No Es No.

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Gracias a que Taehyung había empezado la escuela Jin había tenido qué darle turnos más flexibles para trabajar, pues no solamente tenía que asistir a la escuela, también tenía tareas y otras responsabilidades. Por lo que en este momento Jin se encontraba solo.

Iba camino a el supermercado para comprar todo lo que le faltaba en su establecimiento.

Llevaba su carro no por que caminar fuera un problema, si no por que tenia que cargar muchas cosas y sería un suicidio hacerlo caminando.

Llegó al estacionamiento y se dio cuenta de que como siempre, no había lugares.

Veía los seis estacionamientos de enfrente y se preguntaba que tan malo sería fingir qué ocupaba  bastón.

No Jin, no hagas eso.

Después de despejar su mente de ideas no éticas decidió aparcarse en los últimos lugares del estacionamiento. Aquellos que están en una esquina sin la iluminación de las lámparas por que no llegan tan lejos.

-Será rápido- Pensó.

Bajo del carro y con total tranquilidad llevo su lista.  En su carrito de compras puso lo necesario. Necesitaba servilletas, cubiertos, arroz, algas, pescado, especias, aderezos, platos, y un gran cúmulo de cosas extra.

Al parecer tardo más tiempo de lo esperado por que al revisar su reloj daban las diez treinta de la noche.  Taehyung ya tendría hambre de seguro al acabar sus tareas.

Por alguna razón lo estaba cuidando como si fuera su propio hijo, aunque la diferencia de edad no fuera mucha. Pero aquel rubio con largas piernas y ojos grandes le inspiraba mucha ternura.

Sonó en los altavoces de la tienda que por favor pasaran a cajas pues el horario de cierre estaba cerca.

Apresurado llegó a la fila y puso todas las cosas en la barra para ser cobradas, después de pagar se dirigió a paso lento al estacionamiento mientras checaba el ticket. Comprobando qué no le hubieran cobrado algo de más.

Abrió la cajuela de su auto y metió las cosas al automóvil.

Y entonces lo sintió...

Un olor extraño como si fuera humedad y óxido algo no identificado.

El cuerpo de Jin sintió un escalofrío en todo el cuerpo. Un olor así de amargo y ácido solamente podía provenir de alguien muy enojado.

– Eres un omega hermoso ¿lo sabías?

Oh no. No, no, no, no.

¿Quien  era y que quería?

Bajó la puerta de la cajuela lentamente.
Desde hace años no tenía estos percances. Podía recordar aún las palizas qué Namjoon le daba a sus acosadores tras seguirlos desde la escuela de cocina hasta la casa.

Pero aquí no estaba su hermano.

Se giró como si estuviera tranquilo y su corazón no se quisiera salir de su pecho, ante la sucia y atenta mirada solemente pudo sonreir. Viendo tras de él a un alfa no tan alto como él y un tanto robusto pero intimidaban sus ojos verdes esmeraldas. Traía la ropa hecha tirones como si acaba de regresar de alguna pelea. Realmente no alcanzó a analizar mucho Jin, pues lo que menos quería era quedarse a observabar más.

Necesitaba irse.

–G-gracias –  Es mejor no hacerlo enojar,          analizó dudoso.

Continuo viéndolo mientras trataba de avanzar en reversa hacía el lugar de el piloto para marcharse.

Aléjate — Decía fuerte y claro la voz de su omega  en su interior.

El Omegaverse ¿QUEE?     KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora