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SANA

No podría explicar realmente como me sentía. 

La última discusión con Tzuyu me había dejado completamente descolocada, con un remolino de sensaciones y sentimientos que se mezclaban entre ellos y me hacían imposible la tarea de definirlos. 

Sin embargo, esa tarde me había propuesto algo e iba a cumplirlo como fuera. 

Hacía tanto tiempo que no salía a bailar y divertirme que decidí que sin importar lo que sucediera me lo iba a pasar bien. Si Tzuyu quería ponerse en su plan de empleada abnegada que lo hiciera. 

¡Ella debería estar agradecida conmigo!

Le había abierto las puertas de MI mundo. La había hecho lucir como una mujer que podía estar a mi altura, le había presentado a mis amigos, le había cedido un lugar a mi lado y ahora cuando pretendía llevarla a los eventos donde yo me desenvolvía como la reina de todo, ella se las daba de mujer indignada y me reclamaba cosas que no le concernían.

¡Pues que se joda!

Caminé al interior de la mansión de Jackson. Me tomaría el tiempo de describirlo pero lo cierto es que es irrelevante para mí. Lo resumiré en chico guapo y rico, popular y amante de las fiestas. Nunca me perdía las suyas porque siempre eran buenísimas.

Al entrar la oscuridad reinaba, a diferencia de la entrada a la mansión y sus jardines que se encontraba muy bien iluminada. El interior estaba sumido en tinieblas que sólo eran combatidas por las luces multicolores e intermitentes que se encendían y apagaban al ritmo de la música del DJ que Jackson había contratado.

Había alcohol por montones y unos cuerpo se movían contra otros. Había una sala de juegos con tres mesas de billar y varias dianas de tiro a blanco de las cuales me mantendría alejada, no parecía una idea inteligente atravesarse por un sitio donde había jóvenes ebrios lanzando dardos afilados. 

Me abrí paso entre las personas que bailaban hasta llegar a una sala de estar que estaba repleta de chicos y chicas, entre ellos Taehyung y Momo, puesto que Mina estaba con su novio en las mesas de billar y Jungkook buscaba su ligue de la noche. 

—Hey Sana —Me saludó Taehyung levantando una de sus manos y luego Momo se acercó para darme un beso en cada mejilla.

—¿Dónde está Tzuyu? —Preguntó ella mirando a un punto detrás de mí en busca de mi novia. 

—No pudo venir. Tuvo una emergencia con su hermanito menor. —Mentí y mis dos amigos hicieron una mueca de desilusión.

—Es una lástima —Declaró Taehyung —Realmente esperaba ver qué clase de chica fiestera es Tzuyu.

—Es el peor tipo. Una completa aburrida —Afirmé y ellos me miraron con el ceño fruncido.

—¿Tuvieron algún problema ustedes dos? —Indagó Momo.

—¿Tzuyu y yo? Claro que no. —Aseguré —No se preocupen, ella arreglará sus asuntos y se unirá a nosotros en la próxima fiesta. Así podrán comprobar por su propia cuenta que Tzuyu es una aburrida en serio.

—Lo dudo. —Dijo Taehyung —Tzuyu es muy inteligente y divertida y es jodidamente sexy también. Créeme Sana si ella estuviera aquí ustedes dos robarían toda la atención, así lo único que Tzuyu hiciera fuera sentarse a mirarte bailar.

—Amén —Respondió Momo y yo rodé los ojos. 

—Bueno ya. Cambiemos de tema y vamos por unos tragos. No quiero pensar en Tzuyu.

—¿Por qué no? —Preguntó mi amiga. 

—Porque no quiero extrañarla.

No supe en qué porcentaje fue verdad o mentira esa última frase que dije, pero decidí no pensar en ello en el momento en que la primera gota de vodka tocó mis labios. 

TZUYU

Una vez que recuperé la compostura después de haber pasado un buen rato llorando me limpié los restos de las lágrimas del rostro y traté de relajarme. Estuve escuchando a Lana del Rey por horas en el auto. Sana había cargado el teléfono que me regaló con toda su discografía y no sabía si sentirme feliz o miserable por ese hecho. 

La noche se había puesto muy fría así que me removí dentro de la chaqueta para buscar calor. Estiré mi espalda sobre el asiento y luego de eso lo devolví a su posición original. Cuando estuve sentada, con la espalda erguida tomé el teléfono que se hallaba en el porta vasos del porsche. Eran las 2:30 am. Seokjin había dicho que no quería que llegáramos después de las tres de la mañana así que era momento de llevar a la doncella a su castillo. Aunque me inclinaría más a pensar que ella era el dragón del suyo. 

Solté un suspiro y desbloqueé el celular para llamarla. Uno, dos, tres, cuatro... fueron ocho tonos y ella no respondió así que colgué. Esperé un momento y volví a marcar. Uno... dos... tres...

—Tzuyuuuuuuuuuuuu —La voz de Sana sonó por la bocina de mi celular con singular alegría, mi nombre había salido de sus labios de forma arrastrada y torpe. 

—Sana, son las 2:30, tenemos que irnos ya. —Dije con seriedad.

—No. No me quiero ir todavía ¡Esto es muy divertido! —Apenas podía escuchar lo que me decía debido al volumen de la música dentro del lugar donde ella estaba. —¡Ven a bailar conmigo Tzu!

—No digas tonterías, te quiero en el estacionamiento en la entrada de la mansión en cinco minutos. —Ordené. 

—¡No quiero!

—Déjate de juegos —Bufé molesta —No pienso poner en riesgo mi trabajo por tu necedad. Haz lo que te digo.

—NOOOOOO —Gritó y luego se echó a reír —No me voy a ir

—San...

—Noteoigonada, bye. —Dijo atropelladamente y me colgó.

Por la mierda. ¿Por qué tenía que complicármelo todo?

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si me quieren seguir en twitter me pueden encontrar como @/IC0NTZUYU ;)

roads¹ | satzu [terminada]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz