Capítulo 18

52.8K 5K 8.1K
                                    

Mujer

Violett

El miedo me paraliza, el temor y mi necesidad tanto de vivir como de morir pelean una con otra, pero me doy cuenta que mayores son mis ganas de vivir a pesar del dolor, a pesar de todo el sufrimiento. Quiero vivir.

«Pero voy a morir» No puedo dejar de ver a los ojos de la persona que me apunta y se acerca con cautela para verme la cara antes de disparar, antes de arrancar la vida de mi cuerpo.

Sus ojos negros inexpresivos me afectan, es una cara que no conozco pero que será la última que vea antes de partir.

Cierro los ojos y visualizo a mi familia, a mis amigas, y por último hasta a Brott. Espero todos estén bien cuando yo no salga de este lugar, cuando mi cuerpo quede tirado en esta caliente tierra, y no tengan un cuerpo al que llorarle porque no podrán sacarme de aquí.

«Disparan» cierro con más fuerza los ojos esperando el dolor o el alivio, pero nada llega. Sigo esperando, pero sigo sin sentir nada. ¿Así se siente el infierno? ¿El cielo? ¿Dónde estoy?

—Te dije que evitaras morirte — abro los ojos y lo primero que veo es a O'Brien, con su uniforme quirúrgico, pero con más armas que un soldado especializado, está lleno de tierra y cubierto de sudor.

Su labio y cejas están partidos, manchando de sangre su rostro. Sus ojos negros me escudriñan evaluando rápidamente mis heridas.

Nunca había estado más feliz de ver su rostro enojado como ahora, hasta amaría que me grite solo por saber que estoy viva, que me ha salvado.

—¿Puedes caminar con esa pierna? —pregunta y se acerca a evaluar mi pie, pero me muerdo la lengua sacando sangre cuando la intenta mover —. No está rota, pero debemos salir de aquí, cielo.

¿Cómo me ha llamado? No se ha dado cuenta de mi expresión de asombro porque está más ocupado ideando la manera de moverme de aquí.

Utilizo toda mi fuerza para asentar el pie a pesar del dolor que me produce, que podría paralizar a cualquiera, pero no a mí, no a mí que he pasado por cosas peores y aún así he seguido moviéndome.

—Salgamos de aquí —evito el cuerpo de la persona que está tirada en el piso con un disparo en la cabeza, porque es el que O'Brien derribó.

Cojeo -Troto- detrás de O'Brien que va abriéndose camino entre los disparos incesantes. Nunca lo había visto así, es tan certero como el teniente coronel, hasta podría decir que tiene más potencial si de armas se trata. No falla un solo tiro.

Cuando estoy a punto de caerme me agarra de la cintura devolviéndome el equilibrio y su toque me incomoda, me siento rara con él siendo tan ¿amable? ¿Buena persona? ¿Misterioso?

Todo es un caos, hay demasiados cuerpos tirados de soldados, así como de personas vestidas de negro. Logro ver por el rabillo del ojo al que reconozco como Dendrik, con una ¿Guadaña? Esta gente está desquiciada.

Me quedo asombrada viendo al alemán pelear, tiene las manos vendadas como un boxeador experto y blande la guadaña como un verdadero enviado de la muerte, corta las cabezas de sus enemigos en un abrir y cerrar de ojos. Puedo ver que su brazo sangra, pero se mueve como si nada le doliera.

Salta por el aire propinándole una patada al que está delante de él, mientras envía la guadaña por su espalda y le corta la cabeza al que tiene atrás, como si tuviera ojos en la espalda.

Me podría quedar viéndolo pelear todo el día, pero la mano de O'Brien rodea mi brazo y me jala para que siga corriendo. Me olvidé que estoy al borde de la muerte del asombro que me produjo el castaño.

ARRITMIA ©®Where stories live. Discover now