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TZUYU

Todo parecía un sueño. El campus universitario era gigantesco. Contaban con dos gimnasios, un campo de baseball, uno de fútbol soccer y una cancha de baloncesto. También había una piscina olímpica, gigantescos jardines, cinco increíbles comedores e increíbles instalaciones para cada carrera que la universidad ofrecía. 

Había perdido dos años de estudios debido a la repentina muerte de mamá y papá pero finalmente estaba ahí, en la universidad, deseando más que cualquier otra cosa que donde quiera que ellos estuvieran se sintieran orgullosos de mí. 

El camino a seguir era difícil. Nunca había estado en una cama de rosas, pero definitivamente todo se hizo mucho peor con la partida de ellos dos que eran los pilares de nuestra sencilla pero unida familia. Desde su muerte todo se había complicado y un gran peso cayó sobre mis hombros pero haría cualquier cosa por mis hermanos. Lo que sea y ahora empezaba a hacer lo mejor por ellos. 

Si me esforzaba lo suficiente podría terminar mi ingeniería y entonces conseguir un trabajo lo suficientemente bien pagado para que Hyunjin y Jeonghan no tuvieran que preocuparse por nada. Sabía que llevaría años pero era el mejor camino para seguir, aunque fuese el más difícil. Ya había postergado esto el tiempo suficiente así que ahora debía poner todo mi empeño para trabajar y estudiar al mismo tiempo. 

Tendría que encontrar un empleo pronto, sobre todo ahora que se me estaba terminando el dinero de la venta de la camioneta de papá.

Estaba en una de los comedores del campus, comiendo un sandwich pasando el tiempo de uno de mis descansos, según el horario que me habían entregado por la mañana en la oficina de servicios. Pensar en ello me hizo recordar el desagradable encuentro que había tenido con aquella chica.

—Demasiado amargada para ser tan bonita —pensé. 

Es que demonios. Me había quedado como estúpida mirándola ahí, tirada en el piso frente a mí. Dios, esa chica era tan caliente. Su cabello era castaño oscuro y caía en una perfectas ondas a los lados de su rostro. Su cuerpo era delgado y bien formado, no tenía mucho pecho pero a pesar de que estaba sobre el, se notaba que tenía un trasero perfecto, proporcional a su complexión y su estatura, que era un poco menor que la mía. 

Tardé un poco en reaccionar y ofrecerle mi ayuda. Creí que había tenido un golpe de suerte cuando hice contacto visual con ella. Esos ojos marrones eran armas, lo juro. Grandes y profundos. Era, definitivamente una mujer guapísima. 

Es en momentos como ese donde me pongo a reflexionar en cuán gay soy y lo mucho que me encanta serlo. Sin embargo, el sabor dulce del encuentro no me duró demasiado porque en cuanto la chica abrió la boca me di cuenta de que no era más que una niña malcriada que seguramente se estaba pudriendo en dinero y pensaba que eso le daba el derecho de mirarme hacia abajo. 

Tomé otro bocado de mi sándwich con un poco de molestia, esperando que con ello se me pasara el amargo sabor de boca que me quedó ante la desagradable memoria y una vez que el queso derretido hizo su trabajo saqué mi teléfono. No debía perder el tiempo, necesitaba encontrar un trabajo pronto. 

—Se solicita mesera para el turno nocturno en restaurante abierto 24 horas... —No. Ese no. Demasiado demandantes y casi no me dejaría tiempo de hacer tareas y encargarme de Yuna. 

—Trabajo de tiempo completo como cajera en tienda de ropa ubicada en... —No. Ese tampoco. 

—Solicito chofer responsable para auto particular. Medio tiempo. Sueldo $450 —A la mierda. Este era. Tenía que ser este. 

Sabía conducir perfectamente y ya que era un auto de uso personal o familiar no tendría que estresarme como lo haría conduciendo... No sé, un camión de carga o algo por el estilo. Además, si ya había logrado conducir la camioneta de papá que era una verdadera lata con ruedas que se detenía con una pequeña ventisca. Podría conducir cualquier auto. Estaba segura. 

roads¹ | satzu [terminada]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ