Causa y efecto

Capitulo 33

No he salido se la casa de mis abuelos desde que Ash me dijo aquello, no tenía la necesidad ni las ganas de hacerlo, agradecí a mis abuelos que no preguntaran acerca de el, creo que comprendieron bien que es un tema delicado y aunque me preguntaran acerca de nosotros no les habría dicho nada, no creo que sus corazones lo soportarían.

Tres días pasaron ya y el sigue ahí cada que veo por la ventana, sino está afuera de su auto recargado en el mismo, está dentro de el, por lo general está dentro cuando hay mucho sol, pero aún así me parece algo impresionante que el este afuera desde que yo despierto hasta que cae la noche.

Más que querer hablar conmigo, parece que está cuidando de la casa como un guardaespaldas o algo así.
Yo estaba comenzando a querer dejarlo entrar, aunque fuera para tomar un vaso con agua, no sabía si es estaba comiendo bien o durmiendo de manera correcta.

Una sensación de culpa comenzó a recorrer por mi pecho pero me convencí a mi mismo de que esto es su decisión, yo no lo obligué a estar aquí ni nada parecido.

Solamente lo mire desde dentro pero esa sensación en mi pecho no desaparece. Seguí sumido en esos pensamientos hasta que mi abuela me trajo de regreso.

Eiji, ya es tarde y aún no te haz cambiado de ropa -.

¿Para que? Hoy no tengo trabajo y aún no toca ir surtirnos al mercado -.

Parece que lo olvidaste pero hoy tienes tu cita con el obstetra -.

¡Maldición! Es verdad, hoy tengo que ir por una revisión del bebé, hoy me harán una ecografía 3D para asegurarse que todo vaya bien con el.

...

Salí de casa junto con mis abuelos, Ash quien estaba dentro de su auto salió de inmediato al percatarse que deje la casa y lentamente se acercó a nosotros, saludó a mis abuelos con una reverencia, mis abuelos sólo lo observaron, Ash no les agrada mucho debido a mis rudas palabras sobre el y  el hecho de que estoy embarazado y el no está conmigo como es debido. Ash notó la falta de empatía de mis abuelos, no le tomo mucha importancia y me saludo a mi.

Eiji, buenos días - Sonrió - ¿A dónde van? ¿Necesitan que los lleve? -.

No es de tu incumbencia a dónde vamos y no necesitamos que nos lleves, nos gusta caminar -.

Entonces ¿Puedo acompañarlos? -.

No, eso no es necesario, nosotros nos retiramos, compermiso - caminé junto con mis abuelos-.

Nosotros seguimos nuestro camino pero Ash fue detrás de nosotros, aparentemente no le importó nada mis palabras.

¿Porque nos sigues? - pregunté un poco molesto -.

No los estoy siguiendo, da la casualidad que estoy caminando en la misma dirección que ustedes - dijo con una cara de satisfacción -.

¿Enserio? Te comportas como todo un acosador -.

Claro que no, nosotros solo vamos en la misma dirección-.

¿Entonces que haces afuera de mi casa todo el día? Llamaré a la policía por acoso -.

Eso no es así, yo solo estoy pendiente de mi hijo como un buen padre -.

No respondí, solo lo observé con sensaciones muy confusas dentro mío, no sabía si sentirme un poco feliz al ver cómo muestra preocupación o sentirme molesto al ver cómo me ignora y hace lo que quiere.

Ya no hablé más con el, solamente seguimos caminando con el detrás mío. Caminamos alrededor de 20 a 30 minutos, mis pies ya dolían, ahora ya no solo cargo mi peso, sino cargo el de dos personas, por su puesto me duelen los pies.

Llegamos donde el obstetra, di mi nombre en la recepción y pase de inmediato ya que llegué puntal a mi cita. Entré a la sala, acto seguido el doctor me preguntó quién era mi acompañante.

Al dar la vuelta, Ash estaba aún detrás mío entrando a la sala, lo detuve inmediatamente y lo empujé fuera de la sala, quise cerrar la puerta pero el la detuvo.

¿Que haces? Vete de aquí, la cita es mía, no tuya -.

Yo puedo pasar, soy el padre, tengo que acompañarte -.

No, no tienes, yo puedo solo, ni siquiera mis abuelos entran conmigo, así que tampoco lo harás tú, vete de aquí - dije molesto y cerré muy fuerte la puerta frente a su cara -.

Después de cerrar la puerta, me percaté que la cerré con mucha fuerza lo que ocasionó un gran ruido, me disculpé con el doctor por las molestias y procedimos con la revisión.

...

Todo salió muy en el la ecografía, el bebé parece tener muy buena salud al igual que yo y hasta ahora no hay riesgo de complicaciones durante el parto. Caminé hacia mis abuelos y Ash, les hice saber que todo iba muy bien y que les enseñaría las fotos de la ecografía una vez dentro de casa.

Ash preguntó por los resultados, le dije lo mismo que a mis abuelos, con excepción de la ecografía, eso ellos lo verán en casa y el no entrara en ella.

Me expresó su alivio y acto seguido me dió una caja muy grande de chocolates ¿De dónde salieron? El no trajo consigo chocolates  y tampoco venden eso el hospital ¿O si?.

¿Y esto? -.

Son chocolates -.

Si, puedo ver qué son chocolates pero ¿Para que me los das? -.

Son de agradecimiento, por hacer un buen trabajo con el bebé y en todos sus cuidados -.

Gracias pero no, será muy tedioso cargar con esa caja todo el camino de regreso -.

Yo la llevaré por tí y te la regresaré cuando estés en casa -.

Lo observé de arriba a abajo, no quise rechazarlo, su cara roja y un poco sudada me dice que esos chocolates no se consiguieron solos, no le objeté una palabra y sólo comencé a caminar hacia la salida.

Al llegar a casa el me hizo entrega de los chocolates, espero a que yo entrara a casa y entro a su auto. Hoy hace calor y camino todo eso conmigo y aún así estará en su auto bajo ese Sol. No me matara darle un vaso con agua.

Fui a la cocina, tomé un vaso, verti agua fría con un poco de hielo y se la llevé, no tuve que acercarme al auto, el se acercó inmediatamente al verme salir.

Toma, un poco de agua - estiré la mano y lo puse frente a el -.

Gracias... - tomo todo el vaso en cuestión de segundos -.

Solo es agua, no hay nada por lo cual dar las gracias -.

Pero ese simple acto me dice que aún te puedes preocupar por mi, gracias -.

Lo hice porque me diste lastima, no te hagas ilusiones -.

Agradezco todos los sentimientos que tengas hacia mi, aunque sean de lastima -.

Le arrebaté el vaso ahora vacío de las manos, me di la vuelta y entre a casa. El nuevamente está en su auto y yo nuevamente solo observo desde mi ventana, acción que se volvió constante en estos días, solo sentarme a observarlo...