Capítulo 33

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Temblar la tierra

Violett

Lunes por la mañana. Son las 4:00 A.M y yo no he podido dormir nada en toda la noche, ya que solo quedan tres semanas para la boda y las constantes insistencias de Brott en reunir a nuestros padres para probarme el vestido y ver la recepción me tienen más que mal.

No he hablado con Killiam en días, creo que se ha ido de viaje a algún sitio, porque tampoco he visto a Chris, y a nadie de la élite cuando voy al recinto militar. Es como si se los hubiera tragado la tierra. 

Ha salido una alerta en las noticias de múltiples atentados en la sede militar de Francia por la mafia rusa, y en la de Estados Unidos por la italiana, y eso ha hecho que todos el ejercito se movilice.

Yo simplemente no tengo ni idea de que está ocurriendo, ni tampoco tengo a quién preguntarle. En las noticias salió que la mafia ha dado su primer golpe contra el ejército, desatando el caos, y la única preocupación de Brott es que vestido me va a obligar a usar en la boda.

Le pedí a O'Brien que me expliqué cómo es eso de las mafias y medio entendí del tipo de unión que tiene la rusa con la italiana, y la jerarquía de cada una, tanto los Semiónov como la cabeza de los rusos, como los Bianco en la italiana. Separadas son mafias fuertes, con conexiones en todo el mundo y casi imposible de derrumbar, pero juntos es como querer matar a un oso con una tijera.

Aunque O'Brien me dijo que no cuentan conque el teniente coronel esté totalmente desequilibrado, y que esto está casi parejo. Es un tipo de versus entre los Anderson contra los Semiónov y los Bianco. Hasta el padre de Killiam se movilizó a apoyar a su hijo.

En muchas ocasiones es una falla que Killiam no tenga escrúpulos, ni dude en asesinar, pero en estos casos es una ventaja, porque según O'Brien piensa como un jefe de la mafia, puede prevenir los movimientos, saber que hacer y como contratacar con el doble de fuerza.

Lo están alabando por sus taticas militares en todas las noticias y aunque no da declaraciones ni sale en cámaras, más que sea sé que está vivo. Algunas personas pasaron de aborrecerlo a amarlo y otras de amarlo a aborrecerlo.

Solo hay algo que nadie entiende y es; ¿Por qué la mafia atacó a las sedes militares de manera tan repentina? No tiene sentido. Bien, son enemigos por naturaleza, pero un ataque de esa magnitud y sin haber premeditado nada, es como si ellos solo estuvieran devolviendo una amenaza.

Me alisto para ir a trabajar al hospital, ese es otro de mis problemas, no me han dejado entrar a una sola cirugía desde que inicié. Mi superior me tiene solo atendiendo consultas y post operatorios, como si eso fuera todo lo que puedo hacer.

El Doctor Mackenzie es un verdadero idiota, si creía que O'Brien era un ser sin escrúpulos, Mackenzie lo supera cien veces, y no porque me diga palabras feas, no me deja hacer absolutamente nada, me trata como una hueca sin capacidades que solo es una cara bonita y novia del dueño. Me mira de forma lasciva todo el tiempo.

—¿Ya estás despierta hija? — la voz de mi padre me saca de mi miserable mañana, lo único bueno de esta farsa es que tengo a mi familia conmigo.

—Sí, papi — me acerco para sentarme a su lado, tiene una taza de café en la mano.

—Yo estoy despierto porque aún no me acostumbro al cambio de horario, pero ¿Qué perturba tu cabeza? — mi papá ha sido el hombre más fuerte que yo haya conocido en mi vida, ni siquiera ha necesitado saber tácticas militares para ser capaz de defendernos de todo.

—Nada, no te preocupes — trato de calmarlo dándole la mejor sonrisa que me sale.

—Sabes, que cuando nació tu hermano, yo no sabía que hacer, creí que estaba asustado de ser padre, y que ese era el peor sentimiento del mundo, que le pasara algo a mi hijo, pero no lo fue — me mira y acaricia mi cabello —¿Sabes en qué momento sentí verdadero terror? — lo miro directamente a sus ojos negros, los años le han cobrado factura, se le notan ligeras arrugas en el borde de sus ojos —Fue cuando naciste tú — concluye.

ARRITMIA ©®Where stories live. Discover now