Tu equipo cósmico

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El tiempo no existe más allá de este mundo. Nuestros ancestros, los seres queridos que han fallecido, pueden merodear por este mundo y ayudarnos a lo largo de nuestra vida. Pueden actuar como guías espirituales, un concepto similar a un ángel de la guarda. Los guías espirituales pueden ser tus antepasados, o los antepasados de tus antepasados. Incluso pueden ser figuras que admiras y respetas, que te inspiran o que te han enseñado importantes lecciones vitales. 

También existen los maestros ascendidos. Podríamos definirlos como guías espirituales actualizados; han roto cualquier vínculo con el ciclo del karma y la muerte y la reencarnación, así que saben muy bien lo que pasa. Cuando nos encontramos en una época de confusión y agitación emocional y espiritual, siempre están ahí para guiarnos. La función de un guía espiritual es ayudarnos a gestionar situaciones del día a día; la función de los maestros ascendidos, en cambio, es ayudarnos a gestionar situaciones que no solo afectan a nuestra vida, sino a algo mucho mayor. Suelen ser situaciones de naturaleza espiritual.

Recuerda que tus guías espirituales y tus maestros trabajan codo con codo con tus ángeles. Y, pese a que el concepto de ángel pueda tener una connotación judeocristiana, lo cierto es que son seres no confesionales cuya principal misión es traer paz y amor a las criaturas del Universo. Los ángeles, al igual que los demás guías espirituales y maestros, siempre están a tu disposición. 

Los ángeles, los guías espirituales y los maestros ascendidos son como un equipo de animadoras cósmicas al que siempre podrás recurrir cuando te sientas desconectada, sola, ansiosa o insegura. ¡No te cortes y habla con ellos! Yo suelo charlar con mis guías en el cuarto de baño de la oficina, en el coche e incluso cuando estoy dando un paseo. Te acompañan allá donde vayas y, aunque se tarda un poco en aprender su lenguaje, ¡nada es imposible! Busca las señales y pídeles ayuda. Dedícales alguna obra de arte, decora un altar y, sobre todo, no te olvides de hablar con ellos.

MEDITAR PARA CONOCER A TU EQUIPOCÓSMICO

Si quieres conocer a tu equipo cósmico, puedes meditar con ellos e invitarles a mostrarte su presencia. Puedes utilizar cristales como la amatista, el cuarzo aura de ángel, el cuarzo transparente, la labradorita o la celestina para poder acceder a tus guías. Purifica el espacio con hierba dulce o artemisa y después busca un lugar cómodo en el que sentarte. Puedes sostener un cristal en la mano no-dominante o colocarlo cerca de ti.

Empieza anclando tu energía; concéntrate en tu respiración e imagina que, sobre la coronilla, tienes una puerta. Ábrela poco a poco e invita a tu equipo cósmico a mostrarte su presencia. Invoca a tus guías espirituales, ángeles, guías animales y demás seres benevolentes e invítales a mostrarte su presencia. 

Sigue concentrada en tu respiración y presta atención a cualquier tipo de mensaje, sensación, color, olor o voz. Cuando hayas terminado la meditación, da las gracias a tu equipo e imagina que la puerta de tu cabeza se cierra. Por último, ancla tu energía.

INVITAR A LOS ELEMENTOS

Los elementos (o elementales) son nuestra conexión con la Naturaleza y la Tierra. Además, forman parte de nuestra constitución emocional. Cuando invitamos a la Tierra, al Aire, al Fuego y al Agua a nuestras creaciones mágikas, lo que realmente hacemos es establecer una relación con estos arquetipos y energías, y también con el mundo natural. El Agua representa nuestro cuerpo emocional; el Fuego, nuestra pasión; la Tierra, aquello que nos da fuerza y nos mantiene seguros; y el Aire, nuestra creatividad, nuestros sueños y nuestros deseos.

Necesitarás: hierbas, como el palo santo, el copal, la salvia ola artemisa; algo con que encenderlas y un cáliz o un bol de agua. 

Ánclate (consulta los ejercicios de las Técnicas de anclaje, en la introducción) y conéctate con la Tierra. Cuando empieces esta invocación, conéctate a la energía de cada elemento. Empieza invocando a la Tierra e imagínate que estás tumbada en una pradera verde. Cuando te conectes con el Aire, siente el beso del aire en la mejilla. Y, cuando convoques el Fuego, visualízate frente a una chimenea o una hoguera. Por último, cuando apeles al Agua, imagínate nadando en una piscina de aguas curativas.

Después, sostén las hierbas en la mano y di en voz alta: 

''Elemento de la Tierra, yo te invoco y te invito a este espacio. Que siempre cuente con tu apoyo y protección.''

Enciende las hierbas, sopla la llama (en caso de que la hubiera)y muévelas para que el humo llene el espacio. Continúa diciendo: 

''Elemento del Aire, yo te invoco y te invito a este espacio. Que siempre cuente con tu apoyo y tu guía durante mi vuelo.''

Vuelve a encender las hierbas y esta vez no soples la llama. Prosigue con la siguiente frase:

''Elemento del Fuego, yo te invoco y te invito a este espacio. Que siempre pueda ver tu luz y sentir tu pasión.''

Después coge el cáliz de agua y termina:

''Elemento del Agua, yo te invoco y te invito a este espacio. Que nunca pierda mi intuición y siempre cuente con la serenidad de tus aguas''

Para apagar la llama, puedes sumergir las hierbas en el agua o salpicarlas con unas gotas de agua.

Tómate unos segundos para acostumbrarte a estos elementos y recibe su energía y su bendición.

Después prosigue con tu meditación, adivinación o creación mágika.

Cuando hayas terminado tu ritual o tu hechizo, y sientas que debes despedirte de los elementos, sigue los mismos pasos que antes, pero al revés; empieza por el Agua y después sigue con el Fuego, el Aire y, por último, la Tierra.

Sumerge los dedos en el agua, colócalos en la frente (entre los ojos) y lee la siguiente frase: 

''Elemento del Agua, te doy las gracias por tu bendición y energía y te despido de este ritual.''

Enciende las hierbas y di en voz alta:

''Elemento del Fuego, te doy las gracias por tu bendición y energía y te despido de este ritual.''

 Menea las hierbas para que el humo se esparza por todo el espacio y continúa diciendo:

''Elemento del Aire, te doy las gracias por tu bendición y energía y te despido de este ritual.''

Después deja a un lado las hierbas y termina con la siguiente frase:

''Elemento de la Tierra, te doy las gracias por tu bendición y energía y te despido de este ritual.''

Ha llegado el momento de anclar tu energía: apoya la frente en el suelo, o siéntate con las piernas cruzadas. Piensa en toda la energía que queda en tu cuerpo y en la habitación e imagínala regresando al centro de la Tierra, donde se reciclará y se transformará en amor y sanación. Da las gracias a los elementos y escribe todas las emociones que te han embargado durante el proceso.

Como ser una bruja modernaWhere stories live. Discover now