierda me cansaba más rápido y yo quería saber sobre la medicina ninja. Aún así estoy no serían fácil ya que no había ni un libro de medicina que no fuera básico, y si querías uno bueno tenías que comprarlo y digamos que no eran muy baratos, y al parecer así es todo el mundo, universo o universos.

Suspire pesadamente y me dirigí a la cocina, donde saque de la lacena los ingredientes de mi desayuno, el cual consistía en una ensalada de lechuga, fresa, piña, pepino y yogurt natural. Si ese era mi desayuno, era tan básico que podía sobrevivir comiendo de el durante toda mi vida. Tras desayunar salí de mi casa asegurando todas las ventanas y puertas, como dije no en vano me leía todo tipo de historias en la aplicación naranja para nada. Cuando estaba afuera de mi casa pude notar que apenas estaba saliendo el Sol.

—No me jodas, han de ser las cuatro— Puedo jurar que mi rostro daba risa, y mucha, pues esto parecía ser una maldita broma.

—Tu te despertaste y y sabías que no ibas a dormir otra vez solo vi la oportunidad y la tome— La Voz de aquel gran zorro se escuchaba adormilada y cansada, estaba molesta muy molesta.

Pero aún así partí rumbo a el bosque que estaba a el Norte de la aldea, donde estaba lleno de trampas y todo tipo de cosas, ahí podría mejorar mi habilidad física y mi puntería que por cierto era pésima. En cuanto a hacer ejercicio, si lo e hecho, solo que me daba mucha flojera, en mi adolescencia y niñez prácticamente múltiples actividades y ninguna me llamo la atención más que el campo de tiro, pero era mala con la puntería así que lo deje.

Después de casi atravesar toda la aldea llegue a mi destino como buena triunfadora, pero un dolor en el pie hizo que me detuviera.

Calambre.

¡Joder! Un calambre en la pierna, camine lento pero seguro, y después de unas cuatro trampas y casi dos homicidios hacia mi persona por parte del bosque llegue a lo que parecía ser una cabaña, el calambre seguía pero bien decía mi abuela, "La curiosidad mato a el gato" y yo siempre, pero siempre pensé que no era eso si no "O tal vez el gato se suicido tras saber la verdad" a poco no queda bien cheve.

¡No Soy Él!Where stories live. Discover now