Capítulo 43

64.5K 3.9K 5.8K
                                    

Luna de miel

Violett

¿Realmente pensaste?

¿Solo perdonaría y olvidaría? No

Después de atraparte con ella

Tu sangre debería correr fría, muy fría 

I SEE RED- EVERYBODY LOVES AN OUTLAW

Llegamos a Bali, una isla en indonesia, al norte de Australia.

—Killiam para — riño al hombre que es mi esposo, porque no deja de besarme el cuello y tenemos que bajar del avión — Killiam, ni siquiera hemos dormido necesitamos salir de aquí — vuelvo a decir, pero con este hombre es tan difícil negarse, hasta siento un poco de vergüenza por los empleados que tiene trabajando en su avión personal, si no hemos parado de estar juntos desde que inició el viaje.

—No es suficiente — dice con dulzura y besa mis labios dejándome su sabor.

—¿Me trajiste a Bali solo para cogerme en el avión? —trato de alejarme, pero me vuelve a atraer contra su cuerpo.

—Te traje a Bali, para cogerte en el avión, la habitación, la cama, la piscina, la playa... — empieza a enumerar todos los lugares en los que quiere cogerme y me empiezo a reír.

—Para cogerme en esos lugares primero tenemos que bajar de aquí, así que muévete — salgo de su regazo, aunque se queja, y busco el vestido de verano que me puse al subir el avión, pero con todo lo que hemos estado haciendo no sé dónde terminó.

—Cambio de planes, no vamos a salir de avión — insiste, pero ya no me dejo convencer, y apenas encuentro el vestido lo coloco sobre mi cuerpo.

—Debemos comer, recobrar energías, ¿Sabes lo que es eso? Hemos pasado casi seis horas cogiendo, entre descansos, y me vas a dejar ardiendo si no te detengo en este instante — paso a su lado y muevo las cortinas que nos separan del resto del avión.

Mi vergüenza se hace más palpable cuando veo a los auxiliares de vuelo, tratando de no mirarme y hacer sus cosas, cuando obviamente escucharon todo.

Killiam llega por mi espalda con su torso desnudo y rodea mi cuerpo con sus anchos brazos, para besar mi mejilla.

—Killiam — regaño y trato de alejarme —Ponte la camisa — lo miro con enojo y él solo me sonríe.

—Lo que mande usted, señora Anderson — que me llame así, me marea, aunque siempre dije que no me pondría el apellido de mi esposo si me casaba, pero con él no puedo ser así de idiota. No sin un motivo por el cual sentirme aludida.

Ruedo los ojos y bajo del avión con él detrás, y nuestro equipaje ya nos espera en el auto que tiene para nosotros en esta ocasión.

Un Jeep Wrangler Unlimited Polar, una belleza de auto, creo que yo le pediré, uno de estos días, ver su colección, porque a este paso me ha dejado con la boca abierta con cada uno de los que he visto.

—Voy a prender la radio, controla esa bestia interior — sé muy bien lo que le provoca mi voz, pero no por eso dejaré de disfrutar la música, aunque no sé si es premio o castigo cada que me coge solo por escucharme cantar.

«Yo digo que premio» -yin

Han estado calladitas últimamente ustedes.

«Estamos más agotadas que tú, parale un rato al modo conejo porfa» -yang

ARRITMIA ©®Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz