CAPÍTULO 4: El velo de la elegancia: moda mágika

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Cuando quieres sentirte poderosa, mágika o como una bruja que sabe muy bien lo que quiere... ¿qué te pones? Tal vez utilices esa camisa vintage que tu madre te regaló hace años. O quizá te decantes por tu camiseta preferida, negra, cómoda y holgada. O puede que prefieras ponerte algo de cuero, o algo que te haga sentir imparable.

No se puede negar que la ropa tiene un poder especial, un poder mágiko, y no me refiero al estilo o a la marca o al diseñador en cuestión. Llevamos ropa a diario, igual que hizo la mayoría de nuestros ancestros. Y si bien es cierto que muchos de ellos no llevaban mucha ropa, la poca que llevaban se consideraba sagrada. 

Al igual que la magiak, la moda ha tenido que evolucionar con el paso del tiempo. Aunque no sigamos las últimas tendencias, o no prestemos atención a nuestro estilo o no estemos al día de lo que ocurre en la industria de la moda, la verdad es que no podemos escapar de ella. Nuestros amigos, las redes sociales, Internet... todo está inundado de moda. La magiak es muy parecida. Si no evoluciona con el tiempo y las personas, deja de ser relevante, necesaria e impactante. Nuestra magiak va más allá de hechizos y rituales; está presente en nuestro estilo de vida, en las relaciones que mantenemos con quienes nos rodean. Cada día, por la mañana, nos vestimos con ropa, así que, ¿no sería lógico combinar ambas cosas?


Moda mágika

La moda mágika es el punto de encuentro del estilo, la belleza y la elegancia. Seguir la moda mágika implica ser consciente de la ropa que te pones y utilizar tu magiak para infusionar las prendas que guardas en tu armario con energía. No significa que debas ponerte de punta en blanco a diario. Tan solo significa que debes considerarla ropa como una oportunidad de empapar tu vida con magiak y de conectar con tus ancestros.


 Glamur, mucho más que glamur

A pesar de que estamos acostumbrados a utilizar la palabra «glamuroso» para describir a alguien que va vestido de punta en blanco o que suele lucir un estilo impecable, lo cierto es que el origen histórico del término se remonta a la magiak y a la brujería. Un «glamur» es un velo que tapa y cubre lo que se esconde debajo, casi siempre la versión real de alguna cosa. Se dice que las hadas utilizan ese glamur cuando se muestran ante nosotros con un disfraz, y no como sí mismas. 

Y, a decir verdad, el glamur tal y como lo conocemos no es tan distinto del glamur de la magiak. Cuando me maquillo las cejas, o cuando me dibujo la línea del ojo tan afilada que podría matar a un hombre, estoy echando un hechizo de glamur. Cuando realzo mis labios con un carmín rojo y brillante, estoy echando un hechizo de glamur. Cuando me preocupo por cómo me ven los demás, y cuando decido cómo quiero que me vean, estoy echando un hechizo de glamur. Cuando me pongo mi vestido negro preferido con mi bolso de Vivienne Westwood y mis tacones favoritos, estoy echando un hechizo de glamur; es un hechizo que grita a los cuatro vientos: «Soy poderosa, tengo las riendas de la situación y te lo advierto, no juegues conmigo». Cada vez que te pones una prenda que te hace sentir segura de ti misma y poderosa, estás echando un hechizo de glamur. El estilo depende de cada una. Hay quien se siente poderosa con ropa sexi, o sin maquillaje, o vestida con unos tejanos y unas zapatillas. Lo importante no es la ropa en sí, sino la sensación que tienes cuando te la pones.


La moda como armadura espiritual

Las mujeres no podemos bajar la guardia, pues nuestra vida se basa en una batalla constante. Por alguna razón que aún no logro entender, los hombres se creen con el derecho de decirnos qué opinan de nosotras, de piropearnos con «cumplidos» que se supone deben halagarnos. Incluso hay quien nos prohíbe llevar ropa que pueda resultar demasiado transparente o insinuante. 

Como ser una bruja modernaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن