Capitulo 8

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Lo primero que escuché al despertar fue mi alarma, muy temprano como siempre, 5 de la mañana, me talle la cara, cepille mis dientes, me puse ropa deportiva y salí a correr como todos los días, haciendo un recorrido de una hora. Regresé a mi casa, hice otra rutina de una más trabajando con pesas que tenía en una habitación  grande y extra de mi casa.

Terminé mi rutina, tomé un baño caliente, me vestí, tomé un pedazo de pan, me lo comí y bebi un jugo de naranja. Salí de mi casa en auto, llegué directo a trabajar mi empresa o mi futura empresa y comencé con todo el papeleo.

Me estaba esforzando al máximo para poder llegar al poder absoluto, tenía que llegar a cima no importaba cómo. Desde que era niño mi padre adoptivo me enseñó a manejar todo de ella, desde relacionarme con inversionistas nacionales como internacionales y aunque estaba agradecido de todo lo que me había enseñado, yo tenía una meta y era deshacerme de banana fish.
Banana es una droga disfrazada de perfume que se vende bajo la mesa y es de uso exclusivo para los alfas que al usarlo en los omegas los induce al celo, haciendo que pierdan completamente el control y que no puedan recordar nada al despertar, solo con una sensación de dolor e invasión total en su cuerpo.

Muchos de ellos habían reportado las violaciones pero tras falta de evidencia y falta de memoria de lo que sucedió no se podía proceder porque según a palabras de los omegas, en un momento estaban haciendo sus compras, sacando sus basuras o en alguna fiesta y en otro momento, estaban sobre sus camas con dolor de cuerpo.

Era fácil para mí ir directo con la policía y reportar todo lo que yo sabía acerca de esta droga disfrazada de perfume pero no podía enviar a Dino a la cárcel, aunque siempre fue alguien demasiado estricto y que me crío con una mano dura al final de cuentas, el me crió y no podía ser muy descarado con el y sobretodo que hay algo que falta... Estoy seguro de que yo estoy muy involucrado con ella pero no estoy seguro de como, lo único que se es que yo tenía al rededor de 20 años cuando se me habló de ella y siempre que había algún movimiento que involucrara a la droga me llamaban y aún me llaman Aslan, el nombre que me fue dado por mi padre biológico y que Dino me cambio al ser adoptado por el, al parecer no debía haber un registro con mi verdadero nombre en ningún momento que  tuviera que ver con banana fish, pero hay una pieza que mi encaja, recuerdo que Dino me habló de ella y me dijo que me haría digno de trabajar con ella y después... Solo recuerdo a Max a un lado de mi cama, cuidando de mi y diciendo que todo estaba bien.

Algo sucedió en ese tiempo, algo que yo no recuerdo pero estoy seguro que no es nada bueno que ya no
Así que la meta era clara, llegar a la cima para hacer desaparecer está droga sin afectar a nadie más.
Todos los días desde que me enteré de esta droga eso ha sido mi pensamiento y por eso me esfuerzo al máximo pero últimamente...
Últimamente hay un niño molesto que irrumpe en mis pensamientos, todas la mañanas que estoy ocupado empiezo a sentir hambre y una parte de mi esperaba un café y un platillo casero y como si lo invocara entra un joven omega con rasgos asiáticos, ojos marrones, cabello negro y brillante, con un atuendo sencillo pero al mismo tiempo atractivo, pantalones ajustados que resaltan sus curvas, camisas algo sueltas que dejan a la vista su clavícula, exponiendo su realmente blanca piel. Un arete que siempre usa en su oreja izquierda y un maquillaje discreto en el  que resaltaban sus labios y sus pequeñas mejillas.
Entró saludando con una sonrisa de oreja a oreja, haciendo entrega de mi habitual desayuno, que consistía a en un café americano recién hecho que compraba a diario en una cafetería cerca de la empresa y en un pequeño traste, esta vez era sopa de pescado.
Café y sopa de pescado... No era muy buena combinación pero sin así me lo comería, tenía hambre, mi estómago comenzó a acostumbrarse a tener una comida a esta hora de la mañana.

El se retiró e hizo tiempo afuera, porque a pesar de que podía llegar más tarde el siempre llegaba puntual para hacer entrega del desayuno.
Volvió a entrar una vez que termine la comida, el retiró el vaso desechable y guardó el traste en el que venía la sopa de pescado y se volvió a retirar.
Lo volví a ver hasta dentro de una hora, tiempo en el que llegaban los inversionistas para cerrar un trato, llegó listo con su cámara, hizo su trabajo como es debido. Después de un rato se retiraron todos en la habitación, excepto por un guardia de seguridad, el y yo.

Hubo un silencio hasta el que el comenzó una pequeña conversación, preguntando que tipo de comida prefería, jamás había pensado en ello, no tenía un gusto específico, simplemente comía todo lo que me dieran, fuera amargo, picante o dulce aunque a él yo le había dicho en las de una ocasión que no me gustan las cosas dulces pero eso fue simplemente para que dejara de llevarme cosas pero eso no funcionó, el no se rindió y termino aceptando el café americano sin azúcar, solamente para que dejara de insistir en descubrir mis gustos.

Quedé pensativo, analizando que le podía decir y simplemente respondí -Me gusta la comida picante- también preguntó acerca de cómo hacer más feliz con comida u otra cosa que necesitara pero también lo negué y dije que el café estaba bien.

Entonces el respondió y me dedico una gran sonrisa, aunque el siempre lo hacía pero está vez, la sonrisa fue tan cálida que sentí como recorrió por todo mi pecho, precedió a despedirse debido a que tenía más trabajo y se fue.

¿Que fue eso de ahora? El siempre sonreía pero ¿porque me sentía así?
Su cara estaba más iluminada que antes... Aunque ya lo había rechazado estaba permitiendo que se mantuviera lado y sin darme cuenta el estaba formando parte de mi día a día, todos los días el me traía un desayuno caliente, todos los platos eran muy bueno,podía sentir cuánto esfuerzo había en cada platillo que el traía y siempre me acompañaba a todos lados y aunque fuera por trabajo el estaba pegado a mi y ocasionalmente me tomaba del brazo que extrañamente yo no retiraba
También, ocasionalmente me traía cosas para decorar la oficina, como uns pequeña figura de lince que aún guardaba en mi cajón izquierdo de mi escritorio.

Pase el resto del día distraído, pensado en esa sonrisa que fue dedicada a mí y como combina perfectamente con esas curvas delicadas, nada vulgares pero que al mismo tiempo, quieres tocar y te hace preguntarte si una mano hasta para tomar por completo esa cintura...

Comencé a pensar seriamente en invitarlo una vez a comer, solamente para estar a mano por todas las comidas que me lleva a diario por las mañanas pero el día pasó,estaba seguro que la sesión ya había terminado, así que era hora de irme, me dirigí al lobby cuando de repente lo ví, el iba con su mochila por la espalda, de un momento a otro sentí como estaba más cerca pero más bien era que yo estaba caminando hacia el.
Al darme cuenta ya estaba platicando cara a cara con el, me quedé en silencio y estaba a punto de hacerle la invitación para comer abrí mi boca y de repente se escuchó un gran grito proveniente de la puerta

Era un alfa aparentemente, volvió a gritar y se estaba dirigiendo al Omega frente a mi, corrió a abrazarlo, los dos se abrazaron... Ellos, se estaban abrazando.
El mal educado alfa se disculpó y saludo sin dejar de abrazar al omega ¡Estaban tan cerca! El Omega se despidió y fue aún estando abrazado  de él y se alejaron hasta desaparecer de mi vista...
¿Que no te gustaba yo?

Causa y efectoWhere stories live. Discover now