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SANA

Papá caminaba furioso a mi lado mientras andábamos a través del campus.

Lo habían llamado para informarle de lo sucedido y por más que le dije que esa mierda no era mía, él no me creyó.

Sin embargo, apoyó lo que Tzuyu había dicho, acerca de lo ilógico que era guardar marihuana dentro del casillero del laboratorio en lugar de guardarla en un sitio más seguro. Al parecer los prefectos y el coordinador compartían la idea de que era lo suficientemente estúpida para hacer algo como eso. Pero en fin, papá se mantuvo firme en ello y logró evitar que me expulsaran de la universidad lo cual le agradecí infinitamente de forma mental. Mi carrera de medicina era lo único que realmente tenía y que estaba bajo mi completo control. No obstante, si me suspendieron. Por una semana.

Los dientes de papá rechinaban debido a la fuerza con la que papá tenía apretada su mandíbula. Según los gritos que me había dado ni bien salimos de la oficina del coordinador, había provocado que faltara a una importante reunión del bufete y debido a eso había provocado una catástrofe en su agenda de trabajo.

—Es aquí... —Le dije en voz baja, él me miró por un momento y luego dirigió su mirada a la puerta de madera que se encontraba cerrada. Era la del salón de Tzuyu..

Mi padre tocó la puerta y cuando escuchó la respuesta del profesor la abrió para asomar su cabeza y decir —¿Le permitiría a Zhou Tzuyu salir un momento?

No escuché lo que dijo el hombre, pero pude asumir que la respuesta fue positiva cuando mi padre se apartó de la puerta para dejar salir a Tzuyu. Ella se veía confusa pero esa expresión de su rostro desapareció cuando me vio a mí y pude ver un deje de alivio en sus ojos.

—Sana —Murmuró con una pequeña sonrisa y se acercó a mí para darme un corto abrazo. Ella iba a decirme algo pero papá la interrumpió antes de que cualquier sonido escapara de su boca.

—Tzuyu —Dijo él con una voz grave e intimidante, ella lo miró. —¿Estabas enterada de lo que mi hija hacía? —Preguntó con el ceño fruncido.

—Le diré lo mismo que le dije al coordinador de la facultad, señor Kim. —Dijo ella en un tono sobrio y respetuoso —Me parece una grandísima estupidez creer que Sana escondería marihuana en su casillero. Incluso a mí me ofende el que puedan llegar a pensar que es tan torpe. —Yo rodé los ojos ante su respuesta.

—Esa no es una respuesta Tzuyu. ¿Tú sabías que mi hija se droga? —Gruñó mi padre, cerrando sus puños con fuerza.

—No me drogo. —Murmuré enfadada. ¿Cuántas veces se lo tenía que decir?

—Señor Kim —Volvió a hablar Tzuyu antes de que papá me riñera de nuevo —Yo jamás he visto a su hija consumir alguna sustancia nociva. —Hizo una pausa y luego continuó —A excepción del alcohol, claro. —Sentí ganas de golpearla en ese momento pero a fin de cuentas, parecía ser que ella era la única que confiaba en mí —Además, si me permite, creo que Sana es demasiado remilgada para consumir marihuana. Si ella fuera drogadicta probablemente consumiría otras cosas como... LSD, metanfetamina, incluso cocaína. La marihuana es demasiado hippie para ella.

Pude ver que papá no estuvo contento con su respuesta, pero al menos la presión de sus puños descendió y se veía más relajado. ¿Por qué mierda le creía más a ella que a mí?

—Bien —Respondió mi padre —Espero, por el bien de ambas, que estén diciendo la verdad.

—¿Qué pasará con Sana? —Preguntó Tzuyu.

—La han suspendido una semana —Anunció mi padre —Eso significa que tus servicios no serán requeridos durante estos días. —La expresión de Tzuyu fue de preocupación y papá pareció notarlo porque enseguida agregó —En cuanto su suspensión termine volverás a ir por ella a la mansión para traerla a la escuela. Nada ha cambiado. Hoy menos que nunca pienso dejarla conducir. —Tzuyu asintió con la cabeza. Ninguno de los dos me miraba ¿Por qué se empeñaban en hablar de mí como si no estuviera presente? —Me la llevaré a casa ahora. Por favor en cuanto terminen tus clases lleva el porsche a la mansión. ¿Entendido?

roads¹ | satzu [terminada]Where stories live. Discover now