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TZUYU

Jeonghan se había ido a acostar hacía aproximadamente media hora. Se había llevado a Hyunjin con él pues la pequeña ya estaba bostezando y luego ambos habían caído profundamente dormidos. 

Suspiré al ver a mi hermanita bebé hecha un ovillo a lado de nuestro hermano quien la rodeaba protectoramente con su brazo derecho. No me cabía duda que él sería un excelente padre, sin duda. Ambos habíamos tenido un ejemplo increíble con papá y mamá y me hacía sentir orgullosa el ver que mi hermano seguía sus pasos aunque aún no tuviera sus hijos propios -y esperaba que no lo hiciera pronto, era apenas un niño-. 

Cerré la puerta con sumo cuidado para no despertar a mis hermanos y luego caminé de nuevo a la sala. Sana también se había quedado dormida. Me permití sonreír al verla, con los brazos doblados y una pierna cayendo del sofá mientras la otra estaba en lo alto del respaldo del mismo. Nadie creería que así dormía la señorita perfección cuando nadie la veía. 

Sentí la necesidad de besarla. 

Pero no lo hice. 

Me acerqué a ella y comencé a darle palmadas en las mejillas para despertarla. Pronto abrió sus ojos y se apartó de inmediato de mí, sentándose en el sillón rápidamente mientras me veía enfadada. 

—Joder —Murmuró y miró hacia sus pies. Había llevado esos tacones puestos todo el día. 

—¿Quieres que te preste unas sandalias? —Le pregunté. Yo me había cambiado de ropa después de comer y ahora vestía unos pantalones flojos y una remera de The Strokes, con mi cabello recogido en un descuidado chongo y mis pies descalzos. Ella bufó de forma burlona.

—¿Yo? No pienso usar nada que hayas llevado en tus pies Tzuyu. —Dijo ella y yo rodé los ojos. —¿Dónde voy a dormir? Estoy cansada y esta mierda de sillón me está destrozando la espalda.

—Bueno, si me preguntas a mí, me pareció que te veías profundamente dormida sin ningún tipo de problema en esa mierda de sillón. —Le dije. 

—Nadie te preguntó. —Espetó y yo hice uso de toda mi paciencia para no discutir con ella, no quería que termináramos gritando como de costumbre provocando que mis hermanitos se despertaran. —Llévame a mi habitación, ya. —Me ordenó. 

—¿Sabes que debería dejarte durmiendo aquí? —Le pregunté.

—Sé que no lo harás, así que déjate de juegos y llévame a mi habitación Tzuyu.

—Muévete. —Respondí secamente esperando que se levantara del sofá y me siguiera. 

En mi casa había tres habitaciones. Una era de Jeonghan, una era mía y la otra era de mis padres. La habitación de mis padres se dejó de utilizar cuando ellos murieron. Hyunjin durmió con ellos en sus primeros meses de vida pero cuando fallecieron ella empezó a dormir conmigo y con Jeonghan. Al principio los tres compartíamos mi habitación, Jeonghan y yo llorábamos mucho por la pérdida. Pero con el tiempo, mientras lo fuimos asimilando, mi hermano regresó a ocupar su cuarto y la bebé se quedaba conmigo. 

Así fue hasta que tuve que empezar a trabajar casi todo el día en distintos lugares, restaurantes, tiendas, bares... Incluso llegué a cantar en el transporte público o en las calles para conseguir un poco de dinero. Entonces Hyunjin pasaba más tiempo con Jeonghan y al final se acostumbró más a él que a mí por lo que terminó durmiendo en su habitación. 

Ahora, como dije, la habitación de papá y mamá estaba en desuso, pero se mantenía exactamente como ellos la dejaron. De vez en cuando yo la limpiaba para que se siguiera viendo perfecta pero fuera de eso nadie entraba ni pasaba tiempo ahí, para Jeonghan y para mí era como un lugar sagrado. Por lo tanto, si Sana no quería dormir en el sillón de la entrada entonces sólo quedaba un sitio donde podía dormir. 

roads¹ | satzu [terminada]Where stories live. Discover now