141.TORNEO CHUNIN 4ªPARTE

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—...—Bakugo se quedó unos segundos en silencio, mirando a Temari. La joven y el chico esperaban ansiosos la respuesta del rubio ceniza. —Hace falta algo más que unas picaduras de mosquito para que quiera malgastar mi tiempo en matarte, coletitas.—por un instante pensó en  Itachi, Orochimaru y Kabuto. Ese pensamiento hizo que apretara los puños como acto reflejo.—Hace falta muchísimo más.—añadió con la mirada sombría.

—...—esta vez fue Temari, la que se quedó sin palabras. Apretó los dientes con fuerza y salió echa un basilisco de la enfermería.—¡Te arrepentirás de haberme dejado con vida, Katsuki Bakugo!—

—Lo dudo ...—murmuró Bakugo, mirando el suelo al recordar las muertes de la niña bandida y de los hombres que custodiaban a Uraraka en una de las guaridas de Orochimaru.

Temari no escuchó las palabras de Bakugo, debido a que ya se encontraba lejos de la enfermería. Y es que aunque solo se arrepentía de la muerte de la bandida, todas esas muertes aún le ocasionaban arcadas y pesadillas de vez en cuando. Cuando Bakugo alzó la vista, vio al chico pálido a un palmo de distancia examinándole el rostro.

—¿Qué cojones ....?—dijo Bakugo, enfurecido por la proximidad del chico, quiso darle un empujón, pero el chico lo esquivó con una agilidad sobrehumana.—Te repito la pregunta, ¿quién eres? Y no me vengas con la mierda de que eres mi fan.—

—Katsu ...—viendo la mirada que le ponía Bakugo, el joven rectificó.—Bakugo, ¿has matado a alguien?—cuestionó, ignorando la pregunta que le había hecho el rubio ceniza.

—¿A qué viene esto, bastardo?—dijo Bakugo, algo sobresaltado por la súbita pregunta del chico.

—Lo digo por como has contestado a esa chica y la cara que has puesto luego. Parecía que estabas recordando un suceso de tu vida.—explicó el chico.

—Mira me importa una mierda que no me digas quien eres, pero deja de tocarme los cojones.—exclamó Bakugo, marchándose también de la enfermería y, por tanto, ignorando la orden que le había dado la anciana enfermera.

—Pero, la enfermera  dijo que...—el chico siguió a Bakugo.

—¡Que le den a esa vieja!—gritó Bakugo, con paso ágil en busca de la arena del estadio.—¡Va apañada si cree que voy a esperarla! ¡Y tú deja de seguirme de una puta vez!—

—¡Es que aún necesito hacerte unas preguntas, Bakugo!—

—¡Pues que te den a ti también! ¡No pienso contarte una mierda, jodido acosador!—

Bakugo finalmente divisó la arena. Neji e Ino estaban ya combatiendo. La rubia parecía agotada. En cambio, a Neji no se le notaba ni una pizca de cansancio. El rubio ceniza se colocó en una de las primeras filas de las gradas. Al estar de pie molestaba a algunos espectadores que estaban sentados detrás de él.

—¡Aparta de ahí, chaval!—se quejó uno de esos espectadores que estaban viendo el combate en primera fila. Bakugo ni se inmutó y siguió allí viendo con una mueca de disgusto como Ino intentaba atacar a Neji, pero éste esquivaba los ataques sin ningún esfuerzo.—¡Te he dicho que te apart ...!—el espectador enmudeció al ver a Bakugo volteándose  con una mirada terrorífica y haciendo mini explosiones.

—¿Decías algo, viejo?—preguntó Bakugo, mostrando los dientes como un desquiciado. El espectador se apresuró a negar con la cabeza.–Ya decía yo.—

Bakugo volvió a centrarse en el combate. No sabía cuánto tiempo llevaban combatiendo, pero lo que sí sabía es que sin un milagro, Ino perdería. Y es que todos los ataques de Ino (taijutsu, lanzamientos de kunais y shurikens, distracciones con clones ...) los esquivaba sin necesidad de tan siquiera usar el Byakugan.

Katsuki Bakugo en KonohaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant