Capítulo 22

53.2K 4.3K 2.5K
                                    

Sentimientos

Violett

Nota del autor: Este capítulo está dedicado a Bechampions (Chriss) que se tomó el tiempo de hacerme un hermoso edit de la historia, y se convirtió en mí amiga. (Así es como ella se imagina los personajes)

¿Qué son los sentimientos?

En la escuela creía que era cuando llorabas porque te caías sobre tus rodillas y te hacías daño o cuando sonreías porque te compraban un caramelo.

En el colegio cuando te emocionabas por sacar una buena nota o cuando el chico que te gustaba te decía que también le gustabas.

Y en la Universidad que eran las respuestas o emociones que se producían a causa de ciertos estímulos.

Pero... ¿Por qué no estoy sintiendo nada?

—¡Traigan el desfibrilador! — Mis ojos buscan la fuente de los gritos, pero no puedo, no puedo ver nada. —¡No! No te puedes morir— más gritos, más caos. ¿Por qué están corriendo?

No puedo moverme, es como si mi cuerpo ya no es mío y no entiendo que estoy haciendo aquí, solo puedo enfocar el charco color carmesí en el suelo. "Sangre" pero no es mi sangre, entonces... ¿De quién es esa sangre?

"Frio" tengo mucho frío, mi corazón y mi cuerpo están helados.

—Informen hora de la muerte— dejo de respirar y un grito desgarrador hace que pueda ver quién está en la camilla. Y es ahora que realmente entiendo el significado de los sentimientos, justo cuando deseo no tenerlos.

7 días antes

—Eso es trampa — exclamo, haciendo un puchero inconscientemente porque es la décima vez que me gana jugando cartas.

Se le escapa una carcajada antes de murmurar —Yo no tengo la culpa que seas muy mala jugando rummy — se defiende.

—No, eso es trampa. Tú estás haciendo trampa — sigo acusando mientras muevo la cabeza y me acomodo en la cama.

Dos días han pasado de pura tensión entre ambos, y la hemos pasado encerrados, tratando de controlar nuestros impulsos.

Hace como 4 horas salió a comprar comida y vino trayendo una baraja de cartas para liberar la tensión, pero eso solo ha producido mi desesperación porque aún no puedo ganarle una sola partida.

—Eres una mala perdedora.

—Tú eres un tramposo, me estás distrayendo para que no juegue bien — me quejo porque está solo con los pantalones y me es inevitable verle el abdomen cada 5 segundos.

—¿Con qué se supone que te distraigo? — me dedica una sonrisa ladina y sé que sabe muy bien a lo que me refiero, antes creo que lo está haciendo a propósito.

—Dos personas pueden jugar ese juego Killiam, te aseguro que vas a perder — me saco la camisa quedando solo en brasier, y agarro mi cabello en un moño alto.

No deberíamos estar los dos sin camisa sabiendo cuanto estamos sufriendo de tensión sexual estos días, pero soy muy competitiva y perder diez veces seguidas no le ayuda a mi orgullo.

Hemos empezado a hablar normal, sin la necesidad de pelear, y sin decirnos indirectas estos días, solo porque en 7 días todo esto se habrá acabado. Además, pasar 9 días encerrado con alguien a quién no le diriges la palabra está como que difícil.

—Ponte la camisa — ordena, pero no puede quitar la mirada de mis pechos.

Alzo las cejas —Estoy utilizando tus mismas artimañas — me encojo de hombros.

ARRITMIA ©®Where stories live. Discover now