La luna como madre

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Lo primero es lo primero. Dios, Diosa, el Universo... sea lo que sea, es mucho más grande que nosotros. Es tan grande, tan abrumador, tan inmenso y tan poderoso que ni siquiera podemos comprenderlo. Es un sentimiento, una sensación, una energía. Pero una cosa está clara: no es un ser humano, y de eso no cabe la menor duda. Cuando veneramos a una diosa o a un dios en particular, en realidad estamos venerando un trocito del pastel. Estamos venerando un aspecto de la divinidad y, al mismo tiempo, a una entidad en concreto.

Los dioses y las diosas tienen su propia agenda divina; no todos son cariñosos o compasivos o comprensivos, aunque hay varios que sí. Cuando empezamos a honrar a una diosa, creamos un vínculo, una relación con ella. La veneramos, la adoramos, la vemos reflejada en nosotras mismas. Le dejamos ofrendas, le rogamos su compasión y establecemos un vínculo con ella.

Muchas de nosotras crecimos adorando a un dios. Y es que, por desgracia, la mayoría de las religiones no contempla la figura de la Diosa. Pero el baile de la Diosa antigua, las alabanzas a la Madre, ala Tierra, a la Luna... al fin y al cabo, todo son llamadas ancestrales que tenemos grabadas en nuestros huesos. Si nos crearon a imagen y semejanza de un ser divino, ¿por qué nunca se ha representado o descrito como algo femenino? Cuando trabajamos con la Diosa en realidad estamos reclamando nuestro derecho a venerar a una mujer para así recordar vidas pasadas, nuestro karma y nuestra historia, que está grabada en nuestra piel. 

No todo el mundo tiene que venerar a una diosa, pero si notas que algo se remueve en tu interior cuando piensas en honrar a la Gran Madre o a la diosa de la Luna, entonces no lo dudes, hazlo.

La Luna es uno de los símbolos más antiguos de nuestra relación con la Diosa. La Luna es la personificación de la Diosa y, en el arte de la brujería, veneramos a la Luna como a la Diosa. Cuando incluimos a la Luna en nuestras prácticas, trabajamos con el reino más sutil, con nuestra divina oscuridad, con nuestro poder, con nuestros ciclos. Y, si decidimos venerar a una diosa que está asociada con la Luna, no solo reforzamos nuestra relación con lo divino, sino también nuestra relación con la Luna y el mundo natural. 


Diosas lunares del mundo

A continuación encontrarás varias diosas lunares y diosas relacionadas con la Luna de distintas partes del mundo. ¿Por qué no echas un vistazo para ver cuál de ellas capta tu atención y empiezas a venerarla?


AUCHIMALGEN – DIOSA CHILENA PROTECTORA

Auchimalgen es una diosa de origen chileno que se venera como la Luna. Auchimalgen es protectora, nos mantiene a salvo del mal y los desastres naturales, además de los espíritus tóxicos y dañinos. El pueblo mapuche, o araucano, veneraba a esta diosa como una deidad importante y poderosa. Auchimalgen está casada con el Sol, que bendice la Tierra con su luz. Ella, en cambio, ilumina la oscuridad como si fuese un faro de protección. Para esta diosa, los colores blanco y plateado, incluyendo flores blancas y el agua, son sagrados. Nos recuerda que contamos con su protección y con su amor y que es importante afrontar cada día como si fuese una bendición. 

Para trabajar con ella: lleva ropa plateada y bisutería del mismo color; quema incienso lunar, como jazmín, mirra o coco; echa unas gotitas de agua de flores en la entrada de tu casa para atraer la energía protectora de Auchimalgen. Coloca velas blancas en tu altar y dedícale una joya de plata.


YEMAYÁ – LA DIOSA YORUBA DE LAS AGUAS

Yemayá es una orishá, o espíritu, yoruba y la diosa del océano. Es el origen de todas las aguas, incluidos los ríos del África occidental. Toda forma de vida nace de ella, y se dice que ella es quien se encarga de mantener esa vida. Una diosa maternal y protectora que cuida de sus hijos y nos ayuda a aliviar nuestras penas. En el vudú haitiano es una diosa de la Luna que, según cuenta la leyenda, protege a las madres y a sus hijos. Es la legítima reina del océano y, aunque es paciente y no pierde los papeles a la primera de cambio, cuando algo la exaspera puede convertirse en una tormenta violenta y destructiva. Yemayá también se ocupa de los asuntos de la femineidad, por lo que su energía tranquilizadora y nutritiva es perfecta para rituales relacionados con la fertilidad y otros problemas de la mujer. Hay quien afirma que también es la guardiana del subconsciente y la sabiduría ancestral, pues todos esos secretos yacen en las profundidades del océano. Reina sobre el océano vivo, es decir, el océano donde los peces nadan y la luz baila; el orishá Olokin, en cambio, reina sobre las profundidades del mar. Y juntos, Yemamá y Olokin, representan el equilibrio.

Para trabajar con ella: pasa tiempo cerca del océano u otros cuerpos marinos; siéntate bajo la luz de la Luna; y lleva sus colores, azul y blanco. Decora el altar con estos colores y con conchas y bendícelo con agua del mar en su nombre.



''Cuando incluimos a la luna en nuestras practicas, trabajamos con el reino mas sutil, con nuestra divina oscuridad, con nuestro poder y con nuestros ciclos''


ISIS – LA DIOSA EGIPCIA DE LA SALUD, EL MATRIMONIO Y LASABIDURÍA

Isis, también conocida como la diosa de los mil nombres, era la diosa egipcia de la fertilidad, la maternidad, la magiak y la Luna. De hecho, su nombre podría interpretarse como «Diosa del Trono». Esposa de Osiris y madre de Horus, el dios del Sol, Isis era venerada por su capacidad de ayudar a la gente a solucionar sus problemas usando magiak. El culto la adoraba como la «madre fértil perfecta» y siempre se representa como una mujer que lleva una corona o un tocado en forma de buitre.

Aunque Isis estaba asociada con Hathor, una divinidad cósmica, la popularidad de Isis se extendió hasta tal punto que, al final, acabó siendo la única diosa egipcia venerada por todo su pueblo. La civilización egipcia también honraba a deidades lunares masculinas pero, puesto que Isis simboliza el amor, la fertilidad y el romance, también suele relacionarse con la energía lunar. Nos permite vivirlas relaciones con gran intensidad, nos protege y nos mantiene. Nos recuerda nuestros talentos personales y nuestros secretos emocionales más escondidos y siempre nos invita a explorar este espacio.

Para trabajar con ella: lleva sus colores, es decir, el plateado y el blanco; trabaja con heliotropo o cornalina; lleva un tyet (nudo de Isis), un amuleto de protección contra el mal; medita con ella; contempla la Luna; y pídele su bendición y ayuda durante tus prácticas mágikas.


KUAN YIN – DIOSA ASIÁTICA DE LAS ORACIONES, LASMUJERES Y LOS NIÑOS 

Técnicamente, Kuan Yin (también conocida como Kwan Yin, QuanYin y Guanyin) no es una diosa. De hecho, es una bodhisattva. Estaba destinada a convertirse en un Buddha, o en un «ser de luz», pero prefirió quedarse en la Tierra para así poder dar respuesta a los rezos y oraciones de madres y niños y salvarlos de todo sufrimiento y dolor. Es conocida por su compasión y su misericordia. Kuan Yin suele asociarse con la Luna, lo cual nos recuerda que siempre nos está escuchando y vigilando, dispuesta a ofrecernos compasión, luz y amor. Puesto que es una diosa maternal, Kuan Yines protectora y amorosa, cualidades que comparte con la energía dela Luna. 

Para trabajar con ella: rézale; observa la Luna; bebe té negro a su salud y déjaselo como ofrenda; decora tu altar con flores de loto y arcoíris; deja pastelitos dulces y fruta fresca como ofrenda; y rézale por sus bendiciones, protección y amor.


SELENE – LA DIOSA GRIEGA DE LA LUNA

Hermana de Helios, el dios del Sol, y de Eos, la diosa del amanecer, Selene es la única deidad griega que simboliza y encarna la Luna.

Aunque suele asociarse con la diosa Ártemis, Selene posee una identidad distinta y se representa como una mujer montada como una amazona sobre un caballo o en un carro tirado por cabestros con alas. Se venera a esta diosa en luna nueva y luna llena y se dice que obtiene su poder de su carruaje. Selene era una deidad importante para los agricultores, por lo que siempre la incluían en sus rituales cotidianos. Controla el tiempo, el poder de inducir el sueño y de iluminar la noche.

Para trabajar con ella: decora tu altar con imágenes de la Luna; utiliza piedra lunar; observa la Luna; lleva sus colores, plateado y blanco; adorna tu altar con rosas y velas blancas; invócala durante la luna llena y la luna nueva. 

Como ser una bruja modernaWhere stories live. Discover now