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SANA

Esta noche por fin podría volver a salir.

Acompañada de Tzuyu, claro. Pero al menos podría volver a disfrutar de una noche de diversión con mis amigos. Podría bailar hasta que no aguantara más los tacones, podría ser libre, podría ser yo.

Tzuyu estuvo muy callada en todo el camino de vuelta a casa pero no le puse demasiada atención. Le pregunté si algo le pasaba y ella dijo que no, así que con eso era suficiente para mí. Estaba muy emocionada.

Habían sido días de castigo y ya comenzaba a sentirme como una verdadera prisionera así que esa noche definitivamente iba a pasármela bien, no permitiría que nada se interpusiera en ello.

Estaba terminando de maquillarme, me había puesto un vestido blanco, corto, que acentuaba cada una de mis curvas y cuya falda resaltaba mi trasero. Decidí evitar mirarme al espejo, como dije, no permitiría que nada arruinara mi noche.

Bajé las escaleras una vez que estuve lista. Mi cabello estaba ligeramente ondulado y mi maquillaje era bastante simple y natural pero lo suficientemente fuerte para hacerme lucir más bella que de costumbre.

Habían dado las nueve de la noche mientras me acercaba a la salida que iba a dar al jardín donde estaba el garage cuando escuché voces. Era mi padre hablando con Tzuyu.

Estaba lo suficientemente lejos para que ellos no me vieran pero también lo suficientemente cerca para escuchar lo que decían. Tzuyu se veía... Exactamente igual que siempre. Pero aún así maravillosa.

Llevaba puestos unos pantalones de color negro muy ajustados. Botines negros, una camiseta gris y una chaqueta. Su cabello estaba suelto y al natural y su maquillaje era ideal para enaltecer todos sus rasgos.

Me permití dejar de mirarla para escuchar lo que mi padre y ella decían.

Se habían saludado brevemente y papá la había halagado diciéndole que se veía muy bien esa noche. Tzuyu había respondido con un simple y respetuoso —Gracias, Sr. Kim —y papá había asentido con la cabeza.

—¿No tendrás problemas en casa por salir esta noche? —Preguntó él y Tzuyu negó.

—Todo está en orden Señor.

—Tzuyu ¿Puedo decirte algo sin que lo tomes de mala forma? —Preguntó papá y en ese momento sentí mucha curiosidad por lo que tendría que decirle.

—Lo que quiera, Señor. —Respondió ella mirándolo a los ojos.

—Me alegra que hayas aceptado acompañar a Sana a esa fiesta con sus amigos... —Comenzó a decir —Pero espero que recuerdes que esto es parte de tu trabajo.

—No lo olvido. —Contestó Tzuyu con seriedad.

—Tu trabajo es llevar a Tzuyu al lugar ese y traerla sana y salva. Sé que eres una joven y que es natural que quieras divertirte pero debo recordarte que no debes dejar de lado tus responsabilidades.

—No tiene de que preocuparse, Señor. —Aseguró Tzuyu. —Sana estará aquí a la hora que usted dijo.

—¿Quieres dejar de intimidarla papá? Tzuyu sabe cómo hacer su trabajo. —Dije evitando que papá siguiera hablando —Además, un poco de diversión nos vendrá bien a las dos. Sobre todo a ella que es toda una nerd.

Papá sólo me miró con el ceño fruncido por unos segundos, luego se acercó a mí y dejó un beso en mi frente.

—Cuidado, Tzuyu. —Dijo por último con firmeza y se retiró dejándonos solas.

Ella por su parte no dijo nada más, me abrió la puerta de la casa para permitirme salir y luego me siguió hasta el auto que ya se encontraba listo y en perfectas condiciones. Se acercó a la puerta del copiloto como de costumbre y la abrió para mí.

roads¹ | satzu [terminada]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora