CAPITULO No. 75 - ¿Cómo podría dejarte volver a casa solo?

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Fu Yuanxun gruñó, la gente como Chu Hezhou, incluso cuando se va, tenían que ser sarcásticos con los demás.

"Pequeño Xi, en realidad no soy así, suelo ser muy majestuoso"

Fu Yuanxun levantó su brazo, mostrándole sus músculos.

"Je"

Zhai Xi se dio la vuelta y se alejó, ¡Cómo había podido estar con un pretendiente tan débil! ¡Realmente estaba considerando decirle que sí! ¡Eso fue demasiado!

"¡Vamos! ¡Pequeño Xi ¡Espérame! No vayas tan rápido"

Esta voz resonó en toda la casa encantada, Chu Hezhou maldijo en silencio en su corazón que se lo merecía, la gente como Fu Yuanxun no se le puede dar una mano, o va a querer más y más.

Después de salir de la casa encantada, Chu Hezhou y Ruan Xingshu devolvieron la antorcha al personal, Chu Hezhou sacó su teléfono móvil y encontró que Chu Yichen le había enviado un mensaje diciendo que tenía hambre.

"Pequeña uva, ¿Tienes hambre?"

Chu Hezhou le pregunto primera a Ruan Xingshu si tenía hambre, solo irían a comer si este tenía hambre.

Ruan Xingshu se frotó el estómago y asintió con la cabeza:

"Parece que un poco, ¿Las cosas del área de comida son buenas? Siento que no hay nada aquí que parezca bueno, aparte de ser caro"

"Eso es porque no vienes a menudo"

Chu Hezhou asintió y toco la nariz de Ruan Xingshu, sus movimientos mostraban cariño.

Cuando Chu Hezhou y Ruan Xingshu llegaron al comedor, el alfa noto que sus hermanos también habían llegado. Los niños llegaron justo a tiempo para toparse con Chu Hezhou que iba al baño y vieron a Ruan Xingshu sentado solo, los dos corrieron inmediatamente al lado de Ruan Xingshu, uno sentado enfrente y el otro al lado, los dos miraron fijamente a Ruan Xingshu.

"Hola, mi nombre es Chu Yile"

"Hola, mi nombre es Chu Yichen"

Los dos saludaron a Ruan Xingshu al mismo tiempo, sus ojos miraron al omega con el ceño fruncido, ¿Él era su cuñada?

"Hola chicos, soy Ruan Xingshu"

Ruan Xingshu, en silencio, se sentó un poco más hacia el interior, un poco más lejos de los dos, sintiendo que esa mirada era poco amable.

Los niños se miraron durante un rato, y los dos le hicieron preguntas a Ruan Xingshu como si fueran una serie de disparos.

"¿Es usted nuestra cuñada?"

"¿Cuántos años tienes?"

"¿Eres el que mi hermano trajo a su habitación la última vez?"

"¿Realmente puedes soportar a un perro como Chu Hezhou, aun con su temperamento?"

"¿No te domina?"

"¿Buscarás ayuda cuando te golpee?"

Ruan Xingshu se quedó atónito con los dos, y para cuando hicieron la tercera pregunta, Chu Hezhou ya estaba a un lado mirándolos. Pero estas dos cositas estaban de espaldas a Chu Hezhou y sus cabezas se volvieron para mirar a Ruan Xingshu, sin saber que Chu Hezhou estaba detrás de ellas.

"Eso ......"

Ruan Xingshu señaló detrás de ellos, y los niños se dieron cuenta de lo que estaba pasando e inmediatamente cerraron la boca, girando la cabeza con sonrisas congraciadas para mirar que su hermano estaba detrás de ellos.

Un Aroma Dulce Como Las UvasOù les histoires vivent. Découvrez maintenant