Hospital.

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Llegaron deprisa a donde se les fue dicho.

Iban tomados de la mano y Taehyung sentía que debía haber algo para tranquilizar a Jungkook, no sabía que, pero debía hacer algo.

Aroma – habló la voz en su Interior.

¿Qué? ¿Qué dices perro?

Aroma, humano inútil.

Taehyung trató de analizar a lo que se refería su lobo.

¿Aroma?  ¿Como qué mi aroma?  ¿Mi-mi olor?  ¿Lo puedo expandir? ¿Y eso en que mierda ayudaría a Jungkook en este momento?

Jungkook lo tomó de la mano y lo llevó junto a él a pedir informes de su madre.
– Habitación 7, primer piso – informó la enfermera.

Aroma  –  Su lobo otra vez.

Subieron al elevador y Taehyung decidió hacerle caso a su lobo. Se concentró y tenueme inicio a soltar su aroma.

Jungkook estaba tenso a lado de él. Y cuando sintió el aroma de Taehyung le sonrió tiernamente. Se volteo para abrazarlo y puso su nariz en su cuello, mientras el elevador seguía. – Gracias – susurró Jungkook desde la seguridad de su cuello.

Y entonces Taehyung supo que por alguna razón su aroma lo había relajado.

Las puertas del elevador siguieron y suspirando se separaron para continuar con su recorrido por los corredores de la amplia sección.

Llegaron a una puerta blanca, igual que el resto del lugar donde tenía los datos de la persona en frente. Al parecer era una habitación para una única persona.

Con el poco tiempo que le dio Jungkook antes de abrír Taehyung pudo alcanzar a leer :

Jeon Eunha
42 años.
Lazo roto.

Jungkook abrió la puerta rápido, ya sabía lo que tenia que hacer, ingreso y de inmediato vio a su madre qué estaba llorando y con un médico a lado de ella tratando de volver a sedarla.  Al ver ingresar a Jungkook de inmediato empezó a hablar.

– Mi bebé, mi cachorro, mi hermoso cachorro – decía con lágrimas escurriendo por su cara míentras abría sus brazos de par en par para recibir a su hijo.

Jungkook se separó de Taehyung y fue rápido al encuentro con su madre. De inmediato el alfa potencializo su aroma y ahora estaba todo el cuarto repleto de él.

El omega veía toda la escena desde una esquina de la habitación tratando de no incomodar. Le llamaba mucho la atención la manera en que la madre abrazaba a su hijo y olía su cuello y su cabello además qué dejaba dulces besos en su frente. Total y puro amor maternal.

El jamás tuvo eso.

Después de unos minutos qué estuvieron abrazados, Taehyung pudo ver como los ojos de la mamá cambiaban de color. Y ahora eran un café castaño, contrario al  azul claro que tenía cuando llegaron.
También su respiración cambio y después de unos momentos se quedo dormida.

Jungkook la soltó suavemente y fue hasta donde Taehyung. Ambos se sentaron a lado de la camilla en un amplio sillón qué había en el lugar.

– A veces sucede esto – explicó – mi madre tiene un lazo roto, mi padre nos abandonó desde que yo era un niño. Es... muy duro para ella y cuando pasa tiempo sin mí... le afecta más. Necesita mi aroma para tranquilizarse y saber que yo no la he abandonando como él. 

El Omegaverse ¿QUEE?     KTH & JJKWhere stories live. Discover now