01

517 58 16
                                    

Mi mamá, mi papá y yo estábamos sentados en el comedor. 

La mirada de ambos reflejaba un profundo enojo. Mi padre me veía a mí y mi madre veía a mi padre. ¿Yo? Yo sólo estaba en silencio, fastidiada por la situación y deseando que la discusión se acabara pronto para poder irme a la universidad donde al menos podía divertirme con mis amigas. 

—¿No vas a decir nada Sana? —Preguntó mi padre. 

—No me llames así. —Le respondí tajante y el dio un violento golpe sobre la mesa.

—Deja en paz a la niña, Seokjin. —Gruñó mi madre mirándolo con el ceño fruncido —Ya mantén tus modales por amor a Dios. Estamos en el comedor, no te comportes como un salvaje.

—¿Te parece poco lo que ha hecho tu hija? —Respondió él mirando a mamá. 

—¡También es tú hija! —Devolvió ella con fuerza —Y me parece que eres un exagerado. La niña está bien, llegó un poco tarde anoche pero eso es todo.

—¿Es que no ves en lo que se ha convertido nuestra hija? ¡¿Estás ciega Yongsun?!

—¡¿Quieres dejar de hablar como si no estuviera aquí?! —Grité, ya me tenían harta con esa estúpida discusión —Mierda. Ni siquiera es para tanto papá. El auto se manda a arreglar y ya está. El dinero para eso nos sobra. ¿Cuál es el maldito problema?

Mamá me miró por un momento, elvando una de sus delineadas cejas, sabía que no le gustaba que dijera malas palabras y menos en el comedor pero en ese momento me importaba una mierda lo que pensara ella o mi padre. 

—El problema es que eres una irresponsable Sana. ¿Cómo se te ocurre conducir en estado de ebriedad? ¡Pudiste haber matado a alguien o pudiste haber muerto tú! ¿Crees que esto es un juego? —Continuó papá.

—¡Pero no pasó nada de eso papá! Por Dios, sólo relájate. La cabeza aún me duele por la resaca y tu estás aquí gritando como si yo fuera una maldita sorda. —Le respondí. —El auto tiene arreglo y si no lo tuviera compraríamos otro.

—Pudieron haberte arrestado. —Continuó mi papá y yo rodé los ojos. 

—La niña lo solucionó bien —Señaló mi mamá con tranquilidad. 

—¡Sobornó a los agentes que la detuvieron! ¿Tú crees que eso es algo que le tengamos que aplaudir? ¡Sana es una malcriada y ya es momento de que le pongamos un alto!

—¡¿Sí?! ¿Y qué vas a hacer papá? —Lo reté. 

—Para empezar se acabaron tus salidas a fiestas, clubes y todas esas estupideces. Ya me harté de tus borracheras y tu irresponsabilidad.

—¡No puedes hacer eso! —Grité.

—Ya está hecho Sana. No hay nada de lo que digas que vaya a hacerme cambiar de opinión. —Dijo él y yo miré a mí mamá quien al notarlo carraspeó un poco y luego habló. 

—No digas tonterías Seokjin. La niña va a seguir saliendo cuanto quiera. —Dijo ella y yo estaba por sonreír cuando papá dio otro golpe en la mesa, aún más fuerte que el anterior. 

—¡Cállate! Ya la malcriaste todo lo que quisiste y no pienso permitir que continúes. ¡Se acabó! ¡¿Entendieron las dos?! ¡AQUÍ SE HACE LO QUE YO ORDENO!

Abrí los ojos de par en par. Jamás lo había visto tan enojado y cuando su mirada se dirigió directamente a mis ojos me quedé estática. 

—Tú no vas a volver a salir Sana. Vas a ir a la universidad y de ahí volverás a la casa. ¿Escuchaste?

—Si —murmuré.

—¿ME ESCUCHASTE? —Gritó molesto.

—Sí papá. —Dije más fuerte. —Pero necesito que mandes a arreglar el coche, no pienso ir a la universidad en esa lata.

roads¹ | satzu [terminada]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang