Capítulo 34

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Nota del Autor: Por favor a las releyendo (#R) se les pide encarecidamente que no pongan ningún spoiler y nada que los insinúe porque sus comentarios serán borrados. Dejen que las nuevas (#N) disfruten su lectura.

Miseria

Violett

Quedan 2 semanas, y el tiempo se me acaba, las esperanzas de librarme de esto son casi nulas. En este momento estoy arreglándome para cenar con los padres de Brott y mis padres, era lo que más quería evitar, pero no se pudo lamentablemente, también van a conocer a Kaya, estaban muy impacientes según Brott por ver la niña que vamos a adoptar, como si no supiera que ellos lo último que quisieran es que su hijo adopte.

Ni siquiera les caigo bien, sus continuos desplantes, y la manera que me miran con inferioridad me lo dejaban más que claro.

—¿Crees qué voy bien? — mi mamá entra a mi habitación con un hermoso vestido beige, al estilo blazer, que termina en una falda plisada muy elegante, se puso el collar de diamantes que yo le regalé, porque definitivamente yo nunca iba a usarlo. Su cabello negro va recogido en un moño elegante que deja ver un par de argollas muy bonitas. Si no fuera por un par de líneas en su rostro dando a lucir su edad, parecería mucho más joven.

—Eres la estrella más bonita del firmamento — le contesto y se sonroja, siempre le ha gustado que la adulen.

Su ego está en el cielo y ni que decir del mío, después de todo, ella me enseñó.

—Basta Violett, necesito saber si voy bien para que esa bruja no nos mire mal — La primera vez que mis padres conocieron a los de Brott, hubo un gran problema, la superioridad de ellos, al darse cuenta que mi padre era un humilde mecánico y mi madre un ama de casa, se dio más que a notar —Tal vez nosotros no somos estudiados, pero mi hija es una gran cirujana, y mi hijo el mejor abogado, bueno Anahí es hermosa e inteligente también, aunque aún no sepa que hacer con su futuro.

Sonrió —Vas más que perfecta, para que esa vieja no le quede lugar a dudas de qué estás hecha — le respondo para calmar sus nervios, mi mamá puede ser un amor, pero cuando se trata de defendernos a todos, es una total fiera — Es Brott, ábrele— le digo cuando el timbre suena, Brott quedó en venirnos a ver.

Doy los últimos retoques a mi maquillaje, y me pongo un labial rosa, no tan llamativo. Tengo puesto un vestido blanco(1), con un pequeño escote en v, y largo hasta la rodilla, solo con una abertura en la pierna izquierda no muy notoria. Es bonito y simple.

Salgo hasta la sala donde Brott está abrazando a mis padres, y le estrecha la mano a mi hermano. Cuando me ve su mirada se ensombrece, ruedo los ojos, aquí vamos. Mi mamá se entretiene viendo caminar a Kaya con su vestidito rosado, y sus moñitos del mismo color.

Brott se acerca a mí, y me da un beso en la mejilla, antes de murmurar con los dientes apretados —El vestido está muy corto, y deja ver demasiado, no quiero que mis padres se den cuenta que eres una cualquiera — con ese comentario mi sangre hierve, y me obligo a sonreír.

—No decides lo que me puedo poner o no — respondo en el mismo tono, sin dejar que mis padres noten lo que estamos hablando, mientras sigo fingiendo sonrisas.

—Cámbiate, no me hagas volver a repetirlo — ordena, y me toma todo de mí no mandarlo a joder a otra parte, vuelvo a sonreír y asiento.

—Hay un inconveniente — les digo a mis padres, ambos me miran asombrados —Brott los va a llevar a ustedes, yo me tengo que ir a parte, surgió un pequeño problema que tengo que resolver.

—¿Estás segura? —Jorge no es idiota, siempre hubo algo que no le gustaba en Brott, bueno a él no le gusta nadie, tiene la desconfianza de un abogado.

ARRITMIA ©®Where stories live. Discover now